Presupuestos
La indecisión del Gobierno ante la compra del caza de quinta generación F-35 y F-35B obliga a estirar la vida útil del F-18 y del Harrier varios años más
El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana dos contratos para alargar la operatividad del F-18 hasta 2035, cuando su "jubilación" estaba prevista para el 2030, algo similar a lo que pasa con el caza de la Armada.
El Consejo de Ministros del pasado martes aprobaba, entre otros temas relacionados con el ámbito de la Defensa, la celebración de un contrato para la adquisición de material para el sostenimiento de la flota de cazas de combate F/A-18 del Ejército del Aire y del Espacio. Mediante ese contrato, por un valor estimado de 40.000.000 de euros, se garantiza el suministro de los distintos componentes de estas aeronaves cubriendo todos los elementos logísticos necesarios para su sostenimiento y asegurando con ello su operatividad hasta el año 2035.
Este suministro se realiza en ejecución del programa de Asistencia a la Seguridad de los Estados Unidos de América mediante un expediente que forma parte del programa denominado Foreing Military Sales (FMS) y que es la única vía de obtención de este material.
El año pasado también el Consejo de Ministros aprobó varias partidas en este sentido "imprescindibles para continuar con la operatividad de la misma hasta el año 2035 en que se prevé que sea posible su sustitución por un nuevo modelo".
Sin embargo, en los planes iniciales de las Fuerzas Armadas, el F-18 no debería haber prolongado su vida operativa más allá de 2030, habida cuenta que lleva prestando servicio desde que en 1986 llegaron los cuatro primeros EF-18B Biplazas a la Base Aérea de Zaragoza, integrándose en la recién creada Ala 15. En marzo de 1.989 aterrizaban en la base de Torrejon los 12 primeros F-18 y a finales de octubre lo hacía el ultimo F-18 de los 72 comprados.
En el año 1993 se procede a modernizar la flota de F/A-18 al estandar F/A-18A/B+ lo que equivalía equipararlos casi a los modelos F/A-18C/D de la US Navy, la marina de guerra de los Estados Unidos. Entre 1995 y 2000 se adquieren de segunda mano otros 24 F/A-18 para reemplazar a los F-5 de la base de Morón, aunque después, entre 2001 y 2003 estos aparatos fueron transferidos a la base canaria de Gando para sustituir a los Mirage F-1. Precisamente son estos últimos comprados de segunda mano los que se han empezado a sustituir.
Los Hornet españoles operan como un interceptor todo tiempo el 60% del tiempo, y el restante como un avión de ataque todo tiempo. En caso de guerra, cada uno de los escuadrones de primera línea tomaría un papel principal: el 121 se encarga del apoyo aéreo táctico y las operaciones marítimas; a los 151 y 122 se le asignan las misiones de intercepción y combate aéreo todo tiempo; y el 152 lleva a cabo la supresión de las defensas aéreas enemigas.
Los EF-18 del Ejército del Aire y del Espacio han realizado misiones de ataque a tierra, supresión de defensas aérea enemigas y patrulla aérea de combate en Bosnia y Kosovo, bajo mando de la OTAN, desde el Destacamento Ícaro en la Base Aérea de Aviano (Italia).20 Han compartido la base con otros cazas F/A-18 canadienses y de los Marines estadounidenses. El 25 de mayo de 1993 fue el bautismo de fuego para los F-18 españoles. Dos F-18 y cuatro F-16 de la USAF bombardearon posiciones serbobosnias cerca de Sarajevo. Otros dos F-18 participaron en la operación, pero no llegaron a intervenir en combate. A finales de agosto de 1995, los seis F-18 españoles protagonizaron un ataque contra posiciones serbobosnias. Fueron las primeras misiones de combate real del Ejército del Aire desde la campaña de Ifni-Sahara en 1958.
Relevo del F-18
El Ejército del Aire y del Espacio ya ha comenzado la retirada de los F-18 -modelo F/A-18- en servicio en la base aérea de Gando en Gran Canaria. El sustituto de la veintena de Halcones canarios será el Eurofighter. España cerró con Airbus a mediados de 2021 la compra de 20 Eurofighter (programa Halcón) por unos 2.000 millones de euros que llegarán a partir de 2026.
En las bases peninsulares de Torrejón y Zaragoza el F-18 -versión EF-18M- continuará en servicio hasta 2035. El Ministerio de Defensa ya trabaja en dos programas valorados en 10.750 millones para la compra de un sustituto. Uno de los programas también incluye el relevo de los veteranos Harrier AV-8B+ de la Armada.
El propio Ejército del Aire y del Espacio dio a conocer el pasado año que para reemplazar a los EF-18M apuesta por una solución mixta: otro lote de 25 Eurofighter (programa Halcón 2) y un caza de quinta generación, que debería ser el F-35 y del que, de momento, el Gobierno no ha vuelto a dar una sola pista. Recientemente, Airbus presentó en París Air Show su propuesta para ese proyecto Halcón 2.
Harrier AV-8B+
Algo similar ocurre con el mencionado Harrier AV-8B+ de la Armada, que integra el ala fija embarcada en el portaaviones Juan Carlos I y que debería estar ya en los últimos años de vida. Sin embargo, la falta de decisión del Gobierno a la hora de aprobar la adquisición del F-35B, el caza de quinta generación que sería el único que podría llevar a cabo el despegue y aterrizaje vertical necesario para embarcarse en el buque español, han retrasado, aún más, su jubilación.
Este retraso obligaba a tomar medidas parecidas a las del F-18 para prolongar su vida útil. Así, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos otorgaba a comienzos de este año dos contratos para mantener los aviones McDonnell Douglas Harrier de la Armada española, extendiendo su operatividad hasta el año 2028 en el caso del primero, centrado en sostenimiento estructural y actualizaciones, y hasta el año 2029 en el segundo, que se enfocará en el sistema de armamento. Esta solicitud de apoyo fue realizada por España en el año 2021. El valor total de ambos contratos asciende a más de 25 millones de euros, distribuidos equitativamente en 12,6 millones de euros cada uno, y están destinados a los sistemas operativos del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, así como a las Armadas española e italiana. Ambos acuerdos fueron otorgados a empresas estadounidenses, con el primero asignando la carga de trabajo a St. Louis (Missouri) y Cherry Point (Carolina del Norte), y el segundo a California (Maryland), Patuxent River (Maryland), Filadelfia (Pensilvania) y Cherry Point (Carolina del Norte).
Es notable que el primer contrato especificaba que el mantenimiento se llevará a cabo hasta que los Harrier sean reemplazados por los F-35B. Este proceso ya está en curso para el Cuerpo de Marines y para Italia, pero aún no se ha llevado a cabo en España, a pesar de que el F-35B es actualmente la única plataforma capaz de operar en el LHD Juan Carlos I, reemplazando así a los veteranos Harrier. El Departamento de Defensa de los Estados Unidos explica que este contrato "se basa en planes desarrollados que identifican las opciones de apoyo óptimas para mantener la ingeniería y el apoyo logístico integrado hasta que la flota haga la transición del T/AV-8B Harrier al F-35B Joint Strike Fighter para el Cuerpo de Marines y los requisitos de los gobiernos de Italia y España".
Los contratos han sido adjudicados a las empresas Boeing y Technology Security Associates respectivamente. El primero, con un presupuesto de 12.671.692,30 euros, incluye apoyo continuado postproducción (PPS) para el T/AV-8B Harrier, así como mejoras en la preparación, actualizaciones y corrección de deficiencias y problemas relacionados con la fatiga estructural, con una fecha límite de diciembre de 2028.
El segundo contrato cuenta con un presupuesto de 12.659.555,70 euros y cubre "servicios de gestión de programas, financieros, de ingeniería, logísticos, administrativos, de seguridad y de apoyo técnico para el sistema de armamento AV-8B Harrier para los gobiernos de España e Italia, en apoyo de la Oficina del Programa Conjunto T/AV-8B Harrier". El plazo de este contrato finaliza en abril de 2029.
Si pasado este tiempo el AV-8B+ sigue sin sustituto, algo muy probable teniendo en cuenta que aunque se decidiese la compra del F-35B su entrega tardaría aún unos años pues la lista de espera para el fabricante estadounidense es cada vez mayor, habría que decidir si España se queda sin ala fija embarcada, una pérdida estratégica terrible para nuestras Fuerzas Armadas, o prolonga aún más la vida útil del Harrier, lo cual técnicamente quizás no sea lo más aconsejable dada su antigüedad.
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