Debate

Sánchez fuerza un “cara a cara” con Feijóo para apuntalar la recuperación en las encuestas

Comparecerá en el Congreso y el Senado para incidir en la pedagogía sobre las medidas sociales y económicas aprobadas por el Gobierno

Un debate soporífero
Un debate soporíferoJuanjo MartínAgencia EFE

El Gobierno busca mantener la iniciativa. Tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, Pedro Sánchez comparecerá la próxima semana, a petición propia, en una doble sesión en el Congreso y el Senado. El objetivo del Ejecutivo es proyectar la gestión gubernamental, insistiendo en el ejercicio de pedagogía sobre las medidas sociales y económicas que se han ido desplegando en las últimas semanas dar respuesta a la crisis provocada por la guerra en Ucrania. En Moncloa aprecian en las encuestas una ligera recuperación de sus expectativas electorales y buscan incidir en la estrategia de confrontar modelos con el principal partido de la oposición para decantar la balanza de su lado y frenar las fugas de voto que se aprecian por el flanco derecho. La aprobación de los Presupuestos es un nuevo ejemplo de ello, pero lejos de los grandes números, se quiere sacar pecho y reivindicar las cuestiones concretas y centrar el tiro en las clases medias y trabajadoras.

Sobre el papel, Sánchez también aprovechará la convocatoria ante las Cortes para dar cuenta de la próxima reunión del Consejo Europeo del 7 de octubre, que todavía no se ha producido. La anticipación en la agenda no es baladí. Todo corresponde a una estrategia bien medida desde el Gobierno para ir al “cuerpo a cuerpo” con el PP y en esencia con su líder. Lo habitual, de hecho, es que este tipo de comparecencias se circunscriban únicamente al Congreso, dejando de lado la Cámara Alta, pero el hecho de que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, desembarcara hace meses en el Senado hace que el Gobierno busque forzar un nuevo cara a cara entre ambos.

No es una novedad, después de un primer debate el pasado 6 de septiembre, Sánchez ya anticipó que habría más “dado el resultado”, Moncloa hizo un balance positivo de aquel intercambio dialéctico, en el que considera que Sánchez logó “desmontar” al líder de la oposición y dejar al descubierto sus contradicciones y carencias. Este tipo de debates siempre benefician al presidente del Gobierno, empezando por los tiempos de intervención que recoge el reglamento, y Sánchez es ya un bregado parlamentario que se desenvuelve bien en esas plazas. Además, el corte de la comparecencia también le viene como anillo al dedo, porque le permitirá proyectar la gestión gubernamental en cuestiones que afectan a los ciudadanos en primer orden.

La doble comparecencia ya está fijada en el calendario: primero será el debate en el Congreso, el jueves 13 de octubre, y luego en el Senado, el martes 18. El Ejecutivo quiere hacer pedagogía sobre las medidas que ha aprobado y que cuentan con buena valoración por parte de los ciudadanos, por lo que quieren amplificar su efecto y que acaben calando en la ciudadanía. En Moncloa reivindican que, en las últimas encuestas publicadas -la de 40db-, este grueso de iniciativas cuenta incluso con la valoración positiva de los votantes de la derecha. De este modo, se intenta frenar la fuga de votos que el PSOE está sufriendo hacia el PP. El giro a la izquierda que el presidente del Gobierno perpetró en el debate sobre el estado de la nación, cuando anunció un nuevo gravamen para los beneficios extraordinarios de las energéticas y la banca, y la senda seguida desde entonces han sido eficaces para movilizar al electorado de izquierdas, hastiado y situado en la abstención. Pero esta estrategia no permite ampliar la base electoral de los socialistas por el centro, que es donde se debe explorar un crecimiento que permita retener el poder.

Desde el PSOE, su portavoz en el Congreso, Patxi López, se mostró ayer irónico y sobre el objetivo también del Gobierno de escuchar a la oposición y sus propuestas en estas comparecencias, aunque inmediatamente apuntase que no cree que haya alternativa porque la “propuesta” del PP es bajar los impuestos. Esta es precisamente la imagen que el Gobierno quiere proyectar. Un PP sin proyecto, frente a un Ejecutivo que pretende “proteger a la clase media trabajadora” con iniciativas como la rebaja del 21 al 5% al IVA del gas desde este mes de octubre, que, por cierto, fue el PP quien pidió aplicar.

Especial hincapié hará el Gobierno en los anuncios de corte impositivo, con beneficios fiscales para rentas bajas y medias y un impuesto temporal “de solidaridad” a riquezas netas superiores a los tres millones de euros. Desde el 1 de enero de 2023 el IVA de los productos de higiene femenina -compresas, tampones, salvaslips-, también preservativos y anticonceptivos no medicinales bajarán del 10% al 4%. Este paquete fiscal, será la base de la intervención de Sánchez, con rebajas a las que el Gobierno se mostró reticente en un principio y que finalmente aprobó por la presión política, incluso de los presidentes autonómicos socialistas que comenzaron a anunciar sus propias rebajas de impuestos sin contar con Moncloa.