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En búsqueda de otros radicalizados por el hermano de Khazzani

Se da por seguro que, como otros musulmanes integristas, ha viajado a Siria e Irak para incorporarse al Estado Islámico

En la imagen, el «templo» de Algeciras que no seguía las enseñanzas ortodoxas del islam
En la imagen, el «templo» de Algeciras que no seguía las enseñanzas ortodoxas del islamlarazon

Las Fuerzas de Seguridad investigan qué jóvenes musulmanes pudo radicalizar Imra Khazzani, el imán hermano de Ayoub (detenido en el tren Ámsterdam-París), antes de ser expulsado de España, en febrero del año pasado.

Esta medida fue adoptada oficialmente porque no tenía sus papeles en regla, pero parece estar relacionada con los mensajes radicales que contenían sus pláticas en la mezquita de Algeciras en la que dirigía los rezos.

Imran, según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, está detrás de la radicalización de su hermano Ajoub, ya que poseía una fuerte influencia sobre él.

Desde el mismo momento de su expulsión, Imran fue sometido a control por parte de las autoridades marroquíes. Lo que ocurre es que el número de objetivos que tienen los agentes hace prácticamente imposible una «monitorización» total, por lo que a veces logran burlar las vigilancias.

Por ello, cuando hace meses desapareció de los lugares que frecuentaba, saltaron todas las alarmas, ya que se da como seguro que, al igual que muchos musulmanes radicales, ha viajado a Siria e Irak para incorporarse al Daesh, el Estado Islámico.

Probablemente, era el plan «b» que tenía por si no podía continuar con su labor de radicalización en España y es el mismo que ha podido transmitir a los jóvenes sobre los que tenía influencia.

El vecino país, según fuentes oficiales, tiene contabilizados 1.350 «combatientes» yihadistas, de los que 220 son individuos que ya han pasado por la cárcel, lo que les hace especialmente peligrosos por el resentimiento que tienen hacia los que no profesan sus ideas.

El hecho de que Imran sea imán le hace candidato a ocupar puestos de responsabilidad dentro del Daesh, por lo que, según las hipótesis de la lucha antiterrorista, puede estar detrás del atentado que pretendía llevar a cabo Ayoub e incluso algunos de los que la banda yihadista tenga proyectados contra España.

De los marroquíes que partieron hacia «zonas de combate», al menos 286 han muerto y 156 han regresado a Marruecos, país en el que hay medio millar de individuos presos por actividades relacionadas con el yihadismo.

Sobre las actividades de Imran en Algeciras poco se sabe y, como suele ocurrir en estos casos, ahora nadie quiere saber nada de él. Es un caso más que demuestra el descontrol que existe en España en lo que a implantación de «templos» musulmanes y que ya fue denunciado por LA RAZÓN en el reportaje que publicó sobre este problema en Cataluña: unas personas alquilan o compran un local; el más versado en El Corán se convierte en imán y, a partir de ahí, «legalizan» su situación mediante la petición de subvenciones y otras ayudas. En algunos casos, de dónde viene la financiación es un misterio rodeado de fundadas sospechas.

Imran Khazzani conoce muy bien España, en especial la zona en la que vivió con su familia hasta que fue expulsado, lo que le convierte en un peligro potencial para nuestro país, si al final se confirma que se ha incorporado al Estado Islámico.

El padre, encargado en Taqwa

Por otra parte, Mohamed, el padre de Ayoub al Khazzani y de su hermano Imran, que fue imán de la mezquita Taqwa de Algeciras, trabaja en esta misma mezquita como encargado de abrir y cerrar las puertas y de todo lo referente al mantenimiento del humilde edificio situado en la calle Gesto por la Paz de la ciudad andaluza. Así lo confirmó ayer a LA RAZÓN Kmal Cheddad, presidente de la comunidad musulmana local. Según asegura Cheddad, Imran, antes de ser expulsado a Marruecos, «vivía en el barrio de El Saladillo con su familia, pero no venía ni tenía ninguna relación con la mezquita de este barrio». El padre y el hijo por tanto frecuentan la de Taqwa.

Chedad define a la familia como «muy normal», y conocía más a Ayoub Khazzani, el presunto terrorista que pudo provocar una masacre en el AVE entre Ámsterdam y París. «Ayoub era un chico normal. Estaba integrado en el barrio. Le gustaba el fútbol y jugó algún torneo. Por lo menos aquí hacía vida normal. Se apartó del mundo de la droga después de ser detenido en Madrid y volvió aquí a buscarse la vida. Se pasada el día arriba y abajo buscando trabajo. Finalmente lo contrató una compañía de telefonía francesa y se fue para allá».

Detenido por vender droga a un menor

Ayoub El Khazzani dedicó parte de sus años como residente en Madrid al menudeo de droga. Por ello fue condenado al menos a seis meses de cárcel tras vender hachís a un menor de edad, según la sentencia dictada por un juzgado madrileño, informa Ep. Los hechos ocurrieron el 25 de mayo de 2009 en la plaza Agustín Lara del barrio madrileño de Lavapiés, cuando El Khazzani contaba con apenas 19 años (el 3 de septiembre cumple 26). El joven se acercó para venderle droga a otro chico aún más joven que él, menor de edad. Así lo relata la sentencia dictada en 2012 por el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid.