Casa Real
De la ausencia del embajador ruso a las joyas de la Reina: los detalles de la recepción al cuerpo diplomático
Es la recepción anual a los embajadores acreditados en nuestro país
La recepción al cuerpo diplomático es una de las citas marcadas en la agenda de los Reyes. Se trata de un acto protocolario en el que los Reyes reciben en el Palacio Real a todos los embajadores que están acreditados en nuestro país. El protocolo marca que los invitados acudan de gala y muchos de ellos optan por hacerlo con los trajes tradicionales de sus naciones, como el japonés que ha vestido el tradicional kimono nipón. El Palacio Real se engalana, de nuevo, para la ocasión.
Saludo de los Reyes al #CuerpoDiplomático acreditado en España en el Palacio Real de Madrid.
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— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) January 31, 2024
El tradicional saludo ha tenido lugar en la salón Gasparini, realizado durante el reinado de Carlos III y considerado unos de los más hermosos salones del palacio. realizado durante el reinado de Carlos III y está considerado uno de los más hermosos salones del palacio. Los primeros en aparecer fueron el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que llevaba el traje-uniforme ceremonial del cuerpo diplomático español.Los dos mantuvieron un semblante serio después de que el día anterior Junts tumbase la ley de amnistía.
Tras ellos, llegaron los Reyes. Don Felipe aparecía por primera vez después de su cumpleaños y aseguró que el de ayer había sido "un día normal". El orden de aparición en el besamanos lo dicta la antigüedad del embajador en el país. Así los primeros en saludar a los Reyes fueron el embajador de Malta, seguido del Gabón.
Más de un centenar de representantes desfilaron por el salón Gasparini, algunos solos y otros acompañados por sus parejas. Entre las ausencias, la del embajador de Rusia en España, Yuri Klimenko. Presentó sus cartas credenciales ante Felipe VI el pasado mes de abril, pero no lo hizo en la tradicional ceremonia en el Palacio Real, sino en el Palacio de la Zarzuela, sin anunciarse y sin ninguna fotografía con el fin de poner de relieve el distanciamiento de España hacia Rusia debido a la guerra en Ucrania que estalló hace casi dos años. En el capítulo de ausencias, también ha destacado la de los embajadores de países como China y Argelia, si bien se ha debido a que aún no han entregado sus cartas credenciales al rey, por lo que no pueden ejercer plenamente su labor diplomática.
Entre quienes acapararon las miradas fueron la embajadora de Israel en España, Rodica Radian Gordon y el representantes de la Autoridad Nacional Palestina, Husni Abdel Wahed, quien vistió una tradicional kufiya, símbolo de la resistencia palestina. De hecho, parte del discurso del Rey versó sobre el conflicto en Oriente Medio. El Monarca pidió un alto el fuego duradero. Como ocurre todos los años, el embajador de Irán no ha dado la mano a la reina por motivos religiosos y se ha limitado a una leve inclinación.
En el capítulo de anécdotas, la Reina recogió del suelo la pulsera que llevaba puesta. Se trataba de una pulsera brillantes que se le cayó en algún momento del besamanos.
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