Arantza Quiroga

Arantza Quiroga, reelegida presidenta del PP vasco

Mariano Rajoy saluda a Arantza Quiroga en presencia de María Dolores de Cospedal a su llegada a la capital donostiarra.
Mariano Rajoy saluda a Arantza Quiroga en presencia de María Dolores de Cospedal a su llegada a la capital donostiarra.larazon

La presidenta del PP del País Vasco, Arantza Quiroga, fue reelegida ayer en su cargo con el 72,8 % de los votos de los compromisarios que han participado en San Sebastián en un congreso que apostó por la unidad.

Arantza Quiroga resulto reelegida presidenta del PP vasco con un 72,8 por ciento de los votos en un congreso que apostó por la unidad. "Cojo el mensaje", dijo Quiroga, consciente de que su pulso interno le había pasado factura, ya que Antonio Basagoiti, en la crisis que provoco la salida de la política de María San Gil, había logrado un 82,3 por ciento de apoyo. La gestión de la ejecutiva anterior, defendida por el secretario general saliente, Iñaki Oyarzabal, fue aprobado por unanimidad.

Arantza Quiroga recuperó las riendas del PP vasco y del congreso que la reeligió como presidenta al iniciar su intervención pidiendo perdón por dañar las siglas de un partido al que no sólo los presentes daban sentido, sino también los que les precedieron y, "sobre todo, nuestros compañeros asesinados por ETA". Hasta ese momento, el protagonista del congreso había sido el secretario general saliente, Iñaki Oyarzabal, sobre cuya sustitución Quiroga dijo que no había pretendido "menospreciar a nadie, ni cuestionar la trayectoria de nadie, ni romper ningún equilibrio básico e inamovible"y que su objetivo había sido "introducir nuevos estímulos, nuevos objetivos y nuevas ambiciones".

Fue un congreso sin diferencias políticas, protagonizado por los emotivos gestos de unidad tras las discusiones previas. A Arantza Quiroga llegaron a saltarse le las lágrimas al ver cómo quienes no compartían su decisión de relevar a Oyarzabal respetaban su liderazgo como presidenta del PP vasco, entre ellos el propio Oyarzabal, que, abrumado por las ovaciones recibidas en el congreso, sólo tuvo palabras de agradecimiento y de compromiso con la presidenta que había prescindido de el, aunque le mantenía como miembro nato del comité ejecutivo.

Tras ver al congreso volcarse con Oyarzabal, Quiroga demostró su fuerza política con un discurso en el que dijo que "la capacidad de enfrentarse a la adversidad está en el origen de las grandes transformaciones y de los grandes logros"y que "vivir es elegir"y que ella había decidido "ser fiel a eso de vivir como pienso".

Defendió que los partidos tienen que evolucionar con la ciudadanía y enfrentarse a nuevos retos y dijo que en estos momentos el PP vasco tiene la tarea de "proyectar nuestra ambición colectiva de ser protagonistas del futuro de Euskadi, algo que ya ocurre en Alava"

Quiroga reconoció así la labor de los dirigentes alaveses de su partido, que lo habían llevado al gobierno de la Diputación y a la alcaldía de Vitoria y cito expresamente a Alfonso Alonso, con el que había protagonizado el enfrentamiento que tanto había debilitado al partido en los días previos al Congreso. La dirigente de los populares vascos dijo que el partido debería salir del congreso con un liderazgo "plural y compartido", sin "jugadores estrellas".

Ante 959 compromisarios, 413 vizcaínos, 405 alabeases y 141 guipuzcoanos, Quiroga reivindico la "legitimidad"que se ha ganado el PP en el País Vasco y dijo que "no debemos nada porque nos hayan dejado de matar". "En una Euskadi sin ETA, sin terrorismo, sin amenazas ha llegado el momento del PP vasco", dijo Quiroga, con la voluntad de conducir la oferta del partido "allí donde está la mayoría".

Todos los que habían intervenido en el congreso antes que ella habían tenido palabras de apoyo no a la presidenta, sino al secretario general saliente. Algunos habían recordado a otros referentes del PP vasco, como Gregorio Ordóñez, puesto en valor por el portavoz del partido en el Ayuntamiento de San Sebastián, Ramón Gómez, quien dijo que hubiera llevado al partido a la alcaldía de San Sebastián, si no le hubieran asesinado antes.

Iñaki Oyarzabal dijo sentirse orgulloso de ser del PP de Rajoy, del de Cospedal, del de Iturgaiz, del de Basagoiti y del de Quiroga. "Me voy a quedar aquí, no me voy a ningún sitio y estoy orgulloso de continuar el camino del entendimiento y del acuerdo que los que estamos aquí mareamos", señalo emocionado.

Alfonso Alonso ofreció su apoyo a Arantza Quiroga y dijo que había habido mucho "corazón en el congreso"y que "merecía la pena""ir todos juntos".

En el terreno político, el diputado general de Alava, Javier de Andrés, hizo hincapié en la estrategia de moderación y de acuerdo marcada por Antonio Basagoiti hace cinco años. Laura Garrido, en el informe del grupo parlamentario, destaco el compromiso del partido con las víctimas y con la deslegitimación del terrorismo y dijo que habían "avisado al PNV que no aceptaremos ningún planteamiento rupturista".