Podemos

Podemos: Vuelve el vicepresidente

El partido morado resiste como cuarta fuerza pese a dejarse siete escaños respecto a abril. Iglesias exige al PSOE una coalición para frenar a la «ultraderecha».

Podemos: Vuelve el vicepresidente
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El partido morado resiste como cuarta fuerza pese a dejarse siete escaños respecto a abril. Iglesias exige al PSOE una coalición para frenar a la «ultraderecha».

Resistencia aunque con una leve caída. Respira Unidas Podemos aunque con una perdida de oxígeno a consecuencia de la repetición electoral. Los resultados se vivieron ayer con prudencia hasta el final de la noche en el cuartel general de Unidas Podemos en Madrid. Aspiraban a mantener los 42 escaños de las elecciones generales de abril e incluso aventuraban una subida que pudiera otorgarles la tercera plaza política en el Congreso de los Diputados. No fue así, pero no hubo decepción, en cuanto a votos, en la formación. Se encuentran «satisfechos» a pesar de perder siete diputados, porque, en palabras de Pablo Iglesias siguen siendo «decisivos».

Con 35 escaños logran sin embargo mantener un equilibrio en el sistema político y aspiran a esa ansiada correlación de fuerzas que debe darse con el PSOE. Si en abril la sangría de votos y en escaños amenazaba la supervivencia del partido respecto a los resultados de junio de 2016, cuando lograron su mejor nota con 71 escaños, ahora con 35 escaños, Podemos sigue a la baja, pero se consolida como cuarta fuerza política y se tornan decisivos para que Pedro Sánchez revalide La Moncloa.

La perdida de siete escaños y cerca de 700.000 votos en siete meses será esta semana valorada por la dirección nacional pero la formación consigue retener suelo electoral y frenar las fugas a PSOE y Más País. Además, Podemos se reafirma frente al PSOE, que confiaba en el batacazo electoral de Pablo Iglesias este 10-N. Aquí la primera victoria de Podemos sobre PSOE.

La mayor perdida está en Andalucía, donde la líder de la comunidad, Teresa Rodríguez se deja hasta tres escaños. En abril obtuvo nueve. En Huelva, el partido morado cede un escaño y se queda sin representación política en el hemiciclo y se esfuma el único escaño que obtuvieron en Cádiz y en Málaga. En Madrid la formación contiene la respiración ante la amenaza de estos días de que la irrupción de Más País le robaría, al menos, dos diputados. La ofensiva de Íñigo Errejón solo acusa un diputado. En el País Vasco, se quedan como cuarta fuerza y son superados por Bildu. Se quedan con un escaño menos que en el 28-A -cuando lograron cuatro- al perder Vizcaya. En la Comunidad Valenciana el partido se deja otro asiento respecto a abril y bajan de cinco a cuatro asientos. Es en Alicante, donde se quedan a menos de 3.000 votos de lograr un escaño. En esta provincia Más País no logra escaño, pero si 35.000 votos, que restan a Iglesias. En Canarias pierde uno de los tres escaños del 28-A. Podemos vuelve a quedarse con el contador a cero en parte de la España Vacía –donde en 2016 obtuvo 15 diputados– como en Castilla y León, en Castilla- La Mancha y en Extremadura. En Navarra y en Murcia revalidan escaño y repiten como terceros en Galicia con dos escaños.

El suelo electoral mantenido en estos últimos siete meses le permite volver a ser un aval en una negociación de gobierno, que se torna difícil debido al rearme del bloque del centro-derecha. El propio líder de Podemos así lo confirmó. Con gesto tono y acompañado de la plana mayor de Unidas Podemos, Iglesias cargó contra la decisión de volver a elecciones del PSOE. Responsabilizó a Pedro Sánchez del auge de Vox y llamó de nuevo a un gobierno de coalición para frenar a Abascal: «Para lo que han servido básicamente estas elecciones es para que la derecha se refuerce y para que la extrema derecha esté más fuerte que nunca en España». Iglesias confirmó que ya había hablado por teléfono con Sánchez, al que trasladó que los resultados del PSOE no era buenos y le tendió la mano porque «la única manera de frenar a la extrema derecha es un gobierno con estabilidad parlamentaria suficiente que garantice las políticas sociales. Esa política está recogida en la Constitución». En una breve comparecencia, Iglesias reafirmó que si en abril se había dado «la oportunidad histórica de conformar un gobierno de coalición», ahora existe la «necesidad histórica» de conformarlo para «frenar a la ultraderecha». Ironizó que «se duerme peor con más de 50 diputados de la extrema derecha que con Unidas Podemos en el Gobierno». Hoy, los morados, con la certeza de que Sánchez se ha equivocado, esperan que no vuelva a negar una coalición.