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El director de la DGT pide perdón por seguir la nevada en Sevilla «donde hay internet»

«Pido disculpas a todos los que estén molestos porque la tarde de la tremenda nevada estaba con mi familia en Sevilla, una maravillosa ciudad donde funcionan las líneas telefónicas e internet», ha escrito en su perfil de Twitter

Gregorio Serrano en su última comparecencia
Gregorio Serrano en su última comparecencialarazon

«Pido disculpas a todos los que estén molestos porque la tarde de la tremenda nevada estaba con mi familia en Sevilla, una maravillosa ciudad donde funcionan las líneas telefónicas e internet», ha escrito en su perfil de Twitter.

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha pedido disculpas a quienes estén "molestos"de que se encontrara en Sevilla con su familia el día de Reyes y siguiera el colapso de la AP-6 por la intensa nevada desde esa "maravillosa ciudad donde funcionan las líneas telefónicas e internet".

"Pido disculpas a todos los que estén molestos porque la tarde de la tremenda nevada sobre la AP-6 estaba con mi familia en Sevilla pasando el día de Reyes, una maravillosa ciudad donde funcionan las líneas telefónicas e internet", ha escrito en su perfil de Twitter el máximo responsable de la DGT que mañana presidirá el comité de seguridad vial.

Junto al texto, Serrano adjunta uno de los mensajes difundidos por Tráfico y que él retuiteó el mismo día 6 a las seis de la tarde en el que se advertía de los problemas en la AP-6 y la AP-61 y la recomendación de "no circular por esa zona salvo necesidad".

Ayer mismo el PSOE pidió la destitución de Serrano por su "nefasta"gestión de la nevada que dejó a miles de conductores atrapados la noche del día de Reyes en la AP-6, en tanto que el Gobierno culpa a la concesionaria de la autopista de la situación.

Desembarcó en la DGT procedente de Sevilla para sustituir a María Seguí (que dicen que ni se despidió de sus más allegados) y desde su nombramiento, en noviembre de 2016, ha estado en el centro de la polémica. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y profesor de Derecho Tributario y Financiero de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la queja generalizada en el ámbito del tráfico y la seguridad vial es que «es un hombre que se nota que no conoce el sector». Cercano y de carácter afable, tiene un perfil político y es amigo personal de Juan Ignacio Zoido (ha sido teniente de alcalde y delegado de Empleo, Economía y Fiestas Mayores y Turismo del año 2011 al 2015 en el Ayuntamiento de Sevilla) pero su gestión no siempre ha sido del agrado de todos.

El primer «encontronazo» lo tuvo con la Guardia Civil por la supuesta cesión de una vivienda de la Benemérita para su disfrute gratuito, un piso en una zona céntrica de Madrid en la que se había puesto en marcha una obra por valor de 50.762 euros pagados con dinero público.

Entonces Serrano negó toda irregularidad y aseguró que no había ocupado ninguna vivienda de la Guardia Civil, ni hubo adjudicación «por la cara» y menos de manera gratuita. Entonces ya tuvo que dar numerosas explicaciones.

Otro de los asuntos más peliagudos que tuvo que abordar fue la huelga de los examinadores de tráfico que duró cinco meses, el conflicto más largo de la administración. Durante este tiempo, más de 167.000 personas se quedaron sin examinarse y más de 130 autoescuelas tuvieron que cerrar al verse salpicadas por el conflicto. Y es que el sector dejó de ingresar más de 80 millones de euros. Se acabó resolviendo en el Congreso.

Tampoco los datos de siniestralidad avalan su gestión. 2017 cerró con un saldo de 1.200 personas fallecidas en los 1.067 accidentes ocurridos en las carreteras españolas. Estas cifras, relativas sólo a accidentes en vías interurbanas y contabilizados en las 24 horas siguientes a producirse el siniestro suponen 39 muertos más y un aumento de 28 accidentes con relación a las cifras de 2016. Para colmo, es el peor dato desde el año 2013. La operación Navidad tampoco ha ido bien. Ayer se cerró con 12 muertos más que el año pasado. Ahora Serrano vuelve a estar en el ojo del huracán por el caos desatado en la AP-6 que seguía desde Sevilla, pese a que la fecha coincidía con la «operación retorno de Navidad». «No dimito», comenzó diciendo. Pero ayer acabó poniendo su cargo a disposición de sus superiores.