Propone una reforma que dejaría fuera de la cámara a los partidos que no logren un 3%.

Objetivo de Ciudadanos: Remontar las encuestas tras la débil situación en la que el partido se ha quedado al prosperar la moción de censura. Este es el resumen del segundo acto de la plataforma cívica «España Ciudadana» que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, presentó ayer en Málaga. Entre banderas españolas y camisetas naranjas, Ciudadanos exhibió una dosis de patriotismo con el fin de contrarrestar la posible pérdida de votos en unas futuras elecciones generales, como ya le adelantan las encuestas electorales. Su posición en la moción de censura contra Rajoy y la exigencia de unas nuevas elecciones como solución a la crisis política no parece haber calado entre el electorado español. De hecho, según la última encuesta de Nc Report para LA RAZÓN, el partido naranja se dejaría 3,4 puntos en intención de voto, logrando el 21% de los sufragios, su nivel más bajo de los últimos meses.

Ante este escenario de retroceso electoral, Albert Rivera se emparejó ayer del nobel Mario Vargas Llosa para potenciar su proyecto unionista entonando un discurso en el que predominaron los ataques al mundo independentista y pidiendo la celebración de unas elecciones generales. En el centro de Málaga reivindicó delante de 4000 personas, según la organización, un sistema electoral donde se proteja la igualdad de todos los españoles y el interés general. Su propuesta pasa porque la ley electoral incluya que los partidos deban obtener un 3% del total nacional de votos para entrar en el Congreso. De llevarse a cabo esta práctica, se excluiría automáticamente a los partidos nacionalistas como ERC, CDC, EH Bildu, PNV y CC si vuelven a repetir los resultados de las últimas elecciones. «Necesitamos una ley electoral que fije un umbral del 3% del voto nacional para que un partido tenga representación en el Congreso; se debe proteger el interés general», destacó el líder de Cs.

Durante el acto, Rivera también rechazó reformar la Constitución para contentar a los partidos separatistas y destacó que quiere «reformarla para contentar a todos los españoles». Además aprovechó el «cartel» que llevaba consigo como la escritora María Elvira Roca Barea, el ex seleccionador de Baloncesto Javier Imbroda, la magistrada María José Torres y el empresario Kike Sarasola, informa Efe, para cargar contra el presidente del Gobierno al que le preguntó si «le tiene tanto miedo al pueblo español y por qué no podemos decidir al presidente votando en las urnas».