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Política

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ERC profundiza la crisis de Iglesias con fichajes de Colau

Alamany y Nuet negocian con Esquerra para integrarse en la candidatura del 28-A

Pablo Iglesias junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en un acto de campaña / Efe larazon

Alamany y Nuet negocian con Esquerra para integrarse en la candidatura del 28-A.

La crisis de Podemos llega a Cataluña. La formación morada en esta comunidad apenas es relevante porque desde la fundación de Podem se ha visto inmersa en crisis concatenadas y sus secretarios generales apenas duran unos meses. La estabilidad a la formación de Pablo Iglesias se la daban los Comunes, liderados por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Ahora esa estabilidad toca a su fin porque los Comunes hacen aguas atravesando una de sus peores crisis. Una crisis que puede descabalgarlos de la primera posición en las Generales y que pone en serio riesgo retener la alcaldía de Barcelona.

La corriente Soberanistas, liderada por la diputada del Parlament Elisenda Alamany, ahora diputada no adscrita porque abandonó la disciplina de los Comunes, y EUiA –Izquierda Unida y Alternativa, la marca de Izquierda Unida de Alberto Garzón en Cataluña– abandonan el barco. En estos días Alamany y el líder de la IU catalana, Joan Josep Nuet, están negociando a marchas forzadas con Esquerra Republicana –su partido, el Partido de los Comunistas ya le ha dado el visto bueno– para incorporarse a las listas de las elecciones del 28 de abril. Nuet, miembro de la Mesa del Parlament durante el 1-0, está procesado junto al resto de la Mesa por aquellos acontecimientos.

Los Comunes atraviesan una profunda crisis desde la marcha de su máximo dirigente, Xavier Domènech, que abandonó la política por los continuos enfrentamientos internos. Los primeros damnificados fueron los miembros de Iniciativa per Catalunya, que han sido relegados de la primera línea, pero no han sido los únicos, como el caso de Lluís Rabell, Joan Coscubiela o Joan Herrera, este último en el gobierno de Pedro Sánchez. Albano Dante Fachín, líder de Podemos, abandonó la formación dando un sonoro portazo. Se especuló con su acercamiento a ERC, aunque se ha alineado más con los planteamientos de la CUP. Ninguna de las dos organizaciones le ha dado cobertura. Los enfrentamientos en el territorio entre las diferentes facciones se han agudizado en los últimos meses y han llevado a una situación en la que en más de una docena de grandes ciudades competirán dos listas –en algún caso tres– que se consideran herederas de la formación de Pablo Iglesias.

La crisis se ha ido agravando en los últimos días. Nuet y Alamany no han escondido, ni mucho menos, sus intenciones de romper lazos con los Comunes lanzando duras críticas a Colau y acercarse a ERC. Los republicanos los han recibido con los brazos abiertos para hacer buena la tesis que defiende Oriol Junqueras de «ampliar la base del soberanismo», con el objetivo de tener una mayoría independentista y romper «la política de bloques iguales». En palabras de Joan Tardà, «una Cataluña no puede imponerse a la otra mitad».

Los negociadores han comunicado a Oriol Junqueras el estado de las negociaciones en la misma sala del Tribunal Supremo para recabar su visto bueno. Todo apunta que a finales de esta semana se haga público el acuerdo final en el Consell Nacional republicano que, en opinión de uno de estos negociadores, tendrá «alguna sorpresa importante». Se da por hecho que los Comunes rebeldes se integrarán en la lista de generales, pero es muy posible que el acuerdo llegue también a las listas de la ciudad de Barcelona, todo un torpedo en la línea de flotación de Colau. En estas últimas horas se han intensificado las negociaciones que llevarán a los líderes de los Comunes escindidos a las listas, Alamany y Nuet, a las listas republicanas. Habrá que ver en qué puestos y en qué listas, tema todavía no cerrado. Tampoco se descartan según fuentes de la negociación acuerdos en listas municipales de otras ciudades catalanas, además de Barcelona, donde los podemitas tienen listas enfrentadas.

Nuet y Alamany representan el sector más soberanista de los Comunes. Su marcha ha encendido todas las alarmas en el entorno de Ada Colau que puede perder su primera posición en las generales y, aún peor, la alcaldía. Su formación se está disolviendo como un azucarillo por las continuas crisis. De hecho, Colau ha impuesto a un independentista en la lista del 28-A. Jaume Asens, concejal de Barcelona, defensor de los etarras de Hipercor que asesoró a Puigdemont para fugarse a Bruselas. Asens es para Colau y para Iglesias el muro de contención ante la más que previsible pérdida de votos y escaños. La crisis es tan aguda que Asens ha sido impuesto en una asamblea en la que registró más votos en blanco que apoyos. Apenas votaron unas setenta personas que no podían votar en contra. En las últimas elecciones generales, Podemos-Comunes obtuvieron 12 diputados. El 28-A sus perspectivas los sitúan en un tercer puesto tras los republicanos y los socialistas que recuperan terreno. Las previsiones dejan con entre 6 y 8 diputados a los morados. Sin embargo, el principal temor de Colau es perder la alcaldía de Barcelona. Su pérdida podría suponer la ampliación de esta crisis que pondría en cuestión su liderazgo y la propia continuidad del partido de Colau, los Comunes, como fuerza política.

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