Terrorismo
La detenida en Valladolid tenía dos millones de archivos yihadistas
Los agentes se incautaron de miles de vídeos, 100.000 registros de comunicaciones de mensajería y pelucas para huir
Dos millones de documentos de carácter yihadista tenía en sus archivos Michel Vanessa T. M., detenida el pasado día 11 por agentes de la Guardia Civil en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero. Estaba a punto de fugarse a Alemania, donde tenía contactos, con el fin de eludir la acción policial, según han informado a LA RAZÓN fuentes jurídicas. Nacida en julio de 1990, ha ingresado en prisión. Es, según los investigadores, un claro caso de adoctrinamiento, como el que experimentó el yihadista de Algeciras que el pasado enero asesinó a un sacristán y estuvo a punto de hacer lo propio con un sacerdote.
Durante los registros realizados por los agentes en su domicilio, fueron encontrados diversos dispositivos (teléfonos, ordenadores, memorias, tablets...).
En un cajón de una cómoda había una bandera negra con caracteres árabes en blanco y negro cuyo significado es la «shahada», considerada la bandera de la yihad, y un libro respecto a la unicidad en idioma árabe de Mohamed Ben Abdelwahhab, fundador del wahabismo.
Los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil analizan en estos momentos toda la documentación intervenida, conformada, además de por los dos millones de documentos, por 100.000 registros de comunicaciones de mensajería, unos 3.000 vídeos así como otros 5.000 documentos de otro tipo.
Su detención se precipitó tras tenerse indicios de que pretendía abandonar el territorio nacional. Este extremo se confirmó al comprobar que la arrestada había realizado varias consultas en internet interesándose en un viaje a Alemania desde Valladolid.
Además, los agentes encontraron dos pelucas, que pudieran ser utilizadas para llevar a cabo algún tipo de cambio de apariencia, con la finalidad de pasar desapercibida en una eventual huida. Era más que probable la realización de ese viaje, fundamentado en las búsquedas que realizó en Google este mes: «Bus Valladolid Alemania» y «tren Valladolid Alemania».
Envíos de divisas
Asimismo, se han encontrado en sus dispositivos numerosos documentos de identidad, incluyendo personas de origen iraquí supuestamente residentes en Austria y Grecia, y de una familia relacionada con su supuesto marido, a quienes había realizado diversos envíos de divisas.
La detenida compró un teléfono tipo analógico, marca Telefunken modelo Senior, sin conexión a internet, que no ha sido encontrado durante el registro y cuyo uso final se investiga en estos momentos.
Por otra parte, fuentes antiterroristas consultadas por este periódico subrayan la importancia de la operación, que hay que enmarcarla en la acción preventiva que se realiza a diario. Este tipo de operaciones suelen pasar desapercibidas para la opinión pública, que no les da mayor importancia y que solo se acuerda del yihadismo, una amenaza real y creciente, cuando los terroristas logran alcanzar sus fines criminales, momento en el que produce la general alarma.
Alguien, siempre bajo el principio de la presunción de inocencia, que reúne dos millones de documentos, a los que hay que sumar miles de vídeos de carácter yihadista, no es para coleccionarlos, sino dentro de la estrategia de captación que desarrollan las bandas terroristas con el fin de captar adeptos, en este caso lo que parece una conversa al islam.
Pese a los esfuerzos que se realizan a diario para anular las redes yihadistas, lo cierto es que los sus responsables se valen de otros canales distintos a los habituales, como Telegram, Twitter o Facebook, para difundir sus proclamas.
Propaganda islamista
En sus canales, son constantes los llamamientos a los afiliados para que se redirijan hacia esas nuevas vías de comunicación con la advertencia de que los que actualmente utilizan pueden ser cerrados en cualquier momento.
Las recientes operaciones realizadas en estados Unidos por agentes encubiertos del FBI, que se hacían pasar por dirigentes del Estado Islámico, y lograron abortar intentos de atentado y envíos de dinero y de logística a terroristas sobre el terreno, han encendido todas las luces de alarma entre los yihadistas, que ya no saben de quién fiarse.
Esta lucha que se desarrolla en espacio ciber es tan importante como lo puede ser la desarticulación de una célula operativa o de un actor, lobo solitario, dispuesto a pasar a la acción. Sin las proclamas, sin la propaganda que inunda las redes, el yihadismo no sería nada salvo en algunos países en los que mantienen un alto de nivel de actividad operativa, como en el Sahel, Somalia, Mozambique o Afganistán.
Es desde estas naciones desde las que se lanzan muchas de las campañas que después terminan en domicilios de ciudadanos occidentales, como el de Michel Vanessa, la detenida en la localidad de Tudela de Duero.
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