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Rajoy se aleja de la campaña del PP tras la salida de su equipo

El ex presidente del Gobierno no hará ruido, pese a su malestar, «por responsabilidad».

Pablo Casado reivindicó ayer la libertad de las familias para elegir la educación para sus hijos con discapacidad
Pablo Casado reivindicó ayer la libertad de las familias para elegir la educación para sus hijos con discapacidadlarazon

El ex presidente del Gobierno no hará ruido, pese a su malestar, «por responsabilidad».

El ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy «ha perdido» su interés por dejarse ver en la campaña de las elecciones generales. Hace unas semanas trascendió que después de que en la Convención de enero dejara patente su retirada de la primera línea, sin embargo ahora estaba haciendo llegar el mensaje de que le apetecía participar en algún acto en aquellas comunidades que solicitaran su presencia porque su perfil tuviera más recorrido electoral, como puede ser Andalucía. El PP tiene en esa región un votante más centrista, «en el que cae mejor Rajoy que Aznar».

La renovación en las listas, lo que el «marianismo» ha interpretado como una «purga» de todos los representantes de la etapa anterior, alejan a Rajoy de la actividad electoral del PP. El malestar es grande, pero Rajoy no hará ruido «por responsabilidad». Génova niega que se pueda hablar de «purga», al tiempo que el «número uno» reivindica su legitimidad para preparar el proceso electoral.

En cualquier caso, en los planes de Génova no ha entrado en ningún momento la idea de que los dos ex presidentes tuvieran protagonismo en las campañas electorales. De cuadrar algo en la agenda, que fueran actos pequeños, testimoniales, y en ningún caso que hicieran sombra al «número uno» ni supusieran tampoco una interferencia en los mensajes y en sus discursos. Esto es aplicable a Rajoy, con el que las relaciones están más tirantes, pero también a Aznar, aunque la orientación estratégica del nuevo PP esté más próxima a él en contenido y en personas.

Ante la polémica que han generado algunas de sus últimas decisiones, Casado defendió ayer que en el PP «todo el mundo tiene su sitio», y que es en otros partidos donde se producen «purgas» o «pucherazos». El líder popular también intentó tranquilizar a los suyos «porque las listas no están terminadas», ya que lo que se ha conocido hasta ahora son solo los «número uno» al Congreso. La renovación ha llegado al 80 por ciento.

Ahora bien, como mensaje a navegantes, para cortocircuitar que alguien tenga la tentación de intentar moverle las aguas internas, el presidente del PP reivindica su legitimidad y autoridad para tomar sus decisiones porque fue elegido «en primarias en un Congreso abierto a toda la militancia» y «con un programa muy claro». «Por tanto, no solo me siento legitimado; también mayoritariamente respaldado», apostilló. Defendió, asimismo, que no es «criticable» que «solo» haya dos personas que han pasado de ser diputados en el Congreso para encabezar la candidatura al Senado, en alusión a Fernando Martínez-Maillo (Zamora) y Carlos Floriano (Cáceres). «No puede ser criticable estar en el Senado, que es la Cámara que puede aprobar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña».
Esta semana Casado ultima la composición de la lista por Madrid, que él encabezará en las elecciones generales. También en ella habrá una drástica renovación, que servirá para que se incorporen nombres como el de Javier Fernández Lasquetty, su jefe de Gabinete, o el de Adolfo Suárez Illana, presidente de la Fundación Concordia y Libertad. Casado está valorando cómo reparte a varios ex ministros de Rajoy entre el Senado y Europa, como es el caso de Dolors Montserrat. Juan Ignacio Zoido, ex ministro de Interior, ya es fijo en la lista europea.

El presidente popular sostiene en su discurso que todos van a estar «en el sitio en el que le han pedido estar».