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Polémica

Cargan contra Interior por permitir el "grave deterioro" de los cuarteles de la Guardia Civil

Edificios en ruinas, desprendimiento de cornisas, desalojos de familias... la falta de inversión pone en peligro a los agentes y sus familias

Primeros trabajos de la demolición del Cuartel de la Guardia Civil de Toledo. La Razón

La falta de inversión del Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, compromete "la seguridad" de los guardias civiles. Y no solo la suya, sino la de sus familias. Una situación que ha sido denunciada ante la Dirección General de la Guardia Civil, JUCIL, que exige saber el estado actual de los edificios y acuartelamientos en los que los agentes desarrollan su trabajo y residen.

Y es que han detectado "un grave deterioro" en muchos de ellos. En su escrito, la asociación advierte de una preocupante falta de inversión en el mantenimiento preventivo y correctivo de estas infraestructuras, lo que compromete tanto la seguridad de los efectivos como la calidad del servicio que prestan a la ciudadanía.

Hay que señalar que muchos de estos inmuebles incluyen pabellones o casas cuartel, viviendas oficiales en las que residen guardias civiles junto con sus familias, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso.

Cuarteles cerrados en los últimos diez años

En la solicitud, firmada por el secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño, se reclama una radiografía completa del parque inmobiliario del Instituto Armado. Entre los datos requeridos se incluyen el número total de instalaciones operativas, su año de construcción, tipología (puestos ordinarios, comandancias, especialidades, etc.), estado de conservación y fecha de las últimas inspecciones técnicas realizadas.

Asimismo, la asociación exige información sobre los acuartelamientos cerrados en los últimos diez años, especificando los motivos -ya sea por deterioro, reorganización operativa o falta de personal-, así como el acceso a cualquier plan de reforma, traslado o clausura actualmente en marcha.

La asociación recuerda que la Benemérita está desplegada en zonas rurales, fronterizas, urbanas y estratégicas, lo que exige una infraestructura amplia, funcional y bien mantenida. "La modernización de los edificios y el cumplimiento de las normativas de seguridad, accesibilidad, eficiencia energética e higiene no son opcionales, sino un deber legal y moral para con los profesionales que los ocupan", subraya Vilariño.

Entre los casos más preocupantes, destacan, a su juicio:

- Toledo, donde se ha iniciado la demolición de varios bloques del acuartelamiento tras años de deterioro estructural y un desalojo precipitado de las familias afectadas.

- Intxaurrondo (Guipúzcoa), que presenta deficiencias graves de habitabilidad, objeto de quejas reiteradas por parte de los agentes.

- Cartagena, con un cuartel que se derrumbó y está siendo reconstruido, pero con menos pabellones para las familias, generando un problema de alojamiento para estas.

- Antequera (Málaga), en estado de ruina, donde ya se han producido desprendimientos de cornisas que incluso han caído sobre vehículos, sin tener que lamentar daños personales.

- Bande (Orense), donde el acuartelamiento está a punto de ser declarado en ruinas.

- Noreña y Avilés (Asturias), ambos también en estado ruinoso, aunque el primero ha sido objeto de unas pequeñas obras únicamente en la planta baja, que no han paliado totalmente la situación.

- Irún (Guipúzcoa), Rollán y Villavieja (Salamanca), entre otros, presentan también deficiencias estructurales severas.

Desde JUCIL subrayan que esta situación vulnera lo establecido en normas como la Ley 38/1999, de Ordenación de la Edificación, el Código Técnico de la Edificación (RD 314/2006) y la Ley 33/2003, del Patrimonio de las Administraciones Públicas. Además, recuerda que la Inspección Técnica de Edificios (ITE) es obligatoria en construcciones antiguas o con incidencias estructurales, aunque su competencia sea autonómica o local.

"La falta de mantenimiento de los acuartelamientos no solo compromete la dignidad del trabajo de los agentes, sino también la operatividad del Cuerpo en todo el país", denuncia la asociación, que insiste en su derecho a participar en la política de personal y condiciones de servicio, conforme a la Ley Orgánica 11/2007.