Ministerio de Justicia

El Gobierno cierra filas y el PSOE apoya el reproche al CGPJ

Rajoy no le dejará caer, pero la nueva polémica agita el desconcierto por la falta de estrategia.

Rafael Catalá, con sus manifestaciones sobre el juez discrepante de «La Manada» se encontró con el rechazo unánime de jueces y fiscales, pero con el apoyo del principal partido de la oposición
Rafael Catalá, con sus manifestaciones sobre el juez discrepante de «La Manada» se encontró con el rechazo unánime de jueces y fiscales, pero con el apoyo del principal partido de la oposiciónlarazon

Rajoy no le dejará caer, pero la nueva polémica agita el desconcierto por la falta de estrategia.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no dejará caer al ministro de Justicia, Rafael Catalá, por la polémica por sus declaraciones contra el juez Ricardo González, que emitió un voto particular en la sentencia de La Manada en el que pidió la absolución para los cinco acusados de la violación de una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016. Rajoy ha sostenido a sus ministros reprobados por el Congreso de los Diputados, entre ellos Catalá, y esta posición no va a cambiar en la recta final de la Legislatura «por muy difícil que se pongan las cosas», precisan fuentes solventes. El jefe del Ejecutivo mantendrá el cierre de filas oficial y esperará a que escampe, aunque esto implique cargar con un mayor desgaste.

La polémica que ayer desataron las declaraciones del ministro de Justicia en la Cope fueron recibidas con desconcierto dentro del Ejecutivo y en el partido. La situación empieza a ser vista en el PP como una «maldición», donde «hasta lo que hacemos bien acabamos haciendo que parezca que lo hemos hecho mal», describía ayer un miembro del Comité de Dirección del PP. Con independencia de que se comparta la crítica hacia el voto particular, de puertas adentro reconocen que las declaraciones de Catalá son «una bomba de relojería» que echan tierra sobre la decisión de tomar la iniciativa para responder al malestar social y valorar si cabe introducir reformas en el Código Penal que acoten el margen de interpretación jurídica sobre lo que se entiende por violación. La línea oficial la marcó el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, quien, después de que surgiera el debate por las declaraciones de Catalá, advirtió de que «sin duda alguna todas la víctimas deben tener el respaldo psicológico, moral y legal, una víctima como esta mujer también lo debe tener». En esto justificó la posición de su compañero de Gabinete.

A Catalá le llegó un apoyo inesperado de las filas socialistas. La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Margarita Robles, advirtió de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) debió haber emprendido alguna actuación ante el retraso del tribunal a la hora de emitir la controvertida sentencia del caso de «La Manada» y ante el voto particular del juez Ricardo González, en el que, a su juicio, se ofende a la víctima.

De esta manera Robles valoró las declaraciones del titular de Justicia, respecto a que el CGPJ debía haber actuado antes porque «todos saben que tiene algún problema singular».

En su opinión, que el tribunal haya tardado más de cinco meses en emitir la sentencia del caso no es habitual en una causa de este tipo con presos, y por eso insistió en que el CGPJ tenía que haber tomado cartas en el asunto. «Cuando el CGPJ ve un retraso evidente y claro como el que se estaba produciendo tenía que haber hecho algún tipo de actuación o de seguimiento. Ahora no puede ponerse de perfil». También resaltó que el contenido del voto particular contiene ofensa a las víctimas y el Consejo no permite utilizar los procedimientos para menospreciar e insultar a la víctima de un delito. Respecto a las declaraciones de Catalá, entiende que las ha hecho «con conocimiento de causa» y que el CGPJ debería dar explicaciones de por qué no realizó un seguimiento y por qué tardó tanto la sentencia. La portavoz socialista es magistrada en excedencia y ha formado parte del CGPJ.