Iglesias desautoriza a Bescansa tras obligarla a recolocar a Garzón

La número tres fue quien decidió quitar la portavocía de Economía al líder de Izquierda Unida

La polémica adjudicación de portavocías en las diversas comisiones del Congreso –proceso de negociación dirigido por la secretaria de Análisis de Podemos, Carolina Bescansa– se saldó finalmente con una nueva desautorización de su trabajo por parte del líder del partido, Pablo Iglesias, que volvió a utilizar su cuenta de Twitter para, en el último minuto, deshacer el entuerto que se provocó cuando, en un primer reparto, Alberto Garzón quedó relegado a un puesto sin visibilidad.

La sucedido guarda un paralelismo evidente con lo que ocurrió en agosto durante las negociaciones entre Podemos y En Marea para confluir en las autonómicas del 25 de septiembre. En aquella ocasión Bescansa –ayudada por el secretario de Organización, Pablo Echenique– se desplazó a Santiago de Compostela para dirigir un proceso de diálogo que acabó en punto muerto al no llegarse a un acuerdo sobre la fórmula jurídica que la izquierda alternativa utilizaría en las autonómicas gallegas. Al filo de la medianoche, Iglesias publicó un mensaje en el que hacía público que la unidad entre En Marea y Podemos estaba por encima de todo. De manera análoga, cuando se produjo la protesta de Izquierda Unida por la marginación de Garzón, Iglesias zanjó el asunto echando mano de la «política de Twitter» publicando el siguiente mensaje: «Para mí es una prioridad que @agarzon sea uno de nuestros principales portavoces. Un honor que nos representes en la comisión de Hacienda». Inmediatamente Garzón –que se encuentra ingresado por una infección vírica desde la tarde del lunes– escenificó unidad sin fisuras en Unidos Podemos: «Solucionado el problema de las portavocías. Unidos podemos se construye entre todos. Gracias @Pablo_Iglesias_ por ayudar a resolverlo».

Pese a todo, Bescansa quitó importancia al revuelo armado en torno a las portavocías en una entrevista concedida ayer a Antena 3. «Se está construyendo un relato que tiene que ver muy poco con lo que ha sucedido», dijo. Para la responsable de Análisis de Podemos todo se debe a un «exceso de transparencia» por parte de la formación morada. De manera algo equívoca, Carolina Bescansa explicó lo sucedido en estos términos: «Izquierda Unida hizo una propuesta que se aceptó íntegramente y en el curso de los días cambió esa propuesta. El domingo el acuerdo era pleno en la distribución de espacios para el trabajo político. Todos estábamos de acuerdo en que Alberto Garzón tuviera un espacio central». Bescansa dejó entrever el malestar en Podemos porque este tema focalice la atención de los medios cuando transmitió su perplejidad porque de un asunto «tan pequeño como éste se forme un lío así». «Hay titulares que están escritos antes de que se produzca la noticia», sentenció.

Por su parte, el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, se mostró satisfecho con el reparto de portavocías tal y como se encuentra en estos momentos, es decir, con Garzón al frente de la de Hacienda. Sin embargo, el número dos de Iglesias no descartó que se produjeran más cambios «en el futuro». En los pasillos del Congreso, según declaraciones recogidas por Ep, Errejón restó importancia a todo el asunto al recordar que Podemos es «un grupo confederal y siempre hay que poner de acuerdo las diferentes capacidades técnicas de cada grupo con un reparto proporcional». La mano derecha de Iglesias informó asimismo de que «en lo fundamental tenemos a los mejores portavoces en las mejores posiciones».

Tania intenta calmar las aguas

Apenas una semana después de presentar su candidatura a las primarias de Podemos en la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez perdió la portavocía de la comisión de Defensa en el Congreso en el polémico reparto negociado por Carolina Bescansa. Ayer, Sánchez quitó importancia al asunto y negó que ambos sucesos estén relacionados. «En ningún caso lo relaciono con ese tema», respondió al ser preguntada por los periodistas. Bescansa dijo que Tania Sánchez ocuparía un «papel central» en la comisión sobre la lucha contra las drogas del Congreso debido a que la ex dirigente de IU «ha sido trabajadora social» y es una «experta» en este tema.