La corrupción que toca al PSOE

Moncloa "peina" el plan ético que "inspira" Begoña Gómez

Pedro Sánchez intentará retomar esta semana la iniciativa, ante el bloqueo de la Legislatura, con un plan de regeneración que tiene a los medios en el foco y que excede algunos de los límites que marca Bruselas.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto a su mujer, Begoña Gómez, durante un acto electoral de los socialistas en Benalmádena (Málaga).
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto a su mujer, Begoña Gómez, durante un acto electoral de los socialistas en Benalmádena (Málaga).Jorge ZapataAgencia EFE

Llegó la hora de que el presidente Sánchez dé su lección de ética a todo el país para poner sordina al "caso Begoña Gómez" y también a las derivaciones del "caso Koldo". Este miércoles llega al Congreso el plan de regeneración que la investigación judicial a Begoña Gómez ha inspirado en Moncloa. El bloqueo de la Legislatura también ha hecho de elemento motor de una iniciativa que podría haber pasado casi desapercibida si el Gobierno se hubiese limitado a introducir el Reglamento europeo que entró en vigor el pasado 7 de mayo, y del que los países miembros deben aplicar el grueso de su articulado a partir de 2025.. El punto y aparte que anunció Pedro Sánchez incluye la trasposición de una normativa europea y cambios en las leyes de transparencia y de rendición de cuentas.

Ahora, en ese reglamento no se dice nada de hacer cambios en la ley de protección del honor y del derecho de rectificación, ni tampoco se habla expresamente de limitar la publicidad oficial o institucional. Sumar ya está diciendo que de lo que han estado negociando con Moncloa, la propuesta se puede quedar coja en el objetivo de estrangular el margen de los medios para difundir lo que ellos llaman "bulos". Pero otros socios, como Junts, por ejemplo, ya se han desmarcado justamente por lo contrario, porque no comparten lo que entienden como una maniobra para cercenar la libertad de expresión.

Esto que se verá el miércoles en el Congreso tiene más de juego político que de ambición legislativa real. El Gobierno choca cada vez que quiere mover una pieza con la realidad de que está atado de manos para legislar. Pero, al menos, el plan de Sánchez le permitirá agitar a la izquierda y conseguir llenar con titulares una semana en la que la mujer del presidente, Begoña Gómez, tendrá que volver a comparecer ante el juez Peinado por la investigación que tiene abierta por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

El Pleno de este miércoles tendrá como otro foco de interés la manera en la que por primera vez en el Congreso PP y Vox presentan su separación en los cinco gobiernos de coalición que comparían. Desde el Gobierno están contando que la negociación de los Presupuestos del 25 está encarrilada con ERC, y que también han empezado a tener conversaciones con Junts. Resulta difícil de creer que esa vía avance en tanto no se clarifique qué pasa en Cataluña con la Generalitat, y, además, el divorcio entre Vox y el PP también introducir nuevos espacios en esa negociación presupuestaria, al menos a la hora de que el PP pueda buscar sinergias con otros partidos.