Terrorismo
ETA, el chantaje como oficio: el asesinato del capitán Martín Barrios
Los pistoleros pedían la liberación de unos compinches que habían asalatado un cuartel militar y lograron que parte de sus panfletos mfueran difundidos por los medios de comuicación...sin resultado
El chantaje como oficio. A ETA no le salieron bien los secuestros para lograr algunos de sus objetivos, salvo los económicos, pero ese es otro asunto del que habrá que hablar en su momento. Tal día como hoy, de 1983, una de las ramas de la banda terrorista asesinó en Vizcaya al capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, al que los pistoleros habían secuestrado 13 días antes, periodo en el que mantuvieron a España en una gran situación de tensión, que se repetiría años después con el secuestro de Miguel Ángel Blanco.
El Gobierno socialista llegó a mandar a un grupo operativo de los GEOs a Francia para secuestrar al responsable del secuestro y canjearlo por el militar, pero fueron sorprendidos y detenidos por las Fuerzas de Seguridad galas. Rafael Vera, directos de la Seguridad del Estado entonces, ha reconocido, en un artículo publicado recientemente en LA RAZÓN, las órdenes que se dieron con el fin de salvar la vida al uniformado.
El 5 de octubre, Martín Barrios salió de su de casa para ir a trabajar en el gobierno militar de Bilbao. Llamaba a su esposa todos los días a las 10 de la mañana, pero ese día no lo hizo y se dio la alarma. Su coche fue encontrado cerca del edificio militar, con una pistola dentro. Se encontraron unas llaves en el garaje donde solía aparcar su coche, por lo que se creyó que el secuestro se había producido allí.
Seis días después del secuestro, ETA reivindicó el atentado y exigió la anulación de la sentencia contra los miembros del grupo detenidos por el ataque al cuartel catalán de Berga dos años antes. Entre el secuestro y el asesinato, los terroristas también desafiaron a los medios de comunicación, en particular a TVE, exigiendo que la cadena leyera sus comunicados, repletos de propaganda etarra, auténticos panfletos, mientras que la familia del capitán y la mujer se ofrecía a ser canjeada por su esposo., en un mensaje que conmovió a la sociedad española, pero no a los terroristas. El matrimonio tenía tres hijos.
El 13 de octubre, ETA dio 36 horas para leer el texto durante los informativos de las 15:00 y las 20:30. Junto con este ultimátum, enviaron dos fotografías del rehén, en las que aparecía Martín Barrios con barba de pocos días delante de una bandera, carteles y pegatinas del grupo. Debido a esta presión, TVE emitió parte del texto el día 13, condicionando la liberación del capitán a la emisión del texto completo. Algunos medios, por colaborar en la liberación del militar, los publicaron íntegros. No sirvió de nada.
ETA había exigido como primera petición, a cambio de la puesta en libertad de Alberto Martín, la suspensión del juicio contra los miembros de la banda detenidos por el asalto al cuartel del Ejército en la localidad catalana de Berga, que se había producido dos años atrás.
E cuerpo sin vida del capitán, con la boca amordazada, apareció en una caseta situada cerca del cruce de El Gallo, en Galdácano. Alberto Martín había recibido un impacto de bala en la sien derecha. La fotografía del caadáver fue ampliamente difundida y la familia ha pedido que no se vuelva a reproducir, petición que LA RAZÓN respeta y comparte. (Con información de Mapadelterror y Vidas Rotas)