Mossos d'Esquadra

Cerco a la ex cúpula de los Mossos

Con la citación del ex director del cuerpo y del ex número 2 de Forn ya son cinco los investigados.

La Policía evitó la destrucción de numerosa documentación por parte de los Mossos el pasado 26 de octubre en una incineradora de Sant Adrià de Besòs
La Policía evitó la destrucción de numerosa documentación por parte de los Mossos el pasado 26 de octubre en una incineradora de Sant Adrià de Besòslarazon

Con la citación del ex director del cuerpo y del ex número 2 de Forn ya son cinco los investigados.

La investigación por sedición a la ex cúpula de los Mossos d´Esquadra por su papel en el 1-O y en los altercados durante los registros en la Consejería de Economía el 20 de septiembre del pasado año no se limita a Josep Lluís Trapero, ex mayor de la Policía autonómica, y a la que fuera su intendente Teresa Laplana. A instancias de la Fiscalía, la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha imputado también por estos hechos al ex director general de los Mossos Pere Soler y César Puig, ex secretario general de la Consejería de Interior y antiguo número dos de Joaquim Forn, en prisión desde el pasado 2 de noviembre e investigado por el Tribunal Supremo por rebelión. Ambos tendrán que declarar el próximo día 9 ante la magistrada.

Soler fue el responsable político de los Mossos cuando Trapero, investigado por la Audiencia Nacional por dos delitos de sedición, era el mayor del cuerpo policial. La Fiscalía atribuye a la cúpula de los agentes autonómicos la puesta en marcha de un plan premeditado que llevó supuestamente a sus agentes a cruzarse de brazos durante el asedio a la Consejería de Economía del pasado septiembre y a ignorar las resoluciones judiciales que obligaban a impedir la celebración del referéndum ilegal del 1-O.

En el escrito en el que, el pasado 21 de febrero, solicitó a la juez Lamela su imputación en la causa y que se atribuyese a Trapero un nuevo delito de sedición, el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, sostiene que Soler y Puig, «por su cargo y actuaciones» debieron llevar a cabo una «decisiva actuación en los hechos objeto del procedimiento».

En ese mismo escrito, la Fiscalía considera que la actuación de los Mossos el 1-O «siguió la pauta anunciada» por Forn, Soler y «en la medida correspondiente», el propio Puig, en esas fechas secretario general de Interior de la Generalitat. Por parte de la Policía autonómica, concluía el Ministerio Público, no existió un verdadero dispositivo orientado a impedir la celebración del referéndum, «obligando» a Policía y Guardia Civil a intervenir «en un marco de oposición y resistencia perfectamente organizado que dificultó en sobremanera» el cumplimiento de las órdenes judiciales de impedir su celebración. Carballo señala directamente a la cúpula de los Mossos por actuar supuestamente en «connivencia y colaboración» con los responsables de la Consellera de Interior y las organizaciones soberanista para, al margen de la legalidad, hacer oídos sordos al mandato judicial.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, que dirige Jesús Alonso, recordaba que según los datos facilitados por la dirección de los Mossos se levantaron 4.450 actas, en los dos días previos al referéndum ilegal, en los pseudocolegios electorales y que en consecuencia se consiguieron cerrar 297 puntos de votación. Un porcentaje «muy pequeño», subrayaba el teniente fiscal, en relación a las visitas efectuadas, «pero más pobre es si lo comparamos con los puntos que siguieron abiertos al público».

En este considera que Soler y Trapero «se vieron en la obligación de transmitir la sensación de que, efectivamente, acatarían aquella orden cuando en realidad no tenían la más mínima intención de hacerlo». Al contrario, añadía, su contribución para que el referéndum se celebrase «fue más allá de la inactividad y se convirtió en acción a favor de su consumación». Por ejemplo, explica, «controlando» los dispositivos policiales horas antes de la apertura de los centros de votación y «alertando» a los responsables de las mesas de dichos dispositivos.

Con esta decisión de Lamela, la investigación por sedición ya tiene a cuatro ex responsables de los Mossos imputados: además de Trapero (por partida doble), la que fuera su intendente, Teresa Laplana, y, ahora, Pere soler y César Puig. En cuanto a Forn, imputado en un principio por Lamela, que acordó su ingreso en prisión, la asunción de la causa por el Tribunal Supremo (TS) respecto al Govern de Puigdemont y «los Jordis» dejó únicamente en la Audiencia Nacional la investigación a los mandos operativos de los Mossos. El instructor del TS, Pablo Llarena, mantiene en prisión a Forn por riesgo de reiteración delictiva.