Encuesta NC Report
El 52,6% cree que Sánchez «oculta datos» del apagón
Dos semanas después del «cero eléctrico» el 61,7% desconfía de la versión oficial y el 73% ve al Gobierno «débil» y «en crisis»
Dos semanas después de que se produjera el histórico apagón que dejó a España a oscuras durante media jornada, todo siguen siendo incógnitas. Pedro Sánchez, que salió en las primeras horas a señalar directamente a las eléctricas como responsables del siniestro, pide ahora «tiempo» para obtener datos concluyentes. Ante esta ausencia de información veraz y contrastada, la estrategia de Moncloa es rellenar el vacío con ideología y confrontación. Alentando el choque con los «operadores privados», demonizando a las nucleares y acusando a la oposición de estar vendida «al mejor postor». Sin embargo, los fuegos de artificio desplegados por el presidente en la última comparecencia en el Congreso de los Diputados no despistan a los españoles, que desconfían del Ejecutivo en un momento de máxima incertidumbre.
Según el último barómetro de NC Report para LA RAZÓN, los entrevistados recelan del Gobierno. El 52,6% de los encuestados considera que «oculta datos»; mientras que el 22,5% aprecia su transparencia. Un notable 19,9% cree que el Ejecutivo solo ha sido claro «parcialmente», por el 5% que no sabe o no contesta. La desconfianza respecto a Sánchez cunde en todos los rangos de edad, acrecentándose a medida que aumenta y siendo los mayores de 55 años quienes se muestran más suspicaces (57,3%). Por electorados no hay sorpresas, los de PP y Vox se adhieren a la teoría de la ocultación, mientras que los de PSOE y Sumar valoran la transparencia gubernamental.
El sentimiento que impera es el de desconfianza generalizada con la versión oficial del Gobierno. Así lo señalan el 61,7% de los entrevistados, por el 28,9 por ciento que se muestra crédulo y el 9,4% que no se ha formado una opinión al respecto. En cuanto al rango generacional, los más desconfiados se ubican en el tramo de entre 35 y 54 años (64,6%) y por electorados se vuelve a cumplir el patrón. Los votantes progresistas se alinean con el Ejecutivo y los del espectro de la derecha muestran un recelo absoluto.
Este clima de sospecha se acrecienta cuando se interpela a los entrevistados por la respuesta del Gobierno a este tipo de amenazas. Se elevan –hasta el 63,2 por ciento– quienes muestran su desconfianza, por el 29,9 por ciento que traslada su tranquilidad y el 6,9% que no saben o no quieren responder. El rango de edad vuelve a mostrar un mayor nivel de descreimiento entre los más veteranos (66,5%) y la ideología marca también el patrón de respuesta, aunque en Sumar hay un notable 32,2% que se descuelga de la versión oficial y muestra desconfianza ante la gestión gubernamental.
Y aún van a más los recelos cuando es la figura de Pedro Sánchez la que entra en cuestión. El 67,5% revela un nivel «bajo o muy bajo» de confianza en el presidente del Gobierno, por el 23,6% que le otorga un crédito «alto o muy alto» y el 8,9% que no tiene opinión al respecto. Cuando entra en juego el factor generacional, Sánchez va perdiendo adeptos a medida que se cumplen años y llama la atención que un 15% de votantes del PSOE muestre un nivel de confianza «bajo o muy bajo» sobre su líder.
Cuando la responsabilidad se amplia y se hace colegiada al Consejo de Ministros, la situación tampoco mejora. A más gabinetes implicados, mayor nivel de desconfianza, que llega hasta el 69,2% de los que les otorgan un crédito «bajo o muy bajo» y solo un 21,2% los que les reconocen uno «alto o muy alto». El 9,6% prefiere no manifestarse sobre esta cuestión. Por edades se repite el patrón, a más edad más recelos, y entre los votantes socialistas aumentan los suspicaces, hasta el 16,2%.
En este contexto, el dibujo que hacen los españoles del Gobierno y su gestión de la crisis es sumamente perjudicial para los intereses de Moncloa. Hay un empate entre quienes se debaten por resaltar su «debilidad» (36,3%) y quienes lo ven directamente «en crisis» (36,6%). Solo un 22,7% aprecia «estabilidad» por el 4,4% que no tiene opinión al respecto. Por edades, es sintomático como las generaciones más jóvenes se muestran mayoritariamente partidarias de la estabilidad, mientras que las más veteranas se decantan por la sensación de crisis. Dentro del espectro de la izquierda, hay un 15% de votantes socialistas que reconocen la debilidad y la crisis (6,7%); porcentajes que crecen hasta el 22,5% en los de Sumar.
Esta percepción de caos, que se ha visto acrecentada por el episodio ferroviario de hace una semana, preocupa al Ejecutivo por la capacidad de la oposición para hacer que cale la sensación de un Gobierno ineficaz en la gestión de las crisis. Desde Moncloa tratan de combatir esta imagen dibujando al PP como un partido catastrofista y abonado al «cuanto peor, mejor», pero esta estrategia tampoco cala entre los encuestados a tenor de sus respuestas. El 44,5% cree que la oposición está siendo «constructiva» en su reacción a los hechos, por el 33,1% que le reprocha su actitud. Hay un 10,3% que reconoce no seguir los pasos del PP y un 12,1% no tiene opinión sobre esta cuestión. Por ideologías, hay un 12,5% de votantes socialistas que no comulga con el argumentario de su partido y sí le reconoce sentido del Estado al partido de Alberto Núñez Feijóo.
En todo caso, los encuestados sospechan que el Gobierno está instrumentalizando esta cuestión para desviar la atención respecto a otros asuntos que les puedan resultar más perjudiciales y que han quedado silenciados por toda la polémica. Así lo apunta el 58,1% de los entrevistados, por el 29% que no aprecia maniobra de distracción alguna o el 12,9 por ciento que no se lo ha llegado a plantear. Por rango generacional son los de entre 35 y 54 años quienes aprecian este intento de desviar el foco y por electorados vuelve a visibilizarse cierto sector crítico en el PSOE, un 12,5%, que identifica lo que considera una cortina de humo desplegada por el Ejecutivo.