Cataluña

El 155 devuelve al PSOE a la división de las primarias

Históricos como Guerra critican la posición de Pedro Sánchez

El 155 devuelve al PSOE a la división de las primarias
El 155 devuelve al PSOE a la división de las primariaslarazon

«En Cataluña hay un golpe de Estado y hay que actuar contra ellos, no se puede negociar con golpistas». Con estas palabras, aliñadas con «el PSOE tiene que votar a favor de la aplicación del 155» y retirar la reprobación de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se despachó Alfonso Guerra en Más de Uno de Carlos Alsina en Onda Cero. El ex dirigente socialista se sumó al malestar existente en el PSOE ante la postura de Pedro Sánchez. Un malestar que parece recordar que algunos en el partido socialista no son capaces de superar las primarias y mantienen las espadas desenvainadas contra el liderazgo de Pedro Sánchez.

Primero fue Susana Díaz, que apoyó una resolución de Ciudadanos en el Parlamento andaluz que no fue apoyada en el Congreso de los Diputados por el PSOE. Y segundo, algunos diputados como el ex presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que cuestionó públicamente la reprobación de la vicepresidenta porque aunque «se gestionó muy mal» el 1 de octubre considera que hay que apoyar al Gobierno «frente a la desobediencia, deslealtad y rebeldía antidemocrática de la Generalitat».

Sin embargo, a pesar de estas críticas, en la calle Ferraz se mantiene la calma ante una situación cada día más envenenada. Pedro Sánchez se entrevistó el lunes en La Moncloa con Mariano Rajoy, con el que mantiene una constante relación telefónica. En este encuentro, afirman fuentes conocedoras de la reunión, el líder socialista trasladó al presidente del Gobierno el apoyo total del PSOE ante el desafío catalán al Estado de Derecho, aunque también le advirtió de que el PSOE mantendría su propio discurso.

Según estas fuentes, el presidente Rajoy entendió la postura del líder socialista. El máximo responsable del Ejecutivo, sin embargo, no le planteó al líder socialista ninguna propuesta concreta porque dijo que estaba estudiando la situación. Los socialistas consideran que es totalmente compatible apoyar al Estado de Derecho y defender sus propias posiciones porque «unidad no es uniformidad». Para la dirección del PSOE se puede estar a favor del Estado de Derecho, dando cobertura política a las propuestas del Ejecutivo que eviten la ruptura de España, al tiempo que se puede criticar la acción de gobierno.

Con esta posición, Sánchez se negó a participar en la mesa propuesta por Podemos porque ahora este diálogo parece imposible ante la irredenta línea de actuación de Puigdemont que lo llevará en días a realizar la Declaración Unilateral de Independencia. Además, los socialistas no quieren mezclar al debate político catalán un segundo debate, que obsesiona al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que es la expulsión del Partido Popular de La Moncloa. En esta línea, Pedro Sánchez ya dijo hace unos días que en el «1-O no se trata de echar a Rajoy, sino de romper la unidad de España», afeando a los morados su posición ante el referéndum catalán. Para el PSOE, hay que aunar la defensa del Estado de Derecho y la negociación de una salida, que debe hacerse sin amenazas secesionistas y con un mínimo sosiego. Por eso, el PSOE apuesta por llevar el diálogo a la Comisión creada en el Congreso de los Diputados siempre y cuando no se rompa la unidad y la cohesión territorial.