País Vasco

Otegi dice ahora que ETA debió dejar de matar antes

En víspera de su mitin se presenta arrepentido y como hombre de paz.

Otegi, en las calles de Elgoibar, la semana pasada al día siguiente de salir de prisión
Otegi, en las calles de Elgoibar, la semana pasada al día siguiente de salir de prisiónlarazon

En víspera de su mitin se presenta arrepentido y como hombre de paz.

Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu, quiso dar ayer, la víspera del acto que tendrá lugar hoy en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, una imagen humana, de auténtico arrepentido, con la que probablemente trata de presentarse como el «hombre de paz», el Mandela vasco, como dicen los suyos. Por ser magnánimo, y en contra de lo que está escrito negro sobre blanco, dio libertad a los presos de ETA para que hagan lo que estimen oportuno.

En unas declaraciones a la televisión pública vasca, aseguró que la cárcel le ha hecho «todavía más humano». «La sociedad vasca exigía que el final de la lucha armada se diera mucho antes, y cuando hablamos de autocrítica, hay gente que cree que tienen que hacerla ETA o los militantes de ETA», añadió al admitir que la banda no ha reconocido todavía el mal que ha hecho. Otegi, que perteneció a la rama «político-militar» de la organización criminal, ha tardado muchos años en reclamar dicha autocrítica.

Por si acaso, Otegi, que en ningún momento calificó de terrorismo los asesinatos y demás acciones criminales de ETA, aclaró que esa autocrítica no llegará porque se lo pidan «las élites políticas o económicas del país, sino por la gente». Abogó por «desdramatizar» esa autocrítica porque «fortalece los proyectos políticos y la honestidad de los políticos».

El dirigente de Sortu aseguró que ha empatizado con las víctimas en los años que ha pasado en prisión. «Hay que alcanzar un día el estadio de pensar que todas las víctimas son de todos, y la izquierda abertzale está trabajando en ello. Me da la impresión de que en el otro hipotético lado no han alcanzado ese estadio de reflexión (...) me alegra, de corazón de que la gente que sufría las acciones de ETA viva hoy más tranquila». «Tengo grandes amigos entre quienes han sido víctimas de ETA, por ejemplo, Jesús Eguiguren, o gente del PP que no voy a mencionar porque no sé si les voy a hacer mucho favor», aseguró.

Reveló que vivir la muerte de su madre desde prisión le llevó a «entender a aquellos que sufrieron la violencia armada de ETA y un buen día les llamaron para decirles por teléfono que un ser querido había fallecido».

En su opinión, la izquierda abertzale «ha hecho mucho» en el tema de convivencia. «Yo he llegado a mi pueblo y mi pueblo ha sufrido los avatares de todo tipo de violencia, también de la de ETA, y me he encontrado con una sorpresa muy agradable, la gente ha reconocido el esfuerzo que hicimos en su día por apostar por la paz y un nuevo escenario».

Con respecto a los presos, instó a «utilizar todos los instrumentos» para que, tanto reclusos como huidos puedan regresar al País Vasco. No obstante, precisó que, al final, es una decisión que «los propios presos tienen que tomar». «Hay casi 400 presos y hay centenares de refugiados. La cuestión es si compartimos entre todos que tienen que volver a sus casas. Y, si compartimos esa base, el cómo y el qué es una cosa discutible, y al final, quien tiene que decidir son los presos», insistió.

Sortu y los demás organizadores del acto de Anoeta confían una asistencia masiva al mismo, hasta el punto de tener previsto montar una carpa por si el recinto se queda pequeño.

El alquiler del local cuesta unos 6.000 euros. Se sabe que han movilizado a toda su gente, sobre todo para dar una apariencia de fuerza ante el avance de Podemos en el País Vasco.