Política

Melilla

La retirada de las concertinas se retrasa hasta otoño

Los asaltantes creían que al estar en pleno Ramadán habría menor vigilancia del lado marroquí.

Varios de los 52 inmigrantes que han accedido hoy a Melilla
Varios de los 52 inmigrantes que han accedido hoy a Melillalarazon

Los asaltantes creían que al estar en pleno Ramadán habría menor vigilancia del lado marroquí.

Las concertinas de los vallados de Ceuta y Melilla, una de las promesas «estrella» del Gobierno socialista nada más llegar al poder tras la moción de censura contra Rajoy, no serán sustituidas, como pronto, antes del otoño, según informaron a LA RAZÓN diversas fuentes, entre ellas una del Ministerio del Interior.

La demora (el ministro Grande-Marlaska anunció en febrero que las obras se iniciarían durante la pasada campaña electoral, lo que ya suponía un gran retraso) se debe a la «lentitud de la Administración» y a que, en un asunto tan complicado y mediático, las cosas se quieren hacer bien, mediante la articulación de un sistema alternativo eficiente y tras la consulta con los expertos en la materia, en especial los que están «sobre el terreno».

Con todo, ayer quedó demostrado que las concertinas, gracias a los sistemas que han ideado los inmigrantes para saltar los vallados, no son tan lesivas.

De los 52 que lo consiguieron en la de Melilla, solo uno sufrió unos cortes superficiales. Por contra, cuatro guardias civiles resultaron heridos al reprimir la entrada ilegal, alguno por las contusiones causadas con los garfios que se utilizan para trepar el vallado.

La zona por la que se produjo el salto, próxima al aeropuerto de la Ciudad Autónoma, dispone de concertinas que coronan el vallado (lo mismo ocurre con la valla instalada en territorio marroquí). El salto se inició poco antes de las seis de la mañana, aprovechando que los marroquíes (estamos en pleno Ramadán) realizaban una de las dos comidas que hacen al día, en este caso antes del amanecer, con la consiguiente disminución de la vigilancia. Nada más conocer la incidencia, se pusieron a colaborar para abortar el asalto ya iniciado.

Armados con garfios, chaquetones forrados para evitar la acción de las concertinas, tornillos en las zapatillas, etcétera, un primer grupo de unas 25 personas logró pasar a España sin problemas y corrieron hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Sin embargo, los otros 75, del centenar que intentaba el salto, se enfrentaron tanto con los agentes marroquíes como con los guardias civiles, a cuatro de los cuales ocasionaron lesiones mediante contusiones. Al final, un total de 52 lograron acceder a territorio nacional.

Ante la gravedad de las agresiones protagonizadas por algunos de estos individuos, la Guardia Civil procedió a las labores de identificación de los autores y uno de ellos, que, según dijo, es natural de Mali, fue detenido en el CETI por agentes del Instituto Armado. Será acusado de agresión a la autoridad y atentado, entre otros delitos; no se descartan nuevas identificaciones.

La mayoría de los que llegaron al CETI han dicho ser oriundos de Mali, aunque también hay procedentes de Guinea, Burkina Faso y Costa de Marfil, entre otras nacionalidades.

Según un portavoz de la Delegación del Gobierno, «la rápida actuación de las Fuerzas de Seguridad Marroquíes y de la Guardia Civil han evitado que aproximadamente la mitad del centenar que lo intentaban pudiese acceder a Melilla».

Con respecto al herido (los otros 51 no tenían ni un rasguño) fue evacuado a un centro médico con cortes en las extremidades.

En junio del año pasado, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, anunció, como prioridad de su departamento, la sustitución de las concertinas, que en los últimos tiempos se habían convertido, en especial por parte de algunos partidos y ONGs, en algo así como una demostración de inhumanidad hacia los inmigrantes.

Fue la Secretaría de Estado de Interior la que puso en marcha el proceso de sustitución con una resolución en la que se anunciaba la «realización de los trabajos de elaboración de estudio técnico y redacción de propuesta técnica (por valor de más de 70.000 euros) para el refuerzo y modernización» de los vallados «eliminando determinados elementos que conllevan riesgo para la integridad física de las personas».