Estrategia

Díaz busca blindarse en Moncloa ante el órdago de Podemos

Descarta que sus negociaciones las pilote el PSOE por su crisis con los morados. En el Ejecutivo limitan el alcance de la batalla hasta las europeas

MADRID, 14/01/2024.- La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, participa en un acto de la coalición con el que inicia un año marcado por las elecciones europeas, gallegas y vascas. EFE/JuanJo Martín
MADRID, 14/01/2024.- La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, participa en un acto de la coalición con el que inicia un año marcado por las elecciones europeas, gallegas y vascas. EFE/JuanJo MartínJuanJo MartínAgencia EFE

La vicepresidenta Yolanda Díaz fue la gran damnificada la pasada semana en la agónica negociación de los decretos del Gobierno en el Senado. Su reforma del subsidio por desempleo fue la única que decayó y fue la propia ministra de Trabajo quien tuvo que asumir una derrota parlamentaria que si bien se preveía común para todo el Ejecutivo, finalmente se limitó a una crisis delimitada a su propia acción y papel como negociadora con el resto de socios, en especial con Podemos, que fue quien tumbó la reforma estrella de la ministra gallega.

El resultado de la votación acabó señalando a la propia vicepresidenta en el Gobierno, que era quien quedaba debilitada por el fracaso de su ley estrella. En el Ejecutivo han avisado ya en alguna ocasión a la vicepresidenta de su error porque «no está siendo capaz» de controlar a sus exsocios de coalición y también han pedido reiteradamente a la vicepresidenta que aflojara la tensión con los morados para evitar que traten de boicotearles en el futuro.

El malestar ha llegado a Moncloa e incluso en público los ministros del PSOE han dado consejos a Díaz para sobrellevar su pugna con Podemos. «Se requiere de mucha paciencia, de mucho diálogo y de mucho entendimiento», en palabras de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Tanto en PSOE como en Sumar creen que el episodio vivido la pasada semana en el Senado puede repetirse en más de una ocasión y es por eso que en el Ejecutivo apremian a Yolanda Díaz a tratar de solucionar cuanto antes sus cuitas internas con Podemos para garantizar la estabilidad durante la legislatura. De hecho, los socialistas trataron hasta el último minuto de salvar el decreto de Yolanda Díaz en el Senado, interesándose en la negociación entre Trabajo y Sumar. Finalmente, del resultado quedó un ganador, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, que veía aprobado su decreto ómnibus y el escudo social y, una perdedora, Yolanda Díaz. Este revés acentúa el perfil de Bolaños como negociador de la legislatura para salvar al Gobierno y le otorga legitimidad en cualquier iniciativa que se traslade al Congreso.

Frente a eso, en Sumar descartan la posibilidad de que el PSOE negocie en boca de la vicepresidenta Yolanda Díaz sus propias competencias en el Congreso de los Diputados. La propia líder de Sumar lo negó en una entrevista en Espejo Público donde aseguró que son las vicepresidentas las que «coordinan» la acción de Gobierno. En el partido también se blindan ante la posibilidad de que el Ejecutivo asuma las competencias negociadoras y echan un pulso al propio Gobierno y a Podemos. «La acción del Gobierno la coordinan las vicepresidentas y las competencias son de los ministerios. Y son los ministerios los que lideran las negociaciones sobre sus propias materias», zanjó el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun.

De esta manera, Sumar busca blindarse ante Moncloa y también ante Podemos y demostrar su labor negociadora. El mensaje que trasladan es contundente y tiene por objeto evitar volver a salir damnificados de una negociación con los socios y que ésta pueda repercutir a la influencia de la vicepresidenta segunda en el Gobierno. Es la próxima prueba de fuego para Sumar en Moncloa, donde la vicepresidenta debe lidiar con varios fuegos cruzados; los abiertos por Podemos, que buscarán condicionar a la ministra y, a la vez, tratar de matar el relato instaurado por el exlíder morado, Pablo Iglesias, quien señala a Díaz por aceptar un Gobierno «en el que solo manda Sánchez».

Su próximo examen será el de la negociación, primero con los agentes sociales, y después con los socios de legislatura, de la reducción de la jornada laboral. Es una de las grandes propuestas que la vicepresidenta vendió en campaña electoral y que arrancó finalmente al PSOE en la negociación del pacto del gobierno de coalición.

Mientras, en el Ejecutivo rebajan la disputa entre PSOE y Sumar. Aseguran que Díaz cuenta con el respaldo del presidente y ponen espacio y tiempo al fin de la «agonía» que produce Podemos en las votaciones. Fuentes gubernamentales creen que una vez sucedan las elecciones gallegas y europeas, los morados cesarán en su pugna con Díaz. «Una vez que le han dado un toque de atención (con la reforma del subsidio por desempleo), no tumbarán todo», se explican. No ven en Moncloa a Podemos votando siempre de color idéntico a PP y Vox; es decir, en contra, resumen.