“Los compañeros van a tener que dormir en camastros minúsculos, tipo litera. En espacios abiertos, sin intimidad, que se comparten con miembros de Protección Civil. Sobre colchones viejos, rotos, sucios, malolientes. Vamos, unos “destroza espaldas” que van a garantizar que nadie pueda descansar durante esa salida”.

De esta manera describe la Confederación Española de Policía (CEP) la situación en la que se encuentran los agentes de la UPR que se han desplazado a la isla de La Palma con motivo de la bajada de la Virgen de las Nieves, que se celebra cada cinco años y que “no ha podido pillar de sorpresa a nadie” en lo que se refiere al refuerzo de la seguridad ciudadana.

“¿A quién se le ha podido ocurrir esta brillante idea? ¿Qué mente privilegiada y preclara se cree que a los policías se les puede meter a dormir en cualquier parte? Si hay que juzgar la calidad del alojamiento por esos catres mugrosos, infectos e indignos ya tenemos todos claro que la nota es un cero. ‘Enhorabuena’ a quien haya planificado y ejecutado este despropósito, que en cualquier otra circunstancia sería motivo suficiente para que rodase alguna cabeza”, agrega.

“De un tiempo a esta parte hay algunos mandos que no entienden qué es liderazgo ni aunque se lo dibujes en una pizarra. Y el deber, la obligación del jefe provincial de Tenerife es que los policías presten servicio en unas condiciones dignas. La dignidad no es una graciosa concesión ni un regalo. Es la que merecen los compañeros, como también merecen previsión en un despliegue de sobra conocido. Si tan buena ha sido esta solución, le animamos al comisario provincial de Tenerife a que se coja hoy mismo un barco y duerma con sus hombres en ese acuartelamiento durante todas las salidas que se hagan. Vamos a ver si así entiende que mandar es más que ordenar”, subraya.