Congreso

El PSOE "ralentiza" la tramitación de la reforma del "sí es sí" tras la falta de apoyo de los socios

Los socialistas registraron ayer la proposición de Ley, lo que retrasa el inicio de la tramitación parlamentaria al martes que viene para ganar una semana y negociar con los aliados

Los aliados del Gobierno se muestran muy lejos de la proposición de ley que presentó ayer el PSOE para reformar el "solo sí es sí". Hasta ahora, nadie ha querido dar su posición con rotundidad ni cerrar puertas a nada, pero las señales de descontento que han enviado los socios obligan a los socialistas a quedar en manos de PP y Vox. Y eso ha tenido ya un efecto inmediato: el PSOE ha "ralentizado" la tramitación de su reforma y retrasa el inicio una semana más.

En este sentido, la reforma de la ley del "solo sí es sí" no iniciará su tramitación parlamentaria hasta el martes que viene, cuando se reúne la Mesa del Congreso. Esto sucede así porque el PSOE presentó ayer la reforma legal, a pesar de que amagó con hacerlo el viernes: de haber sido el viernes, sí habría empezado el recorrido parlamentario esta misma semana. La Mesa del Congreso califica (admite a trámite) habitualmente todos los martes todas las propuestas que se presentan entre el lunes y el sábado de la semana anterior, por lo que es lógico que la iniciativa socialista haya quedado fuera esta semana porque se registró ayer.

En todo caso, hay voces que creen que se podría haber forzado la celebración de una Mesa extraordinaria para poder tramitar esta ley de inmediato. Este movimiento del PSOE, de retrasar una semana más la tramitación, tumba toda opción de que esté aprobada este mismo mes de febrero, tal y como se comprometieron los socialistas ayer. Por tanto, la primera votación de la ley (toma en consideración) no se celebrará hasta dentro de dos semanas.

Los socios están muy distantes. Gabriel Rufián (ERC) ha sido, seguramente, quien ha empleado un tono más conciliador para frenar el "ruido" que está generando el choque entre PSOE y Podemos por la reforma. "Vamos a escuchar a todos y a hablar con unos y con otros. Estamos por mejorar la agenda legislativa. No vamos a entrar en guerras de coalición", ha afirmado Rufián, quien, por otra parte, sí ha asegurado que se tiene reformar esa ley porque es "perfectible" y porque su grupo ya advirtió de efectos indeseados tal y como estaba elaborada cuando se aprobó en agosto. Ahora bien, ya ha advertido de que cualquier reforma legal debe tener el "beneplácito" del Ministerio de Igualdad para que cuente con el voto de ERC y ha alertado de que sitúan como "línea roja" que las víctimas "sufran un infierno probatorio".

Bildu también está en esa misma línea que los republicanos, aunque han sido un poco más críticos al entrar más en el fondo de la reforma del PSOE y considerar que es un "paso atrás" porque, a su juicio, se sitúa en el centro la violencia e intimidación y se desplaza el "consentimiento". La reforma del PSOE introduce la violencia e intimidación como un subtipo en los artículos 178 y 179 del Código Penal para elevar las penas y eso hay quien lo interpreta que puede .

El PNV está estudiando la propuesta legislativa y condiciona el apoyo a que se mantenga el "consentimiento" y los cambios legales "no den margen a interpretaciones diversas" por parte de los tribunales. Es decir, buscan máxima precisión para evitar reproducir errores. Genís Boadella (PDeCat) ha celebrado que se registre una reforma del "sí es sí", pero ha lamentado el "espectáculo del Gobierno" porque no contribuye a "buscar una solución óptima". "Estamos valorando la propuesta", ha señalado Boadella.

Finalmente, Íñigo Errejón (Más País) ha criticado las diferencias entre PSOE y Podemos y ha exigido que elaboren una propuesta conjunta que "concilie la necesidad de poner el consentimiento en el centro y limitar los efectos indeseados". Joan Baldoví (Compromís) se ha mostrado "consternado" por lo que está ocurriendo con la ley del "solo sí es sí" y ha sido claro en que "hay que hacer algo, pero no así ni de esta manera". "Nuestra posición es que creemos que no se debe tocar el consentimiento", ha afirmado Baldoví. Mireia Vehí (CUP) ha cargado contra el "punitivismo" del PSOE porque es "profundamente conservador" y lo ha comparado con Estados Unidos, donde está el Código Penal "más duro" de Occidente, pero sigue habiendo crimen.

En total, entre ERC (13), Bildu (5), PNV (6), PDeCat (4), Más País (2), Compromís (1) y CUP (2) suman 33 diputados, suficientes para lograr la mayoría absoluta necesaria para aprobar una reforma penal del Gobierno (153 diputados, entre PSOE y Podemos). Cabe recordar que es una ley orgánica y que, por tanto, el PSOE precisa de 176 apoyos.

Vox ha descolgado dejando entrever que podrían inclinarse por una abstención, aunque el PSOE quiere evitar esa foto y, por eso, se esfuerza en negar que vaya a negociar con la derecha.