Cataluña

Los socios de Sánchez le exigen el derecho a decidir en la Constitución

El PNV fija en 2019 la fecha para avanzar en su soberanía y Torra exige hablar «de gobierno a gobierno».

Rufián, Otegi y Ortuzar, compañeros de viaje. Representantes de los partidos nacionalistas participaron ayer en la cadena humana en el País Vasco. En las imágenes, Rufián (ERC), Ortuzar (PNV) y Otegi (Bildu)
Rufián, Otegi y Ortuzar, compañeros de viaje. Representantes de los partidos nacionalistas participaron ayer en la cadena humana en el País Vasco. En las imágenes, Rufián (ERC), Ortuzar (PNV) y Otegi (Bildu)larazon

El PNV fija en 2019 la fecha para avanzar en su soberanía y Torra exige hablar «de gobierno a gobierno».

Con el Gobierno de Pedro Sánchez aún dando sus primeros pasos y pese a su reiterado compromiso con el cumplimiento de la Constitución, los partidos nacionalistas e independentistas que hicieron posible la investidura del líder socialista el 1 de junio, gracias a su voto favorable en la moción de censura contra Rajoy, no parece que vayan a dejar pasar la ocasión de avanzar en su hoja de ruta hacia la ruptura con el Estado o, al menos, hacia el reconocimiento del derecho a decidir. La debilidad parlamentaria del Ejecutivo socialista, que obligará a Sánchez a buscar acuerdos a varias bandas para sacar adelante buena parte de su agenda de reformas, será el flanco que tanto el PNV como ERC y el PDeCAT tratarán de rentabilizar durante el tiempo que se prolongue la legislatura. La intención del Gobierno –explicitada el sábado por la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet– de avanzar en una reforma constitucional que camine hacia una España federal así como las primeras exigencias de los «socios» de Sánchez apuntan también a un escenario en el que la presión nacionalista sobre Madrid continúe «in crescendo».

Precisamente ayer, el nacionalismo vasco trató de exhibir músculo y congregó a decenas de miles de personas en una reivindicación a favor del derecho a decidir: una cadena humana unió Bilbao, San Sebastián y Vitoria con la presencia de líderes del PNV y Bildu pero también de representantes del secesionismo catalán, fundamentalmente de ERC, ANC, Òmnium Cultural y la CUP. Todos ellos dejaron clara su posición sobre el debate territorial que Sánchez se ha comprometido a abordar: «El ejercicio del derecho a decidir será clave en el próximo ciclo porque, teniendo como único límite la voluntad democrática de la ciudadanía, permite defender todos los proyectos políticos en igualdad, sin exclusiones», rezaba el manifiesto al que se dio lectura ala finzalización del acto frente al parlamento autonómico de Vitoria. «Sólo queremos tomar la palabra para decidir de forma soberana. Este pueblo ha dejado muy claro que no está dispuesto a dar pasos atrás en sus objetivos», añadieron los organizadores, agrupados en la plataforma Gure Esku Dago («Está en nuestras manos», en euskera). El Pacto Ciudadano elaborado por esta entidad establece 2019 como la fecha clave en la que puedan darse «pasos significativos» hacia la soberanía y el reconocimiento del derecho a decidir como «instrumento para garantizar la convivencia a largo plazo».

La presencia en esta movilización de los principales líderes del PNV –el presidente del Euzkadi Buru Batzar Andoni Ortuzar, los líderes provinciales Joseba Egibar e Itxaso Atutxa y el alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto, entre ellos– supone toda una declaración de intenciones sobre cómo esta formación apuesta por redoblar sus reivindicaciones soberanistas. Todo ello en un contexto en el que, de un lado, Sánchez necesitará de los apoyos del PNV –como ya ocurrió en la moción de censura– y en el que, de otro, nacionalistas y socialistas gobiernan en coalición en el País Vasco. Desde Bildu, partido que también avaló la llegada de Sánchez al Gobierno con su voto a favor en el Congreso, insistieron en reclamar al Gobierno central que vire en su posición respecto a la celebración de consultas por la independencia tanto en Cataluña como en el País Vasco. En declaraciones a una radio, Arnaldo Otegi subrayó que «esta vieja nación necesita el derecho de autodeterminación, del derecho a decidir para recuperar los modelos que quiere para sus hijos. Ahora nos toca a los partidos escuchar lo que ha dicho la gente y defender el derecho de autodeterminación en el Parlamento».

El endurecimiento del argumentario soberanista del PNV entronca con los reiterados anuncios del presidente catalán, Quim Torra, de no renunciar a la vía unilateral y de establecer con Sánchez una negociación «de gobierno a gobierno»: «Le diré a Sánchez que salgo de un referéndum y de una declaración de independencia», señaló ayer el president en una entrevista. Desde San Sebastián, tras sumarse a la cadena humana, el dirigente de ERC Gabriel Rufían se felicitó de que el nacionalismo vasco abrace «la vía catalana» y de que los «procesos de emancipación y de autodeterminación» de ambas regiones encuentren «puntos de cooperación», como en el caso de la defensa del «derecho a decidir, a decidir absolutamente todo».

En este contexto, los nacionalistas recibieron ayer de forma positiva la propuesta de la ministra Batet de reformar la Constitución en clave federal y de, en el caso catalán, estudiar la recuperación del Estatut de 2006, del que el Constitucional modificó y anuló parte de su articulado. El lehendakari,Íñigo Urkullu, calificó de «interesante» la propuesta de Batet. Según el presidente vasco, esta modificación de la Carta Magna «necesitará de mucho consenso» y en ella deberá abordarse cómo avanzar en la construcción de un «Estado plurinacional». Rufián, por su parte, aplaudió que la ministra Batet abogue ahora por el «entendimiento y el diálogo».