Cambio de fecha
La Fiscalía se opone a que se suspenda la declaración de Jenni Hermoso
Los imputados esgrimen que el 2 de enero, cuando la futbolista está citada en la Audiencia Nacional, es inhábil a efectos procesales
Los imputados en el "caso Rubiales" han solicitado al juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge que suspenda la declaración de Jenni Hermoso en la Audiencia Nacional, prevista para el próximo 2 de enero, según confirman fuentes jurídicas a LA RAZÓN. La petición ha partido de la defensa del director de la selección masculina, Albert Luque, y a esa solicitud se han adherido los abogados de Luis Rubiales, del exseleccionador Jorge Vilda y del responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, según las fuentes consultadas. Tanto la Fiscalía como la representación letrada de Hermoso se han opuesto al aplazamiento solicitado, según ha podido saber LA RAZÓN.
Las defensas argumentan que ese día es considerado inhábil a efectos procesales, tras la reforma legal que entró en vigor el pasado año y que, con el objetivo de favorecer la conciliación de la vida personal y profesional de la abogacía (una vieja reivindicación de la profesión letrada), considera inhábiles en los juzgados y tribunales las vacaciones navideñas, entre el 24 de enero y el 6 de diciembre. Tras el pronunciamiento de las partes, será el magistrado quien decida si traslada a otra fecha la citación de Hermoso, lo que supondría el segundo aplazamiento de la comparecencia, pues en principio estaba prevista para el pasado 28 de noviembre y se cambió al 2 de enero.
Hermoso, citada por el instructor en calidad de víctima, tendrá que dar su versión sobre el polémico beso de Luis Rubiales tras la final del Mundial que ganó España en Sídney (Australia), el pasado 20 de agosto. La futbolista internacional ya explicó a la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, que el beso no fue consentido y que recibió presiones del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol y su entorno para que respaldara la versión de Rubiales -imputado por agresión sexual y coacciones-, que defiende que se trató de una reacción espontánea de mutuo acuerdo en un momento de euforia.
Cuatro compañeras de selección -Alexia Putellas, Misa Rodríguez, Irene Paredes y Laia Codina- ratificaron ante el juez la existencia de esas presiones durante la estancia del equipo nacional en Ibiza tras la consecución del campeonato. Además, el hermano de la jugadora del Pachuca mexicano, Rafael Hermoso, explicó a De Jorge que en el avión de regreso a España el entonces seleccionador, Jorge Vilda, le presionó para que convenciera a Jenni Hermoso de que cerrara filas con Rubiales para frenar la polémica.
Vilda, imputado por coacciones -al igual que Albert Luque y Rubén Rivera-, negó en la Audiencia Nacional esas presiones y explicó que habló con Rafael Hermoso para intentar "bajar el suflé" por la confianza que tenía con Jenni y su familia desde hace años.
Careo frustrado
Para intentar tambalear esa versión, la defensa de Vilda reclamó al juez que solicitase a Antena 3 la grabación íntegra de una entrevista realizada a Rafael Hermoso en el programa "Espejo Público" días después de la final del Mundial, en la que se refiere al incidente, una diligencia que finalmente De Jorge ha acordado.
Sin embargo, un testigo de esa conversación, Vitoriano Martín, amigo de la futbolista, respaldó la versión de Rafael Hermoso y contó al instructor que el seleccionador advirtió al hermano de la internacional de posibles "consecuencias personales y profesionales" para Jenni Hermoso si no cerraba filas con el presidente de la Federación.
Rubén Rivera -quien se definió como un mero "correveidile" de la Federación como enlace con las futbolistas- también negó que presionara en Ibiza a una amiga de la futbolista, Ana Belén Ecube, para que Hermoso grabara un video respaldando a Rubiales. De hecho, De Jorge llegó a acordar la celebración de un careo entre ambos el pasado día 30, que no obstante terminó suspendiendo.
La declaración de Jenni Hermoso permitirá al instructor afrontar la recta final de la investigación, tras tomar declaración a numerosos testigos con el propósito de esclarecer la posible comisión de los delitos de agresión sexual y coacciones investigados por unos hechos que terminaron por costarle el puesto a Rubiales, quien dimitió de su cargo como presidente de la RFEF antes de ser inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte y por la propia FIFA.
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