Terrorismo

Una etarra aclara que la muerte de Geresta fue un suicidio

Ana Egües, del "comando Madrid", confiesa en un documento interno que su compañero en la banda se quitó la vida tras comprobar que dos personas que había captado eran, en realidad, colaboradores de la Ertzaintza

José Luis Geresta, del "comando Donosti"
José Luis Geresta, del "comando Donosti" de ETAFacebook

El suicidio del etarra José Luis Geresta Mujika, “Oker” yTtotto, fue un episodio más que utilizó la izquierda proetarra para acusar a las Fuerzas de Seguridad de haberlo asesinado dentro de lo que denominaban “guerra sucia”.Ahora, un miembro de la propia banda criminal, Ana Belén Egües, aclara, gracias a un documento remitido por Francia a la justicia española, que se trató, como se dijo desde un principio desde fuentes judiciales y policiales, de un suicidio.

La etarra, que perteneció al “comando Madrid” y participó en el asesinato del magistrado Querol y tres personas más, lo explica en la “kantada” enviada al “zuba” (comité ejecutivo de la banda).

La autocrítica, o “kantada” en el argot de ETA, es el documento que todo miembro de la organización tiene que redactar tras su detención, en el que pone en conocimiento de su responsable orgánico su actividad delictiva hasta ese momento, cómo se ha producido su detención, los motivos por los que a juicio del detenido se ha producido el arresto, atentados cometidos, datos que ha facilitado a la Policía o de los que ésta tuviese conocimiento (infraestructura empleada, colaboradores), etc. con la intención de que los responsables de ETA tomen las medidas de seguridad necesarias para salvar de la acción policial a otros terroristas y la infraestructura que pudieran estar en peligro.

Geresta, según Egües, se quitó la vida al comprobar que dos personas, policías municipales, que él había captado para ETA, eran, en realidad, colaboradores de la Ertzaintza. Se ve que no pudo superar la metedura de pata, que ponía en peligro la seguridad de la organización criminal.

Geresta perteneció al “comando Donosti”, del que también formaban parte Francisco Javier García Gaztelu, “Txapote”, e Iranchu Gallastegui, “Amaia”.Se le relacionó con el secuestro y asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco y del político socialista Fernando Múgica.

Respecto del asesinato de Miguel Ángel Blanco ocurrido el 12 de julio de 1997, en junio de 2006, durante el juicio contra García Gaztelu se acusó a Geresta de sujetar maniatado al asesinado mientras “Txapote” lo mataba y Gallastegui vigilaba la zona en un coche aparcado en las proximidades. El asesinato se cometió en una pista forestal cercana Lasarte.

El cadáver de Geresta fue encontrado con un orificio de bala en la sien derecha a las 6.30 del 20 de marzo de 1999 en un descampado de Rentería.Junto al cuerpo se halló una pistola Astra del calibre 6,35. Esta muerte fue calificada inicialmente por fuentes policiales y judiciales como suicidio.Sin embargo, sectores próximos a ETA calificaron el fallecimiento de Geresta como un asesinato.

Como le faltaban dos muelas, sectores abertzales argumentaron que se las habían arrancado para la posible implantación de un chip de localización en su dentadura por parte de la policía en una acción de guerra psicológica con vistas a generar miedo entre los que estuvieran relacionados con el etarra.

Captura del documento de Ana Egües
Captura del documento de Ana EgüesLa razon

El ayuntamiento de Cizurquil, gobernado por la coalición PNV-EA aprobó una moción con el voto a favor de Herri Batasuna en la que se afirmaba que dicha muerte era sospechosa de serun nuevo episodio de la guerra sucia utilizada por el Estado español. El Ayuntamiento ddecidió tras su muerte poner el nombre de José Luis Geresta Mujika a una plaza de la localidad, pero tuvo que revocar esta resolución.

El portavoz de Herri Batasuna, Joseba Permach, aseguró que la muerte de Geresta formaba parte de un episodio de guerra sucia orquestado por las Fuerzas de Seguridad del Estado. ETA puso el nombre de “Totto” a uno de sus “comandos”.