Los Comités de Defensa de la República (CDR) vuelven a ser noticia, esta vez por su apoyo explícito a los acusados de agredir a unos guardias civiles en un bar de Alsasua.

Los Comités de Defensa de la República (CDR) vuelven a ser noticia, esta vez por su apoyo explícito a los acusados de agredir a unos guardias civiles y a sus parejas en un bar de Alsasua. Lejos de defender a las víctimas, los CDR defienden que lo que se juzga en la Audiencia Nacional «no es terrorismo sino sadismo político y judicial propio de un Estado que encarcela por motivos ideológicos y reprime con crueldad las libertades civiles». Vamos, una simple pelea de bar.

Un punto de vista que ha querido hacer público en las redes sociales, con su particular guiño a los independentistas vascos. «Porque la solidaridad no entiende de fronteras y juntos vamos a tratar con este Estado fascista y represivo», alegan.

A juicio de los CDR, es una «barbaridad» tachar de terroristas a los jóvenes implicados en los hechos de atribuir presunto terrorismo a los implicados y han hecho hincapié en que tres de los acusados llevan 16 meses en prisión preventiva.

Y como no, llegan las comparaciones con Cataluña. En su comunicado aseguran que «es parte de la misma estrategia que, desgraciadamente, a día de hoy conocemos bastante bien en Cataluña: criminalizar la disidencia con falsas acusaciones policiales». Y todo ello, añaden, gracias a la connivencia de los partidos políticos y los medios de comunicación. Aunque no es muy extenso, ha sido suficiente para dejar su impronta victimista y dejar claro que para ellos, cortar carreteras e intentar proteger urnas el 1-O frente a «los porrazos de la Policía», no puede ser considerado terrorismo.