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«Erasmus» policial contra el terrorismo

LA RAZÓN comparte un día de instrucción con los guardias civiles y gendarmes franceses que durante nueve meses se preparan en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid) en un programa de seguridad pionero en Europa

Las clases de intervención operativa son conjuntas. Guardias civiles –de verde– y gendarmes franceses –de camuflaje– practican la forma de reducir y engrilletar a un delincuente. Fotos: Jesús G. Feria
Las clases de intervención operativa son conjuntas. Guardias civiles –de verde– y gendarmes franceses –de camuflaje– practican la forma de reducir y engrilletar a un delincuente. Fotos: Jesús G. Ferialarazon

LA RAZÓN comparte un día de instrucción con los guardias civiles y gendarmes franceses que durante nueve meses se preparan en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid) en un programa de seguridad pionero en Europa

Seiscientas horas conjuntas por la seguridad nacional. Durante nueve meses la Guardia Civil y 117 gendarmes franceses se instruyen en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid) en un «erasmus» policial con mucha acción donde la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, control de los flujos migratorios, y el conocimiento mutuo, forman parte del temario. Al mando de la dirección del centro está el coronel Rafael Morales quien destaca la importancia de este intercambio. “Si tenemos buenos guardias y gendarmes base, serán buenos en sus respectivas especialidades”. El Rey Don Felipe les visitó el pasado miércoles y se interesó por las comisarias compartidas y el intercambio de información.

En el patio de armas los jóvenes guardias «polillas» –como se les conoce– marcan el paso siguiendo las huellas que sus padres y abuelos trazaron con el honor como divisa. Dos rotondas a la entrada recuerdan a los jóvenes guardias Fernando Trapero y Raúl Centeno, asesinados por ETA en Capbreton. Y es que la «alta cualificación» sobre todo en la lucha contra el terrorismo ha convertido a la Guardia Civil en un «referente internacional». España y Francia están hermanados en combatir una nueva amenaza: el terrorismo yihadista. Por ello, la Gendarmería Nacional y el Instituto Armado trabajaron en este proyecto de formación común que firmaron el ministro del Interior de Francia y el de España el 23 de agosto de 2017, en París. Ambos Cuerpos aunan su pericia en sus ámbitos de excelencia. La Gendarmeria en policía técnica y científica o intervención profesional; la Guardia Civil en la lucha contra el terror (artefactos explosivos improvisados, NRBQ, combatir a ETA...) y fraude documental.

El comandante gendarme Christophe Lasgleyzes destaca que lo más importante de este intercambio es «el conocimiento proporcional y conjunto» de ambos Cuerpos. «Aprendemos mucho de la Guardia Civil y también les damos mucho. Tenemos numerosas diferencias, esa es la riqueza de esta misión». Éste es el primer intercambio que se hace en Europa, un programa de estudios policiales que asegura «está funcionando de maravilla» y que si continúa así apuestan por fomentarlo con otros países como Italia o Portugal. «Lo más importante que tenemos que aprender de España es su lucha contra el terrorismo, es algo que nos interesa mucho», destaca.

Clases de tiro, defensa personal, instrucción policial, investigación, derecho penal y procesal, protección y seguridad ciudadana, prevención y lengua extranjera son algunas de materias de las que se examinan los alumnos y cuentan con profesorado de ambos países. Además, los franceses posen un nivel alto de español. Los guardias son más jóvenes –entre 18 y 24 años– los gendarmes tienen edades entre 24 y 31 años. El proyecto permite la plena formación de los alumnos para que estén operativos cuando vayan a incorporarse en su primer destino. “Tendrán que hacerse cargo de una patrulla y analizar una situación en poco tiempo para que puedan reaccionar y a veces dar órdenes”, recuerda Lasgleyzes.

Prácticas de tiro

Divididos en tres grupos de trabajo los guardias jóvenes comienzan con el día con una clase práctica de tiro. Entrenan con munición real, inerte –el “tiro en seco”¬- y el montaje y desmontaje del arma. Hay diferencias entre ambos Cuerpos por lo que para ello se entrenan por separado. Los guardias civiles emplean la Beretta y deberán cargarla en pocos segundos sin embargo, los franceses disparan con una Sig sauer y guardan siempre una bala en la recámara. A la hora de actuar «depende» de la situación de peligro inminente. Ambos estados tienen reglado a qué zonas disparar en caso de amenaza.

Dan mucha importancia a los bloques de “formación militar” y “defensa operativa” en un curso donde prima la práctica por encima de la teoría ya que deberán ejercitar todo lo que vean en las aulas. En la clase de intervención operativa ambos Cuerpos comparten técnicas. Uso de armas intermedias y extensibles, técnicas dinámicas, defensa personal para reducir al delincuente, cómo engrilletar... Aprenden a usar tambin al arma de la comunicacin, algo a lo que dan mucha importancia. El Teniente Cano, profesor de intervención operativa subraya la importancia que tiene la comunicación verbal porque «no se puede intimidar a un ciudadano». En esta área hay un 10% de diferencia entre ambos países. «La pedagogía española es buena, nos viene bien conocer sus normas en seguridad», destaca el oficial gendarme Fabrique.

Los guardias entrena con el arma reglamentaria sin munición al cinturón, los franceses con el arma «pitufa», una pistola azul que simula a la real y les hace adaptarse a portarla mientras acometen otras actuaciones.

En el campo de fútbol, los alumnos de este «Erasmus» policial realizan un simulacro conjunto de peligro real en zonas de gran afluencia y cómo intervenir ante un ataque terrorista. La disciplina, la pericia y las horas de instrucción conjunta serán parte del éxito de la seguridad nacional.

Un acuerdo de cooperación que dura 20 años

Fue en julio de 1998 cuando se firmó entre Francia y España el acuerdo de Blois en el marco de la cooperación transfronteriza en materia de policía y de aduanas. De igual modo, España y Francia son ambos miembro de la FIEP (asociación de fuerzas de policía y gendarmería europeas y mediterráneas con estatuto militar) y de la Fuerza de Gendarmería Europea (asociación que se encarga de la gestión de las crisis exteriores).

Tienen comisarías compartidas en los puestos fronterizos y aseguran que ellos pueden aportar mucho a los guardias civiles ya que cuentan con seis fronteras. – En las zonas fronterizas (cooperación transfronteriza, brigadas europeas) y en el extranjero, la lucha contra el terrorismo zona del Sahara y del Sahel). En España hay cuatro. Destacan la de La Junquera (Cataluña) y la de Hendaya (País Vasco) donde se suman los Mossos y la Ertzaintza respectivamente.

España, pionera en el tratamiento a las víctimas

Otra de las ramas en la que España es pionera es en el tratamiento a las víctimas. De manera conjunta guardias y gendarmes estudiantes asisten a la conferencia del capitán Arribas quien les subrayó que “el daño no se agota desde que se produce el delito sino que se prolonga más allá”. Les recordó que entre las pautas importantes está el “derecho a la dignidad” de la víctima, evitar que tengan contacto en el proceso con su agresor así como “no hacer hincapié en la herida” en un interrogatorio sabiendo cómo preguntar y yendo siempre a lo esencial.

Gastronomía mediterránea y ocio

La inmersión policial entre los guardias y gendarmes también se deja notar en el comedor del Colegio donde la comida española tradicional es la protagonista, aunque con algún matíz frances.En el menú judias blancas y tortilla francesa con queso y york o ensalada de pasta. Se sientan entremezclados y reconocen que están aprendido también a perfeccionar el idioma.

Comparten horas de ocio, organizan competiciones deportivas los fines de semana abiertas al público o salen a tomar algo por las tardes, pero insisten en que tienen muchos exámenes y poco tiempo. “Lo importante es la misión que hemos venido a cumplir”, destacan.