Política

Parlament de Cataluña

Ortega y Rigau, las fieles conselleras

Han sido condenadas a un año y nueve meses y a un año y 6 meses de inhabilitación

Artur Mas y Joana Ortega e Irene Rigau
Artur Mas y Joana Ortega e Irene Rigaularazon

La exvicepresidenta del Govern Joana Ortega y la extitular de Enseñanza Irene Rigau fueron las dos conselleras que se mantuvieron fieles al expresident Artur Mas pese a la suspensión de la consulta del 9N por parte del Constitucional .

La exvicepresidenta del Govern Joana Ortega y la extitular de Enseñanza Irene Rigau fueron las dos conselleras que se mantuvieron fieles al expresident Artur Mas pese a la suspensión de la consulta del 9N por parte del Constitucional y a las tensiones entre CDC y UDC por el proceso soberanista.

Una fidelidad que las llevó a juicio por organizar el denominado proceso participativo 9N y que les ha comportado una inhabilitación para cargo público de un año y nueve meses para Ortega y de un año y medio de inhabilitación para Rigau, ambas como cooperadoras necesarias en un delito de desobediencia.

Ortega (Barcelona, 1959) fue la dirigente de Unió de mayor rango en el Govern de Artur Mas y, como responsable del Departamento de Gobernación, fue mano organizadora de gran parte de la logística de la consulta soberanista, incluida la gestión de los voluntarios.

Mantuvo fidelidad a la Unió de Josep Antoni Duran Lleida desde el principio de su carrera política en los años 90 en el Ayuntamiento de Barcelona hasta la reciente desaparición de la formación del mapa político.

Tal es así que en junio de 2015 abandonó el Govern, junto con los otros dos consellers democristianos, como consecuencia de las tensiones entre los dos socios de la también extinta CiU a raíz del proceso soberanista.

Sin embargo, no sucumbió a la presión del entonces titular de Interior, el dirigente de Unió Ramon Espadaler, cuando le llamó para pedirle el listado de voluntarios que la Fiscalía le había solicitado a los Mossos.

Se mantuvo entonces fiel a Artur Mas, con quien siempre ha tenido sintonía, como también la ha tenido con el mundo convergente y el independentismo, hasta el punto de que votó a favor de esta opción en el proceso participativo del 9N.

La democristiana está apartada de la política, aunque no había descartado regresar algún día, ya que le gustaría ser alcaldesa de Barcelona.

Pero de momento trabaja como consultora de empresas en materia de transparencia e imagen de marca y, además, regenta una sala de exposición para la venta ("showroom") de moda italiana.

Por su parte, Rigau (Ribes de Freser, 1951), maestra de profesión, ha ejercido la política desde finales de los 90 desde las filas de Convergència y es aún diputada por el PDeCAT, dentro del grupo de Junts pel Sí en el Parlamento catalán, cargo que en principio podrá seguir ejerciendo porque la sentencia no es firme y es recurrible ante el Tribunal Supremo.

Como consellera de Enseñanza y a las órdenes de Artur Mas, Rigau fue la encargada de coordinar los colegios electorales para el denominado proceso participativo del 9 de noviembre. Efe