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El PP resiste el envite de Cs y confía en el 21,3% de indecisos

El PP se mantiene como primera fuerza en plena crisis Cifuentes, pero sigue cayendo y Ciudadanos se sitúa a sólo 1,6 puntos. El PSOE se queda como tercera fuerza mientras Podemos mejora respecto a enero.

La Razón
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El PP se mantiene como primera fuerza en plena crisis Cifuentes, pero sigue cayendo y Ciudadanos se sitúa a sólo 1,6 puntos. El PSOE se queda como tercera fuerza mientras Podemos mejora respecto a enero

- La mayor radiografía electoral que se hace en España mantiene al PP como partido más votado, pero siguen perdiendo apoyo y cada vez tienen más cerca la pisada de Albert Rivera. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) fue realizada con el «caso Cifuentes» abierto en canal, entre el 1 y el 10 de abril, por lo que recoge el impacto inmediato en la opinión pública de las informaciones sobre las irregularidades detectadas en el máster que la Universidad Rey Juan Carlos concedió a Cristina Cifuentes. Si bien la fecha del estudio de campo deja fuera la repercusión de su dimisión.

El CIS de abril anuncia una caída del PP en intención de voto de hasta el 24 por ciento frente al 33 por ciento que logró en las elecciones generales y el 26,3 por ciento de la última encuesta de enero. El PSOE también sigue bajando, hasta el tercer puesto, quedándose en el 22 por ciento, seis décimas menos que las que obtuvo en las últimas elecciones. Y mientras los partidos nacionales pierden fuelle, Ciudadanos continúa escalando posiciones con respecto a encuestas anteriores hasta ganar casi diez puntos más respecto a su dato de junio de 2016, entonces un 13,1 por ciento y ahora un 22,4 por ciento. Se pone por delante del PSOE. Podemos y sus marcas asociadas también suben en comparación con el anterior CIS y se sitúan en el 19,6 por ciento en estimación de voto, mientras que en las últimas generales llegaron al 21,2 por ciento.

Con los datos de este sondeo aún «calientes», en la sala de máquinas de los partidos pesaron ayer dos conclusiones. Por un lado, que aunque no se confirma el «sorpasso» de Ciudadanos al PP, que tanto temen en las filas populares, sí se consolida la tendencia a la baja del partido de Mariano Rajoy y al alza de la formación de Albert Rivera. Preocupante para Génova y para Ferraz.

Además, a estas alturas de la legislatura que nació del hecho histórico de que tuvieran que repetirse unas elecciones generales, por falta de mayorías y de acuerdo entre los partidos, el bipartidismo no sólo no remonta, sino que sigue buscando su suelo. Las próximas elecciones no van a ser tampoco una partida a dos, y el triple empate técnico entre PP, Ciudadanos y el PSOE deja abiertas todas las posibilidades sobre las futuras alianzas postelectorales. El principio de que gobierne la lista más votada ya ha sido aparcado por Ciudadanos para sustituirlo por el pragmatismo del lema «programa, programa». O lo que es lo mismo, pactarán en cada sitio según lo que mejor convenga a sus intereses, y esto deja al PP «vendido» a priori en la mayoría de los casos, sume o no sume con los de Rivera.

Al estar tan ajustadas las diferencias, la bolsa de votantes indecisos es el refugio al que miran todos los partidos para confiar sus expectativas electorales. Según el CIS, hasta un 21,3 por ciento de los entrevistados no sabe o no quiere contestar a quién votará en unas elecciones. Esto representa tanto como la cuarta fuerza electoral, por encima de Unidos Podemos. Su decisión resultaría determinante si hoy se celebraran unas elecciones.

En suma, en los puestos de cabeza hay prácticamente un empate técnico entre PP, Ciudadanos y PSOE: 24 por ciento, 22,4 por ciento y 22 por ciento, respectivamente. Y en intención de voto directa, sin la «cocina» demoscópica que tiene en cuenta el recuerdo de voto, la pelea está igual de reñida aunque con baile de posiciones en esos puestos de cabeza, ya que Ciudadanos es el primero con el 16,1 por ciento, seguido del PSOE con 13,5 por ciento y después está el PP, con el 12,1 por ciento.

El PP marca su peor dato histórico después de que en esta etapa de Gobierno en minoría todas las encuestas del CIS desde octubre de 2016 pronostiquen para ellos una pérdida de respaldo popular. El PSOE no tiene tampoco razones para hacer una lectura demasiado optimista de los datos conocidos ayer. Está mejor que en la etapa de la gestora, pero pierde la segunda posición, igual que le ocurrió en enero de 2017, aunque entonces fue el partido de Pablo Iglesias el que le tomó la delantera. En estos momentos estaría algo más de medio punto por debajo del resultado de 2016.

Como los estudios demoscópicos privados, que han comenzado a vaticinar un hipotético triunfo de Ciudadanos en unas elecciones generales, el CIS también da alas de manera clara a la formación naranja . Un viento a favor que esta vez se sostiene en la encuesta con más entrevistas personales, hasta 2.466, hechas en 256 municipios y 48 provincias.

En cuanto a la valoración de líderes, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez tiene menos apoyos que Rajoy Pero es que ninguno de los que hoy aparecen como cabezas de cartel para las próximas generales consigue el aprobado. Y hasta Albert Rivera es superado por el diputado de Compromís Joan Baldoví. De los miembros del Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, vuelve a ser una vez más la que recibe una mejor aprobación de los encuestados.

Precisamente, Sáenz de Santamaría matizó ayer el valor de las encuestas porque sólo miden las expectativas de los partidos en un momento muy concreto. «Es tradición hacerlas por parte del CIS y es tradición del Gobierno no comentarlas». A su juicio, hay que estar mucho más pendientes de los números de la economía y del bienestar de los ciudadanos que de lo que pueden medir las encuestas en un lapso de tiempo, informa Efe.