El Alto Tribunal ha citado al ex vicepresidente de la Generalitat para la vista en la que la Sala de lo Penal escuchará los argumentos de su defensa para intentar lograr su salida de la cárcel.

Oriol Junqueras acudirá el próximo día 4 de enero al Tribunal Supremo (TS) para asistir a la vista en la que la Sala de lo Penal escuchará los argumentos de su defensa para conseguir la salida de prisión del ex vicepresidente de la Generalitat. Según ha podido saber LA RAZÓN, los magistrados que componen la Sala que estudiará el recurso –Miguel Colmenero, presidente y ponente, Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde– han decidido que la vista se celebre con la presencia de Junqueras para evitar posibles objeciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (a quien Puigdemont y los ex consellers investigados por rebelión piensan llevar su caso), que en sus resoluciones suele insistir en la importancia del principio de inmediación en el proceso penal (garantizar la presencia del imputado).

De esta forma, el líder de ERC acudirá al Tribunal Supremo una semana antes de que los líderes soberanistas Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, «los Jordis» –en prisión desde el pasado 16 de octubre– y el ex conseller de Interior Joaquim Forn declaren a petición propia ante el juez Pablo Llarena el próximo 11 de enero. A diferencia de Junqueras, los tres renunciaron a recurrir ante la Sala de lo Penal la decisión del instructor de mantenerlos en la cárcel y optaron por solicitar una nueva comparecencia ante Llarena para responder de forma pormenorizada a todas las cuestiones relacionadas con su imputación por los delitos de rebelión, sedición y malversación. Un nuevo intento para convencer al juez de que no hay riesgo de reiteración delictiva que justifique su permanencia en prisión.

Tanto la Fiscalía como la acusación popular que ejerce VOX se oponen a que Junqueras salga de la cárcel y aunque la decisión del Alto Tribunal no se anunciará, previsiblemente, tras la celebración de la vista, sino que se demorará unos días, si ésta se hace pública antes del día 11 podría darse la circunstancia de que Junqueras estuviese ya en la calle cuando «los Jordis» y Forn comparecieran ante Llarena en el Tribunal Supremo. En ese supuesto, Junqueras podría asistir incluso a la sesión constitutiva del Parlament, que debe celebrarse en un plazo de veinte días laborables tras los comicios (como muy tarde, el 23 de enero del próximo año).

En su recurso, la defensa del ex vicepresidente de la Generalitat –que ejerce el abogado Andreu Van den Eyde– se quejaba de los «efectos muy relevantes» que su privación de libertad estaba teniendo en la campaña electoral y en la «conformación libre de la voluntad popular». Asimismo, el letrado reclamaba el derecho de Junqueras a «ejercer la representación política de los ciudadanos si resultase escogido como diputado o como presidente del Gobierno» catalán. El abogado negaba además que exista riesgo de fuga, de reiteración delictiva o de que entorpezca la investigación ocultando pruebas.

Al igual que Llarena, la Fiscalía consideraba meramente «formal» la renuncia del líder de ERC a perseverar en la vía unilateral para lograr la independencia. El Ministerio Público le responsabiliza, en su condición de vicepresidente y «responsable de los procesos de consulta», de los llamamientos a los ciudadanos para que impidieran los registros en las consejerías ordenados por la Justicia los pasados 20 y 21 de septiembre.