Comunidad de Madrid

Génova prescindirá de Garrido y busca un afín para el Ejecutivo

Advierte de que hay «gente muy honesta» en el partido y de que ahora toca hacer «punto y aparte».

El presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, con su equipo, ayer, en la sede de la Puerta del Sol
El presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, con su equipo, ayer, en la sede de la Puerta del Sollarazon

Advierte de que hay «gente muy honesta» en el partido y de que ahora toca hacer «punto y aparte».

«Control total». Ésta es la consigna con la que trabajan en la dirección nacional del PP para resolver la difícil situación en la que se queda la organización regional de Madrid tras la traumática salida de Cristina Cifuentes de la Presidencia de la Comunidad madrileña. El alcance de la gravedad de la crisis se percibe en los términos que han empezado a manejar en Génova para describir la situación actual. En la jornada de la dimisión precipitada de Cifuentes, el miércoles pasado, ya entró en juego la advertencia de que el objetivo era abrir una nueva etapa. Ayer la estrategia se explicaba en términos de que esa nueva etapa implica «un control total», con personas de su confianza, tanto del Gobierno autonómico como de la Presidencia del partido. Esto quiere decir que Ángel Garrido, el consejero de Presidencia de Cifuentes y ahora presidente interino, no será la persona que continuará al frente del Gobierno regional. De hecho, Génova estudia ya varios nombres para decidir a quién propondrán como candidato. La presidenta de la Asamblea de Madrid tiene quince días hábiles para que los cuatro grupos parlamentarios presenten un candidato que sea investido como nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. De esta manera, el 18 de mayo, la presidenta propondrá al diputado con más opciones. El PP cuenta con el apoyo de Ciudadanos, y desde la formación naranja mantienen su discurso de que una vez que ha dimitido Cifuentes, entienden que debe seguir gobernando el partido que fue el más votado en las elecciones autonómicas.

Primero resolverán el problema del Gobierno regional, y luego Génova se pondrá a trabajar en la toma de control de la dirección del PP madrileño. No hay confirmación oficial de que Cifuentes haya aceptado facilitar su renuncia y quedarse sólo como diputada de la Asamblea de Madrid. El miércoles dijo, precisamente, que mantendría esa responsabilidad. Pero el mensaje de Génova no puede ser más nítido. «No le queda más remedio». También para este cargo buscan a una persona de su confianza. El PP de Madrid es un campo minado para ellos: dividido entre los restos del «aguirrismo» y la corte de fieles a Cifuentes. Y con sus estructuras demolidas por los casos de corrupción que fueron cuajándose mientras acumulaban mayorías absolutas.

Génova entiende que no tiene más salida que imponer ese «control total» con «personas en el Gobierno y en el partido que no tengan nada que ver con esta etapa». Y en eso están ya trabajando, mientras que en el PP empiezan a airearse quinielas, con más o menos interés de parte. El ex ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo entró ayer en el juego con su apuesta personal por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como futura candidata a la Comunidad de Madrid, plataforma desde la que, a su juicio, podría optar a relevar a Rajoy al frente del partido nacional. Son conocidas dentro y fuera del PP sus malas relaciones con Sáenz de Santamaría.

El interés, en todo caso, está ahora en ver cómo se resuelve el pulso entre la dirección nacional y Cifuentes y su equipo. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, aseguró que el partido cuenta con «pulso suficiente» y con nombres suficientes para «salir adelante» en Madrid. Precisó que las decisiones no las adoptarán hasta después del 2 de mayo, y que antes dialogarán con el partido en Madrid, «con alcaldes, concejales, cargos y militantes». «Comenzamos una nueva etapa, hay gente muy honesta en el partido en Madrid. Hay que hacer punto y aparte y seguir adelante». No está decidido si nombrarán una gestora, depende de si hay acuerdo para someterlo directamente a la Junta Directiva Regional.