Sevilla pone a punto los «Leopard» para Ucrania

El envío de los carros de combate «Leopard» por parte de España a Ucrania está un poco más cerca. Sin debate ni votación en el Congreso de los Diputados como reclaman, entre otros, el Partido Popular –aunque hayan anunciado su apoyo a la medida–, el Ministerio de Defensa va dando pasos para asumir el compromiso aliado de facilitar más material bélico al Ejército ucraniano con el que defenderse de la nueva ofensiva rusa. De momento, el Departamento que dirige Margarita Robles se agarra a la «discreción» y apenas concreta cuál será la ayuda española, aunque la empresa Santa Bárbara trabaja ya en su planta de Sevilla en la reparación y rehabilitación de cinco de los 53 «Leopard» que llevaban una década almacenados en Zaragoza, tal y como avanzó Infodefensa.com y pudo confirmar este periódico de fuentes militares. Se trata de la versión antigua comprada a Alemania hace casi tres décadas y no los de la versión 2E de fabricación española, más modernos y en uso por el Ejército español, en la misión de la OTAN en Letonia, por ejemplo.

Santa Bárbara Sistemas, propiedad de General Dynamics, cuenta con una planta en Alcalá de Guadaíra especializada en el «mantenimiento, reparación, actualización, modernización y apoyo en el ciclo de vida de vehículos y sistemas de armas». Esa es su nueva función principal después de que el año pasado la compañía recondujera un largo conflicto laboral que derivó en el despido y posterior readmisión de 21 trabajadores gracias al apoyo de todas las instituciones. Finalmente, la decisión empresarial culminó en una nueva reordenación de tareas que pasaba, fundamentalmente, por diversificar la actividad de sus fábricas. El planteamiento fue centrar la producción en la planta de Trubia (Asturias) y las labores de mantenimiento en el municipio sevillano.

Por tanto, el envío de los «Leopard» para su puesta a punto a la factoría alcalareña era una decisión esperada dentro del sector, que conocía la falta de mantenimiento que padecen esos vehículos. De los 108 de la versión 2A4 que hay en nuestro país, 55 están en servicio en los Regimientos de Caballería «Montesa» (Ceuta) y «Alcántara» (Melilla), por lo que las reparaciones se centran en los otros 53 almacenados. Sobre ellos, Robles ya dijo en verano que su estado era «lamentable», aunque en los últimos días abrió la puerta a estudiar al detalle su estado y seleccionar algunas unidades menos deterioradas para su envío a Ucrania después de una revisión.

De momento, fuentes del comité de empresa de Santa Bárbara ignoran el tipo de trabajos que hay pactados con el Ministerio de Defensa. Confirman la recepción de los cinco «Leopard» y aseguran a LA RAZÓN que la empresa no les ha trasladado ninguna información. Desconocen el número de horas que va a requerir poner en funcionamiento los blindados y si va a ser necesario la contratación de más personal en una planta que ha vivido varias jornadas de huelga hace menos de un año. Otras fuentes militares consultadas por este periódico señalan que el proceso se demorará en torno a dos meses para que los «Leopard» estén operativos.

Tren de rodaje, motor, sistema de combustible...

Estas mismas fuentes parten del hecho de que las barcazas de los carros están en estado aceptable, pero es preciso rehacer todo el sistema de mando y control, que es la esencia operativa del «Leopard»; revisar tren de rodaje y motor, afrontando la sustitución de la mayor parte de las piezas, sistema de combustible, incluidos los depósitos, y el cierre del arma principal, de 120 milímetros y ánima lisa. Así que, en principio, se estima en no más de tres meses el tiempo para ponerlos a punto.

Por supuesto, no hay dudas sobre la capacidad de la planta de Santa Bárbara para asumir esas tareas. Por ahí han pasado todos los vehículos blindados de cadenas y ruedas del Ejército español en los últimos 50 años

De hecho, la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada adjudicó en agosto del año pasada a Santa Bárbara Sistemas un contrato de casi 14,4 millones de euros para labores de mantenimiento de 21 vehículos de combate de infantería modelo «Piraña III». Igualmente, a finales de año también se entregaron al Ejército de Tierra los primeros siete vehículos de combate sobre ruedas (VCR) 8×8 «Dragón», los cuales se han ensamblado y probado en esta planta. El resto, hasta completar los 348 previstos, saldrán de Asturias.

Experiencia con los “Leopard”

La experiencia de la planta de Alcalá de Guadaíra con los «Leopard» así lo avala y está más que demostrada. De hecho, fue aquí donde se fabricaron los 239 de la versión 2E, la más moderna de este vehículo.

Hay que señalar que el «Leopard» llegó a las Fuerzas Armadas por primera vez en el año 1995, cuando se alquilaron un total de 108 unidades a Alemania para su uso en las bases españolas. Se trataba de la versión 2A4 y los 108 vehículos fueron comprados definitivamente a Alemania en el año 2005 por un total de 16,2 millones de euros. Parte de ellos son los que se encuentran sin uso en Zaragoza y son los elegidos por el Ministerio para su envío a Ucrania tras su paso por Sevilla.

Los «Leopard» 2E sí son originarios de Alcalá de Guadaíra, un municipio sevillano que siempre se ha caracterizado por su apuesta por el desarrollo industrial. Fue aquí, en junio de 2004, con la presencia del Rey Juan Carlos I, el entonces ministro de Defensa, José Bono, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, cuando General Dynamics Santa Bárbara Sistemas presentó oficialmente este carro de combate al Ejército de Tierra español.

La principal diferencia con el modelo 2A4 radicaba en la mayor protección. A los «Leopard» de España fabricados en Alcalá de Guadaíra se les blindó la parte superior del carro para contrarrestar los ataques aéreos. También, según se anunció entonces, se incluyó un sistema antiexplosión. Para mejorar la velocidad y la penetración de los proyectiles, la longitud del cañón se fijó en 1,30 metros, pasando de uno de 44 calibres a uno de 55. También se les incorporó un sistema capaz de disparar granadas de fragmentación y un nuevo mecanismo de disparo electrónico instantáneo. El «Leopard 2E» pesa 62 toneladas y su uso de combate son objetivos situados a tres kilómetros.

El que se enviará a Ucrania es, por tanto, una versión inferior, pero que puede ayudar a su Ejército a contener la ofensiva rusa. En cualquier caso, cinco o seis carros no tienen por sí solos un valor determinante, puesto que los medios acorazados deben actuar en masa, al menos, a nivel de brigada. De ahí esa «coordinación» que reclaman los aliados.

Pero además de su puesta a punto, es necesario también un proceso de aprendizaje de los efectivos que los manejarán.

De ese entrenamiento se encargará el Ejército de Tierra. Aún faltan por concretar los detalles, pero la intención es llevarlo a cabo en el Centro Nacional de Adiestramiento de San Gregorio, en Zaragoza. Allí no solo cuentan con modernos simuladores con los que practicar, sino que también hay algunos de los «Leopard» de la versión 2A4 que podrán conducir en el inmenso campo de maniobras.

El plan inicial prevé un curso intensivo para unos 40 militares ucranianos de entre dos y tres meses, básicamente el mismo tiempo que se espera dure la reparación de los vehículos. Así, tal y como anunció la ministra de Defensa tras su reunión con los aliados, estarían listos para ser enviados a Ucrania en primavera.