Medida cautelar

El Tribunal Supremo acuerda que Mozo siga siendo presidente del CGPJ

La Sala de lo Contencioso-Administrativo acuerda mantener la bicefalia con un presidente en el Consejo y otro en el Alto Tribunal

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha rechazado este miércoles las medidas cautelares que solicitaban apartar a Rafael Mozo de la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La decisión de la sección sexta supone, así, que se mantenga la bicefalia en el Poder Judicial con Mozo al frente del Consejo y el magistrado Francisco Marín Castán en la jefatura del Alto Tribunal. Además, facilita las negociaciones del CGPJ para nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que les corresponde por cuota y que el Gobierno espera para poder designar al par que les corresponde a ellos.

Los magistrados de la sección sexta -constituida por los presidentes de todas las secciones para este tipo de asuntos- se han reunido esta mañana para debatir sobre la medida de urgencia que tanto el secretario del Consejo José Luis de Benito como el vocal Wenceslao Olea habían pedido por no estar de acuerdo con la división de ambos poderes. Tras la renuncia del anterior presidente Carlos Lesmes se generó un vacío sin precedentes y un informe técnico del propio órgano de poder de los jueces señalaba que la jefatura era indivisible y “automática” y correspondía a Marín Castán porque ser el sucesor de la presidencia en el Supremo. La mayoría de vocales del CGPJ, sin embargo, estuvo en desacuerdo y votó para que uno de sus integrantes, en este caso Mozo por ser el de mayor edad, presidiera el órgano. La Sala de lo Contencioso tendrá que decidir ahora si entra o no en el fondo de la cuestión, pero este trámite puede durar meses.

Ya la sección sexta se había pronunciado el pasado 18 de octubre sobre unas medidas cautelarísimas (más urgentes todavía que requieren que ni siquiera se escuche a las partes) y habían indicado que no había premura para paralizar la jefatura de Mozo. Según la versión de los recurrentes el hecho de que Mozo esté en el poder pone en jaque “cientos” de decisiones que puedan acordarse bajo su firma si luego resulta que su nombramiento no se considera acorde a la ley.

Esta decisión allana el camino para que avancen el pacto al Constitucional que lleva bloqueado desde septiembre. Cabe recordar que el Gobierno puso como fecha límite el 13 de ese mes para que el CGPJ hiciera sus nombramientos, pero esta fecha se incumplió y el Ejecutivo lleva esperando desde entonces. Este miércoles se está reuniendo la comisión negociadora para avanzar en esta línea y mañana en la reunión de todos los vocales está indicado esta negociación como uno de los puntos del día. Sin embargo, fuentes consultadas en el órgano reconocen que es casi imposible que mañana haya sobre el papel los dos magistrados candidatos elegidos.