Cargando...

Campaña

La otra generación Z: así son los jóvenes locos por la política

Álex Cortés y Enric López, en las antípodas ideológicas, viven estas elecciones desde su compromiso en el PP y el PSC

Alex Cortés y Enric López Platón y M. Gonzalez

Han nacido con un teléfono móvil en la mano, son nativos digitales y algunos los han calificado de «blandos» y «frágiles», de ahí que a esta hornada de españoles la hayan bautizado, además de Z, como la «generación de cristal». Se les presupone más interesados en los filtros de Instagram que en lo que pasa en el Congreso de los Diputados, pero una leve aproximación a dos de estos especímenes nacidos entre mediados de los 90 y 2000 basta para confirmar nuestro sesgo de «boomers», como nos llamarían ellos. Es cierto que Enric López y Álex Cortés, en las antípodas ideológicas, no encarnan el prototipo de joven que está a punto de entrar en la treintena, aunque por su corta y comprometida trayectoria bien podrían acabar representando sus intereses como diputados. Por eso sus respuestas importan y arrojan luz sobre lo que está pasando en la cabeza de los votantes que se aproximan a la madurez.

Enric López acaba de cumplir 30 años, es el actual vicepresidente de las Juventudes Socialistas Europeas (YES) y en octubre optará al liderazgo. Pasa su tiempo entre Barcelona y Bruselas, donde trabaja como asesor para el PSC. Sobre la supuesta desafección política de sus congéneres, considera que los que van dejando atrás la veintena «sí están implicados y se sienten interpelados por lo que pasa en el espacio público, aunque hay diferentes formas de involucrarse más allá de la política institucional, también puede ser desde una asociación o una ONG». Álex Cortés, de 25 años, es presidente del think tank «Criterio Joven» y consultor de análisis e impacto regulatorio. Antes perteneció a la dirección nacional de Nuevas Generaciones del PP (NNGG). Está de acuerdo con Enric en que eso de que a la juventud le resbala lo público es una falacia: «No lo creo, al revés. Si algo se ha demostrado en las últimas elecciones autonómicas y municipales ha sido la implicación de los jóvenes y de su interés por la política. Nos afecta mucho porque tiene un impacto directo en nuestro futuro. No queremos que nos lo hipotequen».

¿Es verdad que la juventud es tradicionalmente de izquierdas? Según el último barómetro del CIS publicado el cinco de julio, este axioma también ha prescrito. Atendiendo a su encuesta preelectoral, el 21,8% de los entrevistados entre 25 y 34 años manifestaron simpatía por el PSOE y un 20,6% lo hicieron por el PP. A la pregunta de qué partido les gustaría que ganara las generales, el 25,2% de ese segmento se inclina por los socialistas y el 22,1% por los populares. No hay gran diferencia.

Enric y Álex también comparten rechazo por esa supuesta inclinación, aunque por razones distintas. Mientras el socialista considera que «la edad no es lo que determina el voto, lo hace el nivel de renta y la conciencia de clase», el madrileño asegura que es «un topicazo que se ha querido vender desde hace muchos años y la verdad es que los jóvenes no son de izquierdas o de derechas, cada uno vota a quien quiere». Según él, «no es casualidad que el PP arrasara en Madrid con el voto joven, nosotros somos el motor de cambio de las sociedades y si Feijóo es presidente del Gobierno lo será gracias al voto de miles de jóvenes que están ilusionados con su planteamiento de un país que tiene mucho futuro».

A Enric López le preocupa especialmente la penetración de partidos ultras entre los más jóvenes, un fenómeno que no es exclusivo de nuestro país: «Utilizan redes como TikTok para llegar hasta ellos y lo hacen con un estilo de comunicación muy directo, menos encorsetado y, supuestamente, carente de autocensura». No le gusta el término «generación de cristal» para definir a los Z. Ese apelativo le encaja más con «aquellos que se molestan por las diversidades o porque alguien use el pronombre que le dé la gana. Viendo los retos que tienen que afrontar y viendo la pasión y la fuerza con la que defienden muchas causas como el feminismo, la justicia social o la lucha contra el cambio climático, más que de cristal me parecen de titanio».

Álex tampoco cree que se lo hayan dado todo hecho. «Eso es rotundamente falso. El futuro se tiene que pelear con mucho trabajo y perseverancia. Lo que ha cambiado es la forma de acceder al mundo, somos la primera generación que prácticamente ha nacido con las nuevas tecnologías. Debemos tener la ambición de plantear muchas respuestas y soluciones a problemas que ahora se están planteando».

Sobre el debate del pasado lunes, ambos tienen posiciones encontradas pese a que coinciden en que el ambiente era el esperado dada la cercanía de la cita con las urnas. «Es difícil evitar un debate bronco cuando una parte aporta datos y propuestas y la otra mentiras y descalificaciones. Creo que eso ocurre en cualquier generación», sostiene Enric. Por su lado, el ex miembro de la dirección de NNGG opina que «Feijóo hizo un gran debate, el problema que tuvo Sánchez es que tiene una gran falta de credibilidad y tenía muchas expectativas. Cuando no se cumplen, genera frustración».

¿Se ven dedicándose a la política a largo plazo? A esta pregunta Enric tiene una respuesta más clara porque ya lo está haciendo en el equipo del eurodiputado Javier López. En cambio, Álex, actualmente en el mundo corporativo, prefiere ir «partido a partido», ya que considera que «todos los que tienen vocación de servicio deberían trabajar primero en el sector privado».

Cargando...