Elecciones europeas
La noria con Vox desconcierta al PP
FAES ha errado en el tiro con su informe contra Vox en plena campaña de las europeas. Las encuestas aprietan, pero quienes llevan muchas elecciones a cuestas advierten de que pasar ahora al ataque es otro error de cálculo que dará impulso a los de Abascal.
Queda mucha campaña por delante, y el jueves se vota la ley de amnistía en el Congreso, lo que interferirá en el guion de Moncloa. Un guion que, una vez más, vuelve a demostrar que Pedro Sánchez es un estratega de primera porque, al menos de momento, está consiguiendo que los tracking electorales anuncien un recorte en la distancia que el PP sacaba al PSOE hace unas semanas con respecto al nuevo examen en las urnas del próximo día 9.
En éstas, la irrupción de FAES en la campaña, con su durísimo "paper" contra Vox, puede ser más contraproducente que una ayuda para la dirección popular, y esta reflexión viene, precisamente, de quienes son "viejos olfateadores" en la tarea de influir en las tendencias electorales.
El PP sigue sin acabar de resolver cuál va a ser su estrategia con y hacia el partido de Santiago Abascal. Si apuesta definitivamente por el cuerpo a cuerpo a nivel nacional y autonómico, pasando por encima de las alianzas que mantiene con este partido en gobiernos de comunidades autónomas y en ayuntamientos. O si, por contra, insiste en esa táctica de ignorar a Vox, aunque este partido se lo ponga muy difícil, y más con la ayuda que siempre encuentra en el PSOE para activar a su votante.
En todo caso, los más veteranos en la organización de campañas electorales ven un "disparate" que en plena campaña se haga un movimiento como el que ha hecho FAES, o que se pase a un nuevo estilo de contraataque sin que tenga una línea de continuidad detrás, porque supone una victimización del adversario político, darle más protagonismo y, en consecuencia, favorecer su peso político.
Los bandazos, la "noria", con Vox no favorece a medio plazo al PP, y esto ya lo han podido probar en anteriores procesos electorales. FAES y algunos titulares de esta mañana han desconcertado internamente al partido. No comprenden ni comparten.
Nadie discute que Vox sea hoy el principal aliado del PSOE. El problema en la derecha es la fractura en el voto, una situación que aleja la posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo sea una alternativa a Pedro Sánchez. Desde la oposición es mucho más complicado ejecutar la OPA hostil sobre el partido satélite, y la prueba la tienes en cómo Sánchez sólo consiguió hacerla efectiva cuando metió a Podemos en el Gobierno de coalición, no antes. El gran asalto del PP a Ciudadanos también tuvo lugar cuando los naranjas empezaron a compartir gobiernos con los populares en autonomías.
Pero que en plena campaña europea se caiga en la "trampa" de contestar a los de Vox, cuando detrás no hay una línea de combate permanente y directo, es "una apuesta arriesgada que puede que en vez de sumar, reste". Además, a FAES, al ex presidente Aznar, se le ha pasado por alto que quienes hoy aplauden a Abascal es difícil que vuelvan al PP si lo que se les ofrece es lo mismo, pero edulcorado, o si se les insulta.
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