ETA

«La Tigresa» teoriza sobre violencia de género tras matar a 23 personas

Mañana la etarra abandona la cárcel tras cumplir 23 años de condena, uno por cada víctima. Ha estudiado valenciano, Tai Chi y escrito un prólogo sobre casos de maltrato.

Idoia López en uno de los juicios en la Audiencia Nacional
Idoia López en uno de los juicios en la Audiencia Nacionallarazon

Mañana la etarra abandona la cárcel tras cumplir 23 años de condena, uno por cada víctima. Ha estudiado valenciano, Tai Chi y escrito un prólogo sobre casos de maltrato.

«En los últimos años salen a la luz casos de malos tratos, de asesinatos, de esta llamada “violencia de género”, que siempre han ocurrido, pero que antes no contaban con luz y taquígrafos. No obstante, falta algo en mi opinión: una perspectiva interior de las propias mujeres, algo que nos toca tener en cuenta a nosotras mismas, cuando seamos capaces de hacerlo. Aún debemos quitamos muchas máscaras».

Quien esto escribe para el prólogo del libro «El Umbral del Dolor» es la etarra Idoya López Riaño, que mañana martes abandonará la cárcel de forma definitiva. 23 asesinatos se le atribuyen judicialmente, todos ellos de hombres, civiles y miembros de las Fuerzas de Seguridad, pero no porque estuviera preocupada por la «violencia de género», sino por el odio que sentía como etarra hacia los españoles.

«Margarita» o «Cristina», que estos son sus alias (el de «Tigresa» es de origen periodístico), sale a la calle como arrepentida (no consta que haya pedido personalmente perdón a todas sus víctimas)y expulsada de la banda; ha sido una comportamiento bastante habitual en su siniestra existencia: la traición a propios y extraños.

Cuando se escribe de López Riaño se puede caer en los tópicos que acompañan al personaje: su belleza, la fascinación que causa entre los hombres, su supuesta promiscuidad, etcétera; y cometer el error de olvidar lo que ha sido un periplo criminal que se ha llevado por delante la vida de esas 23 personas (además de los heridos y la destrucción causada).

«Margarita» (firmaba las cartas con esta flor) no tendrá un recibimiento triunfal, como los que, lamentablemente se siguen prodigando a algunos etarras, si se le ocurre volver a Rentería, donde tiene su domicilio; una cacerolada en el mejor de los casos.

Su fotografía fue descolgada de la «Herriko» (sede de los proetarras) al ser considerada «traidora» y es que en su vida hay muchos capítulos que no han gustado a los seguidores de la banda. Como cuando se enteraron de que en la cárcel de Picassent se había apuntado a cursos de valenciano y de Tai Chin, con el fin de redimir pena, algo prohibido a los presos terroristas.

Para entender todo esto es necesario hacer un recorrido a su historial delictivo. Hija de Melchor y María, nació en San Sebastián en marzo de 1964. Con sólo 16 años, entró en ETA, en un «comando de propaganda» y en las Gestoras pro Amnistía; cuando cumplió los 20, formaba parte del «comando Oker», en el que, entre otras acciones criminales, se le imputan los asesinato del súbdito francés Joseph Couchot; de Ángel Manuel Facal; del policía nacional, Máximo Antonio García, en el barrio de Alza de San Sebastián; y el incendio en la empresa Koipe en el barrio de Mirtídano de San Sebastián, que causó daños por valor de unos mil millones de pesetas.

Había sido captada por el cabecilla muerto accidentalmente en Argelia Domingo Iturbe Abásolo, «Txomin», que explicó a los miembros de la célula la forma de funcionar de los «comandos legales» (no fichados). Su responsable en Francia era José Javier Zabaleta Elósegui, «Baldo». Fue instruida «políticamente» por Eugenio Echeveste, «Antxon», que le dio una conferencia sobre los objetivos de la organización criminal. Vamos, que sus «profesores» fueron tres de los principales cabecillas de la organización criminal.

En 1985 huyó a Francia a raíz de la desarticulación del «Oker» y ETA decidió integrarla en el «comando Madrid» junto con José Ignacio de Juana; Antonio Troitiño; Juan Manuel Soares Gamboa; Esteban Esteban Nieto e Inés del Río Prada.

En sus declaraciones a la Policía, una vez detenido, Troitiño explicó los atentados en los que participó López Riaño.

Coche bomba contra una patrulla de la Guardia Civil: «Para llevar a cabo la acción, nos dividimos en dos parejas. En primer lugar fuimos Idoia y yo y, luego, para confirmar la información, Iñaki de Juana Chaos y Soares Gamboa. Comprobamos que el Jeep pasaba todos los días a la misma hora. El día elegido para el atentado, salimos del piso armados con pistolas y una granada, como es habitual en los movimientos por Madrid. Idoia y de Juana iban con el Seat 124 cargado de explosivos y lo aparcaron al lado de un hospital que hay en la calle Juan Bravo, por donde tenía que pasar el coche de la Guardia Civil. Yo me coloqué en un lugar estratégico donde tenía visión directa sobre el Seat 124. Cuando el Jeep pasó a su altura, no tuve más que accionar el mando».

Asesinato del teniente coronel Besteiro, comandante Ynestrillas y soldado Casillas: «Mientras vigilábamos a un general que vivía en la zona del Puente de Segovia, observamos un 124 de color azul con militares de alta graduación. Lo vigilamos durante varios días. Gamboa e Idoia fueron los encargados de ejecutar materialmente la acción y fueron hasta el lugar en taxi. Cuando el coche de los militares estuvo casi parado, Idoia y Gamboa lo ametrallaron». Según algunos miembros del «comando», López Riaño, en su afán de disparar, no respetó el plan previsto y a punto estuvieron de ser capturados.

Coche bomba contra un autobús de la Guardia Civil en la Plaza de la República Dominicana: «La información para este atentado la obtuvimos de Juana, Idoia, Gamboa y yo. La furgoneta que cargamos de explosivo la compró de Juana en El Rastro y fue él que montó toda la parte técnica de la bomba por el mayor conocimiento que tenía de explosivos. El día del atentado, Idoia y Gamboa trasladaron el vehículo a la Plaza y la aparcaron en el lugar en el que habíamos dejado un coche la noche anterior».

En septiembre, los cuatro componentes del «comando» regresaron a Francia, donde Idoya fue apartada de la célula «debido a la falta de concienciación, seriedad, vida desordenada y promiscua”, según sus compañeros, señalan fuentes antiterroristas.

En marzo de 1987, se supo que «Margarita» estaba en Argelia. Cuatro años después, se integró en el «comando Ekaitz» del que formaba parte José Luis Urrusolo, entre otros. No llegó a cometer ningún atentado ya que fue identificada en Zaragoza cuando intentaba colocar un coche bomba y huyó a Francia. Se supo entonces que su misión dentro de la célula era la de ser la espía del jefe «militar» Francisco Múgica, «Pakito», que estaba enfrentado con Urrusolo ya que cuestionaba sus dotes de mando para dirigir una organización terrorista.

En agosto de 1994 fue detenida por las Fuerzas de Seguridad francesas en Aix en Provence . Llevaba documentación falsa a nombre de Blanca Leonor Rivero. En mayo de 2001, fue entregada a España por las autoridades galas. Ha pasado por varias cárceles y se matriculó en la carrera de Periodismo en la Universidad del País Vasco.

En 2004, la Dirección de Instituciones Penitenciarias le concedió un permiso especial para que se casase en prisión con el también recluso etarra Juan Ramón Rojo. Contrajeron matrimonio civil en el centro Penitenciario de Picassent (Valencia), en una de las habitaciones destinadas a los vis a vis. En 2007, se divorciaron. Idoya inició una relación sentimental con un interno del centro Penitenciario de Badajoz, José Arizmendi

Octubre de 2011. ETA emitió un informe en el boletín EKIA en el que comunica la expulsión de tres miembros del colectivo EPPK, entre ellos López Riaño. Un mes después, su nombre y el de su novio Arizmendi fueron retirados de la de la lista del colectivo de presos etarras, lo que en la práctica supone su expulsión de la banda. Tras ser apartados, los terroristas dejan de recibir asignaciones del grupo de solidaridad con los reclusos, sus familiares, son marginados de cualquier actividad y el resto de presos de ETA reciben órdenes de evitar cualquier contacto con ellos.

En noviembre de 2014, la Sección Primera de la Audiencia Nacional concedió permiso a López Riaño para realizar las practicas previas al examen de conducir. Desde mayo de 2015, se encuentra en régimen de semilibertad.