Escándalo
Ferraz convoca de urgencia a las responsables de Igualdad por el "malestar" del "caso Salazar"
En el partido hay malestar por la gestión que se ha hecho de las denuncias contra el ex alto cargo de Moncloa
El PSOE se mueve. Ferraz ha convocado este miércoles a las 21.30 una reunión por videoconferencia con las responsables de Igualdad de los territorios por el "malestar" en la gestión del "caso Salazar", según explican a este diario fuentes socialistas. El encuentro, adelantado por El País, intentará calmar las aguas de una organización revuelta por la gestión que ha hecho de este caso.
Salazar renunció en verano a su cargo en Moncloa, donde era asesor en la Presidencia del Gobierno. Y Sánchez se vio obligado a no incluirle en la ejecutiva del partido como adjunto tras trascender las denuncias de acoso de algunas de sus subalternas publicados por eldiario.es.
En un primer momento, en el Gobierno dudaron de la credibilidad de las denuncias publicadas porque el gabinete de Presidencia dispone de su correspondiente buzón de denuncias y de su particular protocolo antiacoso. Y hasta el momento de la publicación de esa información no se había recibido ni una sola queja de Salazar.
Como ha contado este diario, la sospecha del núcleo duro de Moncloa es que «hay fuego amigo» y está fundamentada en el hecho de que se trata de denuncias anónimas recogidas por un medio. Esa incredulidad fue, de hecho, la que llevó a la ministra portavoz, Pilar Alegría, a dejarse ver recientemente con él señalado en un restaurante de Madrid.
En cualquier caso, tras muchos quebraderos de cabeza, Sánchez y su equipo forzaron la renuncia de Salazar no solo a entrar en la ejecutiva; también a su puesto como asesor del presidente del Gobierno.
El contexto en que se produjo esa crisis no podía ser peor. Apenas unas semanas antes trascendieron las conversaciones entre el exministro de Transportes José Luis Ábalos y su exasistente Koldo García –ambos en prisión preventiva por la trama del Ministerio– repartiéndose prostitutas.
La reputación del partido no podía sufrir más golpes. Pero cinco meses después, el «caso Salazar» sigue dando quebraderos de cabeza en Moncloa.
Las fuentes consultadas en el núcleo duro del Ejecutivo coinciden en que «nunca» detectaron en Salazar un comportamiento obsceno, grosero o maleducado con las trabajadoras que tuvo a su cargo.
Y, por supuesto, tampoco presenciaron escena alguna de acoso. Fuentes oficiales del Ejecutivo admiten que en el Gobierno hubo un sector al que le costó creer las denuncias contra Salazar.
Aunque estas mismas fuentes reiteran que desde este martes «todo el Ejecutivo cree el relato de las víctimas» que ha publicado «eldiario.es», tras trascender que dos denuncias contra Salazar en el canal digital del PSOE se habían traspapelado por un supuesto error informático de la plataforma de denuncia.
Ferraz se apresuró el lunes a explicar que la investigación interna no ha concluido por mucho que Salazar se diera de baja recientemente como militante. Aunque todo parecía indicar que el partido tenía intención de dar carpetazo al caso sin hacer demasiado ruido, mientras Salazar, que tiene una consultora, seguía asesorando al Gobierno desde fuera.