Terrorismo
Condenadas por terrorismo a tres años de prisión tras un acuerdo con la Fiscalía las dos españolas repatriadas de Siria
El tribunal les aplica la atenuante de confesión tardía y la Audiencia Nacional tendrá que decidir ahora si ingresan de nuevo en prisión
La Audiencia Nacional ha condenado a tres años de prisión por integración en organización terrorista a Yolanda Martínez Cobos y Luna Fernández, las dos españolas repatriadas de Siria junto a sus hijos en enero de 2023, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, que ha reducido a la mitad su petición de condena tras aplicarles la atenuante de confesión tardía.
Ambas han admitido que se desplazaron al territorio controlado por Daesh junto a sus maridos, un integrante de un tribunal yihadista, Omar el Harchi el Fertakh, y un combatiente del Daesh, Mohamed el Amin Aabou (ya fallecido), respectivamente, integrándose en la organización terrorista.
Tras el acuerdo de conformidad, avalado también por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que también ejerce la acusación, las dos acusadas han sido condenadas también a cinco años de libertad vigilada, a la pena de inhabilitación para el ejercicio de cualquier actividad educativa durante el tiempo de la condena y a someterse un programa de desradicalización terrorista.
Tanto Martínez Cobos como Luna -que cubría su cabeza con un hijab- han admitido los hechos que les atribuye la Fialía en su escrito de acusación, la primera visiblemente nerviosa, hasta el punto de que la presidenta del tribunal, Teresa Palacios, ha intentado tranquilizarla. Rebaje su cara de miedo, tranquila, que aquí no nos comemos a nadie", le ha dicho. "Usted tiene derecho a decir si está de acuerdo o no, no esté agobiada".
Tienen pendiente de cumplir otros 16 meses de prisión
La Fiscalía, que pedía para cada una de ellas una condena de seis años de prisión (dos más reclamaba la Asociación Víctimas del Terrorismo), se desplazaron a Siria con "plena voluntad" de formar parte de Daesh, asumiendo el rol reservado para ellas por la organización terrorista en la tareas domésticas y la educación de sus hijos ((cuatro en el caso de Yolanda, mientras Luna tenía a su cargo a ocho menores, aunque cuatro de ellos no eran hijos suyos sino que había asumido su custodia tras morir sus padres en combate) en una visión "radical y extremista" del islam.
La Audiencia Nacional tendrá que decidir ahora si las dos terroristas confesas ingresan en prisión para cumplir su condena -estuvieron ya un año y ocho meses en prisión provisional-. Sus defensas piensan solicitar la suspensión de la ejecución de la pena y lo harán, según las fuentes consultadas, esgrimiendo los años que pasaron en el campo de acogida de Al Hawl, controlado por el Ejército sirio, tras la caída de Baguz, el ultimo reducto del autoproclamado Estado Islámico.
Pero fuentes de las acusaciones replican que el tiempo de estancia en ese campo sirio no puede computarse como de estancia en prisión por no tener la condición de centro penitenciario, por lo que señalan que deberán cumplir el resto de su condena (un año y cuatro meses) a expensas de la posible aplicación del tercer grado cuando cumplan las condiciones para reclamarlo (una vez cumplan cuatro meses más en privación de libertad).
En libertad provisional
Las dos acusadas se encuentran en libertad desde septiembre del pasado año tras pasar en la cárcel más de año y medio -el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó su prisión provisional en enero de 2023-. Entonces, la Sala de lo Penal consideró que ya no existía riesgo de fuga. Sin embargo, la Audiencia les prohibió salir de España, les retiró el pasaporte y les obligó a comparecer una vez por semana en los juzgados
En el auto de procesamiento, Pedraz señaló que antes de desplazarse a Siria voluntariamente junto a sus maridos, una vez proclamado el pseudocalifato en junio de 2014 por Abu Bakr al-Baghdadi ambas habían participado en España en actividades en favor de Daesh, organización en la que se habrían integrado "con plena voluntad".
"Han realizado todas las pautas de conducta que se esperan de la mujer integrada en el Estado Islámico", sostenía el instructor, quien señalaba que educaron a sus hijos "siguiendo las pautas del Daesh, integrándose en dicha organización y asumiendo el rol reservado" para ellas por la organización terrorista.
Durante su estancia en España -aseguraba el magistrado- ambas desempeñaron un rol destacado dentro del grupo de mujeres de los integrantes de la Brigada Al-Andalus, manteniendo contactos con otras mujeres que servían para introducir a las conversas dentro de una visión rigorista del Islam.
Pedraz hizo hincapié en que solo solicitaron ser repatriadas a España tras la caída de la ciudad siria de Baguz, el último bastión yihadista. Ambas fueron localizadas en el campo de acogida de Al Hawl, en el este de Siria, controlado por el Ejército sirio tras la caída de Baguz, por su supuesta condición de combatientes terroristas extranjeros (foreign terrorist fighters). No en balde, estaban en busca y captura internacional por terrorismo desde 2019.
Martínez Cobos es la esposa del supuesto terrorista de Daesh Omar el Harchi el Fertakh, mientras que Luna Fernández se encontraba en ese campo de acogida junto a los cuatro hijos que tuvo con el yihadista, ya fallecido, Mohamed el Amin Aabou, y a otros cuatro menores de dos matrimonios que habrían muerto en combate y de los que asumió su custodia.