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Aval al modelo de Estado del 78

La reforma de la Constitución divide a los españoles: seis de cada diez coincide en que no es el momento de hacer cambios ante la fragmentación política y más del 70% rechaza un estatus especial para Cataluña.

Aval al modelo de Estado del 78
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La reforma de la Constitución divide a los españoles: seis de cada diez coincide en que no es el momento de hacer cambios ante la fragmentación política y más del 70% rechaza un estatus especial para Cataluña.

La opinión de los españoles está bastante dividida en el debate sobre si hay que reformar o no la Constitución del 78. Es una línea argumental constante en la discusión política, sobre todo desde la izquierda, pero no parece que sea la preocupación princial de los ciudadanos. En el 40 aniversario de la Carta Magna, el sondeo de NC Report para LA RAZÓN señala que un 35,3 por ciento se declara partidario de reformarla, pero frente a un 32,3 por ciento que se pronuncia en contra, y otro 32,4 por ciento que se agarra a la respuesta de «no sabe/no contesta». Es entre los más jóvenes donde hay más ansias reformistas, pero sin demasiado ardor porque no superan ni siquiera el porcentaje de 40 por ciento. De los menores de 34 años, apoya la reforma el 36,8 por ciento; y en el segmento de entre 35 y 54 años, el 36,7 por ciento. En este sondeo, realizado entre el 3 y el 5 de diciembre, con una muestra de 900 entrevistas, esta división sobre la necesidad de cambiar la Ley Fundamental se apoya, además, en casi un 60 por ciento que considera que no es adecuado hacer ninguna reforma con un panorama político tan fragmentado. Entienden que no se dan las condiciones mínimas de consenso para abrir una discusión tan relevante y cuando sigue abierto el problema del desafío secesionista catalán.

Cataluña ha influido en los resultados de las elecciones andaluzas y condiciona en muchos otros ámbitos el sentir mayoritario de los españoles. Un 71,9 por ciento de los entrevistados rechaza que se conceda un estatus especial al País Vasco y a Cataluña. Este marco sentencia que cualquier movimiento político dirigido a descompensar el reparto de la «tarta» nacional en favor del nacionalismo vasco o de los independentistas catalanes pasará factura en el resto de las autonomías. Y en este caso, el rechazo es mayorirario incluso entre los menores de 34 años, donde alcanza el 65 por ciento.

El 78,3 por ciento se declara contrario a permitir los referendos de autodeterminación de las comunidades, en una línea que es coherente con un sentir mayoritario en defensa de la unidad nacional, de la Constitución, de reforzar al Estado o de evitar discriminaciones de unos territorios para calmar las exigencias independentistas.

En ese sentido, la mayoría de los partidarios de introducir cambios en la Carta Magna reclaman que vayan justo en dirección contraria a la descentralización. El 45,8 por ciento pide reducir las competencias autonómicas; el 28 por ciento las mantendría; y sólo un 21,2 por ciento las aumentaría. En este caso, a más edad más defensa de reforzar al Estado frente al poder autonómico. Entre los mayores de 55 años, se declara a favor de restar competencias a las comunidades hasta el 47,9 por ciento de los consultados. El debate de la reforma Constitución viene arrastrándose desde hace varias Legislaturas, sin avances por falta de acuerdo. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero solicitó incluso un informe al Consejo de Estado, que apuntó en la dirección de ordenar y reforzar también el poder del Estado. La inconveniencia política de esa medida en un momento en el que el poder socialista en Madrid dependía del tripartito catalán llevó a que ese informe acabara en un cajón, del que no se atrevió a sacarlo ni siquiera un Gobierno del PP con mayoría absoluta. Según NC Report, la mayoría también respalda una de las reformas que recogía aquel informe del Consejo de Estado, la modificación de la prevalencia del hombre sobre la mujer para la sucesión de la Corona. Hasta un 84,8 por ciento se declara partidario, existiendo una proporción muy parecida a favor entre todos los segmentos de edad, y siempre por encima del 80 por ciento.

Balance positivo

El balance de estos 40 años de Constitución evidencia el desgaste de la política de confrontación y tensión. Hasta un 51 por ciento percibe un deterioro de la política desde los pactos del 78, y el porcentaje de quienes tienen esta visión de la realidad española es mayor entre quienes por edad más recuerdo tienen de la Transición. Un 57,9 por ciento entre los mayores de 55 años, y un 54,9 por ciento entre los que están entre los 35 y los 54 años.

Para el 62,2 por ciento de los entrevistados la Constitución es una historia de éxito, mientras que sólo un 29,1 por ciento se declara contrario. Este sentir mayoritario desconecta con la posición de Podemos y también con la postura nacionalista e independentista.

Por otra parte, la propuesta socialista de revisar el actual modelo de Estado para ir hacia uno de corte federal sólo es respaldada por el 19,8 por ciento de los encuestados. Mientras que el 69,8 por ciento se opone a que el Estado autonómico evolucione en esa dirección. Hasta los menores de 34 años, los menos conservadores, rechazan la propuesta en un 67,3 por ciento. En la encuesta también son más lo que se declaran contrarios a que sea necesario volver a votar la Constitución española en referéndum. Esto implica avalar mayoritariamente el pacto de la Transición y el modelo de convivencia que entonces se estableció para pasar página de la dictadura franquista.