PSOE

Alarma entre los barones, que no quieren volver a las urnas

Federaciones que hasta hace poco apoyaban el «no» de Sánchez. han cambiado de postura y quieren que la legislatura se inicie ya

El presidente de Aragón, Javier Lambán, atiende a los medios de comunicación a su salida del encuentro mantenido con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la sede socialista en la Calle Ferraz, el pasado julio
El presidente de Aragón, Javier Lambán, atiende a los medios de comunicación a su salida del encuentro mantenido con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la sede socialista en la Calle Ferraz, el pasado juliolarazon

Federaciones que hasta hace poco apoyaban el «no» de Sánchez

han cambiado de postura y quieren que la legislatura se inicie ya

Los barones rebeldes del PSOE no se resignan ante la táctica de un Pedro Sánchez que «busca su supervivencia a costa del partido», según reveló hace unas semanas a LA RAZÓN un cuadro del socialismo andaluz. Al contrario, las fuerzas se desequilibran a ojos vista a favor de quienes reclaman que la legislatura arranque de una vez por todas porque federaciones que hasta hace poco se alineaban con el «no» a ultranza del secretario general han mudado su postura. Así, el aragonés Javier Lambán expresó la necesidad de «replantear el voto» en la investidura de Mariano Rajoy y, lo que es más relevante, Patxi López alertó sobre el riesgo que supondría que se volviese a votar: «La gente no quiere que haya terceras elecciones», avisó a Sánchez.

Estas dos importantes federaciones se suman por tanto al frente meridional que sigue liderando Susana Díaz, a pesar de que haya decidido adoptar un perfil bajísimo este verano, y en la que actúan como portavoces los socialistas valencianos y extremeños. Los adversarios internos de Sánchez se mantienen en la misma tesis: el secretario general sabe que su única esperanza de supervivencia es que le «suene la flauta» en unos terceros comicios y ese planteamiento cortoplacista es su única estrategia, aun a costa de jugarse el naufragio total: «El 26-J nos salvamos del ‘‘sorpasso’’ por un pelo pero nadie puede garantizar que nuestro electorado va a dejar de desmovilizarse», lamenta un alto cargo de la Junta de Andalucía.

Los socialistas andaluces juegan la baza de la abstención técnica, sin embargo son conscientes del desgaste que supondría para Sánchez transitar del cansino «no es no» a permitir que Rajoy fuese investido. Si en el ánimo de Susana Díaz pesa más la responsabilidad de Estado o su deseo de ganar la lucha interna, es algo que nadie sabe. Pero lo cierto es que mientras los intereses generales del país coincidan con los personales de la presidente andaluza, el PSOE no va a escorarse más todavía hacia posiciones radicales. «El documento del Comité Federal del 28 de diciembre de 2015 sigue siendo la garantía de que no se va a pactar con quienes desean romper España», insisten desde la Junta.

Sin embargo, el malestar en el PSOE-A también se proyecta hacia Rajoy, a quien se acusa de estar provocando a Sánchez para no sacarlo de su postura cerril. La última encuesta del CIS en la que se anunciaba un repunte del voto socialista, fue calificada como «una trampa» encaminada a reforzar al secretario general. Ya dijo Napoleón que no es conveniente molestar al enemigo mientras se equivoca y entre los deseos del PP no se cuenta ir de nuevo a las urnas pero tampoco nadie se sustrae de echar cuentas: si entre diciembre y junio, el botín popular incrementó en 14 diputados, ¿por qué no esperar una subida similar en caso de nueva repetición?

«A paciente nadie le gana a Rajoy», dicen desde el entorno de Díaz, «y tiene el suficiente apoyo de los medios como para que cale el mensaje de que el único responsable de la repetición es Sánchez. Además, así lo va escenificar en el debate de investidura con la ayuda de Rivera», augura desde el PSOE-A. La presión sobre Sánchez es enorme porque tiene a las formaciones constitucionalistas y a muchos de sus dirigentes regionales reclamándole responsabilidad; pero, desde la izquierda, las bases se enrocan en el «no» y Podemos tienta con intentar formar un gobierno Frankenstein. «Para eso están los líderes, para tomar decisiones. Para liderar», se afirma en Andalucía como recordatorio o como mera amenaza.