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Defensa

La Armada española intercepta buques rusos cerca del Estrecho

La Armada española ha reforzado su presencia en el mar ante el paso de buques rusos en zonas de interés estratégico para la defensa nacional

La Armada española intercepta buques rusos cerca del Estrecho AP

La Armada Española ha llevado a cabo una nueva operación de interceptación y seguimiento de buques militares rusos en aguas próximas a España. La actuación forma parte del protocolo habitual de presencia, vigilancia y disuasión, ante movimientos de naves extranjeras que navegan por espacios marítimos considerados de interés estratégico.

Según ha informado el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), la operación ha implicado el despliegue de hasta tres buques de la Armada: el Buque de Acción Marítima Audaz, el patrullero Vigía y el patrullero Serviola.

Un buque ruso de última generación

Entre las unidades de la Federación Rusa que han sido monitorizadas se encontraba la fragata Admiral Grigorovich, un buque moderno que entró en servicio en 2016 y que forma parte de la avanzada flota rusa del mar Negro. Su presencia en aguas próximas a la península ibérica ha encendido las alertas dentro del marco de seguridad europeo.

La interceptación no implica una acción hostil, sino un seguimiento activo y protocolario dentro de aguas internacionales o cercanas a zonas que, sin ser de soberanía directa, España vigila estrechamente por su relevancia estratégica, como el Estrecho de Gibraltar, el Mediterráneo occidental o la costa cantábrica.

Operación de vigilancia estratégica

Las Fuerzas Armadas españolas mantienen activos todos los días unos 3.000 efectivos en operaciones de presencia y disuasión por tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio. Esta estrategia busca garantizar la seguridad nacional, reforzar el papel de España en la OTAN y prevenir posibles incursiones no autorizadas o movimientos sospechosos en entornos sensibles.

La monitorización de buques extranjeros -especialmente de origen ruso- se ha intensificado desde el estallido de la guerra en Ucrania y la creciente tensión entre Rusia y la OTAN. Las armadas de varios países europeos han elevado el nivel de alerta ante la actividad militar rusa en el Atlántico y el Mediterráneo.

Una tendencia al alza en la región

No es la primera vez en los últimos meses que se produce una actuación similar. España ha intensificado su vigilancia naval y aérea en los últimos años, en coordinación con aliados europeos y con los centros de mando de la Alianza Atlántica, ante el aumento de movimientos no comunicados de unidades rusas en áreas sensibles del continente.

Además, la Armada española colabora en misiones internacionales como parte de los compromisos adquiridos con la OTAN, por lo que este tipo de intervenciones se enmarca dentro de una estrategia más amplia de seguridad colectiva europea.

Máxima coordinación y mensaje disuasorio

El seguimiento de buques rusos por parte de la Armada es más que una simple operación técnica. Envía un mensaje claro de vigilancia y control sobre los intereses marítimos nacionales y europeos, y reafirma el compromiso de España con la defensa común frente a cualquier posible provocación.

Por el momento, las autoridades no han ofrecido más detalles sobre la duración del seguimiento ni sobre posibles próximos movimientos de estas unidades rusas, pero todo indica que las misiones de presencia naval continuarán activas mientras se mantenga el contexto de alta tensión internacional.