Opinión

Un crack

La estrategia de pactos de Sánchez está dejando un mapa desolador en el territorio nacional

18F.- Sánchez da un último impulso a Besteiro y avisa: "La caída de Rueda y Feijóo es como el cambio, imparable"
Sánchez da un último impulso a Besteiro Europa Press

La expectación mayor en las elecciones gallegas se ha centrado en el resultado que obtendrá el BNG el próximo domingo. Aunque Galicia ha cambiado mucho en los últimos veinte años, sigue siendo una de las regiones más conservadoras de España.

Más en las zonas rurales, que siguen siendo mayoritariamente conservadoras, y menos en las ciudades, especialmente las de la costa atlántica, en las que se concentran los votos de la izquierda, pero la victoria popular parece clara. También es una novedad que un candidato del Bloque atraiga todas las miradas. Ana Pontón ha logrado marcar un espacio en la izquierda desde el que recibe votos de Sumar, Podemos y PSOE.

Ha ocultado en un cajón, por motivos prácticos, la reivindicación de la autodeterminación y la independencia de Galicia, ha reunificado al BNG, aplicando puntos de sutura a todas las sensibilidades internas y ha fagocitado a Sumar, dejando en evidencia que Yolanda Díaz es un Bluf.

En cuanto a los socialistas gallegos, se han conformado con ser la comparsa de Pontón y jugar todo a la carta de que el PP no obtenga mayoría absoluta y conseguir la vicepresidencia de la Xunta, obviando que el BNG se envuelve en la bandera de reformas sociales y bienestar económico quitando de los focos la reivindicación secesionista. Siguen rigurosamente instrucciones de Ferraz, que no dudará en pedir la cabeza de Besteiro si el resultado es malo.

Pontón actúa con inteligencia. Sabe que un procés en Galicia al modo catalán, le llevaría al fracaso y deja que el desgaste por los pactos con Puigdemont los tenga el PSdeG. El PP intenta erosionar al BNG señalando a su independentismo, pero la moderación en el discurso de Pontón y su estilo mediático hacen que no tenga éxito. Muy al contrario, la campaña contra Feijóo desde los medios de la izquierda y algunos de la derecha, crean el clima conveniente para que el otro damnificado por la ley de amnistía sea el popular.

La estrategia de pactos de Sánchez está dejando un mapa desolador en el territorio nacional. Ha dado oxígeno al independentismo catalán que estaba en sus horas bajas cuando ni siquiera el electorado independentista apoyaba continuar con el procés. En Euskadi puede situarse en la pole Bildu, todo gracias al barniz institucional que recibe en la Moncloa y, en Galicia, los socialistas son comparsa del BNG, que esperará al momento oportuno para introducir el debate de mayor autogobierno, de la nacionalidad y, por último, de la independencia. Un crack Sánchez.