Inmigración ilegal
Marruecos aborta una entrada masiva en Melilla de noventa personas
La intervención de las Fuerzas Auxiliares y la Gendarmería evitó los intentos y practicó cinco detenciones por actos de violencia
Agentes de las Fuerzas Auxiliares y la Gendarmería Real de Marruecos, de la azona fronteriza de Beni Enzar, han logrado frustrar dos intentos consecutivos de inmigración irregular durante las últimas cuarenta y ocho horas, según informan fuentes marroquíes. En total, más de noventa personas intentaron cruzar hacia Melilla la pasada madrugada.
Las intervenciones de las fuerzas de seguridad resultaron en la detención de cinco migrantes, después de que los agentes fueran atacados con piedras, provocando heridas en la cabeza a un suboficial del puesto de la Gendarmería de Farhana, quien tuvo que ser trasladado al hospital para recibir atención médica y siete puntos de sutura.
Una vez estabilizada la situación, la Fiscalía de Nador abrió una investigación, con la revisión de grabaciones de cámaras y toma de declaraciones de testigos y detenidos, además de emitir instrucciones para detener a todos los implicados en los actos de violencia. En la madrugada siguiente, las autoridades lograron frustrar otro intento de migración antes de su inicio, gracias a la acción preventiva y la coordinación efectiva entre los cuerpos de seguridad.
"A pesar de estos grandes esfuerzos desplegados en Beni Enzar y Farhana para proteger las fronteras y combatir las redes de inmigración irregular, la región sigue enfrentando una falta de apoyo directo en materia de desarrollo, lo que mantiene vigentes los problemas de desempleo y vulnerabilidad social". El presidente de la Asociación Gran Rif pro Derechos Humanos, Saïd Chramti, afirmó que “la zona necesita hoy un apoyo real y directo por parte de España y de la Unión Europea, mediante la financiación de proyectos sociales y económicos en Beni Ensar y Farhana, ejecutados en colaboración efectiva con las asociaciones locales”.
Añadió que “el enfoque puramente represivo no es suficiente para frenar la inmigración irregular; es imprescindible acompañarlo con soluciones de desarrollo que generen oportunidades reales para los jóvenes y mejoren las condiciones sociales de la población”. Beni Enzar y Farhana no son meros puntos de paso, sino espacios vivos que reflejan los desafíos sociales y económicos de una población que busca una vida digna. Por ello, se hace necesario que las instituciones españolas adopten un enfoque humanitario y de desarrollo compartido, basado en la colaboración directa y el apoyo concreto a esta zona fronteriza.