Casa Real

Los Reyes homenajean a "los miles de españoles republicanos que lucharon contra el nazismo y por la libertad”

Han encabezado la delegación española en el 80 aniversario de la liberación del campo de Maurthausen donde murieron más de 4.500 compatriotas

La vista desde el campo de concentración de Mauthausen no puede ser más idílica. Situado sobre una colina verde jalonada de pequeñas granjas, al fondo se levantan imponentes los Alpes aún nevados. Resulta tan disruptivo el contraste entre la belleza del entorno y el espanto de lo que ocurría aquí dentro que los propios presos lo remarcaron en sus memorias.

Unos 190.000 presos políticos, prisioneros de guerra y minorías étnicas, en su gran mayoría judíos, fueron recluidos aquí a lo largo de siete años. Al menos, 90.000 de ellos murieron. En total, más de 7.500 republicanos españoles fueron deportados entre 1940 y 1945: cerca de 5.000 no lograron sobrevivir y la mayoría fueron exterminados en el campo adjunto de Gusen.

Calmar el dolor

Es la primera vez que unos Reyes españoles visitan este campo nazi que fue la tumba de miles de republicanos considerados "apátridas" por la dictadura de Franco. Y han dejado por escrito lo que, sin ninguna duda, será un hito en la reconciliación entre españoles y en su propio Reinado: "En el 80 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Mauthausen (y Gusen), participamos con respeto y emoción en el homenaje y sentido recuerdo a todas las víctimas aquí asesinadas o que sufrieron violencia y crueldad. De un modo especial, recordamos a los miles de españoles republicanos que lucharon contra el nazismo y por la libertad. Que la memoria de los crímenes aquí cometidos y el recuerdo de nuestros compatriotas permanezcan intactos para preservar su dignidad. Y para no olvidar nunca el horror. 80 años después, reafirmamos nuestro compromiso colectivo y personal con la democracia y la defensa de los derechos humanos".

Ahora que se habla tanto de memoria y reparación con fines muchas veces partidistas el gesto de los Reyes llega como un bálsamo. Un reconocimiento largamente esperado por familiares de republicanos que tuvieron que exiliarse por la dictadura de Franco y que acabaron bajo el yugo de las SS de Hitler. Algunos de ellos han sido consolados hoy por los Monarcas con una naturalidad que se puede calificar como sedante.

La nieta de José Díaz Cano, hijo de una víctima, les ha dicho: «Este gesto que tienen ustedes hoy ayuda a calmar un poquito el dolor que tenemos». Es verdad que también se han oído vivas a la república (y alguna al Rey), pero no lo es menos que el ambiente general ha sido de respeto y el tono, solemne. Si había intención de arruinar el acto como algunos temían, desde luego ha sido un rotundo fracaso. Da la sensación que la Casa del Rey ha quedado satisfecha porque el devenir de la ceremonia reconfirma la vocación de Felipe VI de reinar para todos los españoles. Sin excepción.

Lección a los vivos

La imagen de Don Felipe y Doña Letizia rodeados por banderas republicanas y constitucionales (ambas, españolas) en su paseo hasta el monumento en el que han depositado una corona de flores recuerda aquello que dejó escrito Jorge Semprún: la función moral de la memoria debe servir para unir. La que divide, no es memoria. Y él lo sabía bien después de pasar dos años en el campo de Buchenwald.

En el cenotafio ante el que han inclinado la cabeza puede leerse en latín: "Sirva de lección a los vivos la suerte de los muertos" (Mortuorum Sorte Discant Viventes). A la entrada del campo, Dolors Font, hija de una de las víctimas del nazismo en Austria, se ha emocionado al recibir el abrazo de la Reina. Su padre, nacido en 1903 en Granollers, terminó sus días en Mauthausen tras ser deportado por su militancia política. Letizia ha recibido de la Fundación Amical de Mauthausen el pañuelo azul con el triángulo invertido y la "S" que identificaba a los españoles en los barracones de la muerte y no lo ha soltado en todo el recorrido.

11 May 2025, Austria, Mauthausen: King Felipe VI of Spain and Queen Letizia during the liberation ceremony at the Mauthausen Concentration Camp Memoria
11 May 2025, Austria, Mauthausen: King Felipe VI of Spain and Queen Letizia during the liberation ceremony at the Mauthausen Concentration Camp MemoriaEp

Antes de la ofrenda floral frente a la placa de 1978, que Don Juan Carlos y Doña Sofía nunca llegaron a visitar, los Reyes han recorrido el complejo de la mano de Pedro Carmona, uno de los que mejor lo conocen. Han visto el interior de las duchas en las que los españoles represaliados eran desinfectados después de afeitarles todo el cuerpo y quitarles su nombre. A partir de ese momento solo serían un número. Los Reyes también se han enfrentado al crematorio y a los barracones. Con capacidad para 300 personas, llegaron a estar hacinados en la zona de la cuarentena hasta 2.000 en una sola estancia.

La "Escalera de la muerte"

Aunque no estaba previsto, los Reyes han querido en el último momento pisar los186 peldaños de la llamada «Escalera de la muerte» de Mauthausen. Inclinadísimos y resbaladizos, los escalones bajaban hasta la cantera en la que trabajaban los presos del campo. Construida a modo de tortura (una más), las SS obligaban a los prisioneros a subir por ella pesadas rocas que luego usaban para su industria del terror. Muchas veces se producían avalanchas por la debilidad de los represaliados y, en otras ocasiones, los guardias los empujaban para mofarse. La esperanza media de vida era de seis meses. Cuando ya no les servían de mulos de carga los enviaban al crematorio de Gusen.

La asistencia hoy de Felipe VI y Doña Letizia ha sido bienvenida por Juan Manuel Calvo Gascón, presidente de la Amical de Mauthausen, la principal asociación española de víctimas del nazismo. "Es positivo que el jefe del Estado participe en el acto internacional del campo, que pueda conocer los espacios, que pueda conocer lo que significa Mauthausen en la historia de la deportación. Y esperamos también que el Monarca haga un reconocimiento explícito de las víctimas españolas", agregó Calvo Gascón ante un grupo de periodistas españoles en un acto conmemorativo en Gusen.

Los niños de Mauthausen

Los Reyes también han podido reconfortar a los únicos tres supervivientes presentes en el 80 Aniversario, los llamados "los niños de Mauthausen", Hana, Marc y Eva. Nacieron entre estos muros apenas un mes antes de la liberación del campo gracias a que sus madres logaron mantener secreto todo el embarazo a ojos de las SS.

El acto internacional, presidido por el presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, es también el Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos y a todas las víctimas del nazismo de España. La delegación española que encabezan Felipe VI y la Reina Letizia está integrada también por el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy; el fiscal general del Estado, Alvaro García Ortiz; el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, y la comisionada para la celebración de los 50 años de España en Libertad, Carmina Gustrán.

Sin embargo, Bustinduy no viaja como "ministro de jornada", que es el término con el que se conoce al miembro del Gobierno que acompaña a los Reyes. Una vez más, ningún titular de una cartera ministerial del Ejecutivo de coalición ocupa esa posición en un viaje internacional. Es un secretario de Estado, en este caso el de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, quien acompaña a los Monarcas.

En el acto de ayer, el propio Bustinduy aseguró que "como miembro del Gobierno, quiero pedir perdón. A los héroes antifascistas que dieron su vida aquí y a sus familias por el silencio y el olvido que sufrieron durante décadas".

También Dolores Delgado, fiscal de Memoria Democrática, integra la delegación. Ayer aseguraba frente al crematorio de Gusen que "se debe a las víctimas y a la sociedad española una investigación cierta y un relato de hechos real sobre estas muertes". Unas palabras que llegan pocos días después de que se conociese que la Fiscalía ha incoado diligencias de investigación dirigidas a esclarecer si existió una estrategia conjunta entre la dictadura española de Francisco Franco y el régimen nazi.