Ciudadanos

Rosa Díez: «Es inaudito que Pedro Sánchez se niegue a hablar con Rajoy»

La fundadora de UPyD, que acaba de presentar su libro «Los aventureros cuerdos (Ocho años de revolución magenta», cree que no estar en las encuestas influyó en su resultado en las urnas

Roda Díez posa con su libro.
Roda Díez posa con su libro.larazon

La fundadora de UPyD, Rosa Díez, hace un repaso en su libro «Los aventureros cuerdos (ocho años de rebelión magenta)» por la historia del partido.

La fundadora de UPyD, Rosa Díez, cree que en estos cuatro meses de negociaciones no ha fracasado la política, ni los pactos, sino «los políticos». Además considera que lo normal es que se repitan las elecciones porque es «inaudito» que Pedro Sánchez se niegue a hablar con Mariano Rajoy, tampoco entiende que tras el encargo del Rey a Sánchez, éste «ni lo haya intentado».

En su libro “Los aventureros cuerdos” -(Ocho años de rebelión magenta) de la editorial Planeta- hace un repaso por la historia del partido magenta, hasta el momento de su caída, los casos de corrupción destapados por su formación , así como el «lanzamiento» del partido Ciudadanos, un partido «manejable» y empujado por «una élite», según desvela.

– En el libro usted habla de los inicios de UPyD, ¿qué lugar merece el partido en la historia de nuestro país?

– Tanto nuestros detractores o los que nunca nos votaron reconocen que UPyD ha sido un protagonista indiscutible en las transformaciones que se han producido en España en estos ocho años. Es el papel del partido lo que yo redacto en el libro. Nos podemos sentir muy orgullosos de los cambios que hemos proporcionado. Yo le debo este libro a los simpatizantes y a los votantes de UPyD..., se lo debo para que se reivindiquen a si mismos, por su papel en la historia. Yo presento este libro también como una especie de rendición de cuentas, no personales porque la historia de UPyD está plagada de éxitos políticos, con errores personales.

– ¿El caso Rato, la querella contra Artur Mas por el 9-N.. son algunos de los casos que ha denunciado su partido. ¿ Por qué después de tanto esfuerzo y dinero empleado, éste trabajo no se ha visto igual de recompensado en las urnas?

– No hay una única respuesta. El hecho de que no apareciéramos en las encuestas puede que fuera determinante. Hay ciudadanos que, aunque no nos han votado, siguen valorando positivamente nuestro trabajo. En las urnas, la gente decidió votar a partidos que prometían hacer cosas que nosotros ya habíamos hecho. Se produjo algo común en la historia: No suelen triunfar a la vez las personas y las ideas que representan. Sin embargo las ideas han triunfado. Nadie podrá cuestionar la necesidad de acabar con el bipartidismo y nadie pondrá sordinas en los casos de corrupción política. Eso lo hemos logrado nosotros, no solos, pero lo hemos conseguido.

Hay cuestiones que antes sólo se debatían en despachos sin luz ni taquígrafos y ahora están en la tribuna pública: Desde la necesidad de regenerar la democracia, acabar con privilegios y despolitizar la justicia. Creíamos que si estábamos haciendo las cosas bien, lo normal es que la gente nos lo reconociera. No nos lo reconocieron votándonos, pero las ideas que defendimos y que han contribuido a cambiar nuestro país han sido un servicio a España. Y eso es bueno. Electoralmente no ha sido rentable la batalla, pero democráticamente si.

– El libro recoge el «lanzamiento Ciudadanos» por las altas élites. ¿Cree que así se ha intentado destruir su reputación y la de su partido?

– El lanzamiento no es contra UPyD aunque tenga su consecuencia, que es que nos sacan del espacio político y se empeñan en dibujar una imagen de que compartimos el mismo espacio político, aunque los que van a triunfar, –por que salen en todas las encuestas– son ellos. Pero la consecuencia no es para acabar con UPyD sino para tener un partido como un ‘’podemos de derechas’’ como diría Rajoy. El establishment no quiere que cambie nada, pero si va de cambio quieren decidir quien es el cambio. Es lo mismo que cuando lanzaron un partido a la izquierda del PSOE, para que un PSOE más débil termine pactando con el PP. Cuando ven que hay otra expresión de cambio que es el que quiere la gente pues empiezan a tratar que esos que parecen el cambio, sean más manejables, menos autónomos, que puedan pastelear la solución entre comillas para Cataluña, porque yo creo que el inicio es Cataluña, donde había que sustituir a CIU porque ya no podían hacer el papel del pasado. Por eso hacía falta un partido que estuviera en el Parlamento de Cataluña y en el nacional. Uno, más moderado.

– También comenta que en la negociación con C’s fueron vendidos, porque ya conocían la estrategia...

– Algunos nombres que aparecen en el libro y fueron cargos de UPyD y que ahora están en otro partidos, no son tan importantes para destruir por ellos mismos una formación, sino que jugaron a buscar su lugar al sol, y para eso le ponían un precio y tenían que haber cumplido un servicio y éste era haber tratado que no nos pudiéramos haber presentado a las elecciones porque quien movía los hilos fueron personas que en el último momento podían retirar las candidaturas y dejarnos colgados. Otros estaban buscando su mejor posición y pasaron de ser defensores de la autonomía de UPyD a los de una coalición con un partido que ya aparecía en las encuestas con más perspectivas, pero estos son la inmensa minoría de UPyD, la mayoría ha sido gente que vino al partido para servir a los ciudadanos. Otros vinieron a servirse.

Cuando las cosas iban bien estuvieron a gusto, formaron parte de la dirección del partido; cuando las expectativas empezaron a ser negativas pues se fueron. La negociación con C’s no se asentó porque formaba parte de acreditar que éramos lo mismo. LA RAZÓN demuestra en sus portadas que no somos lo mismo, ni lo hemos sido. En estas conversaciones descubrimos que no querían enseñarnos ningún documento de los que les pedíamos.

– Podemos y C’s se articulan como los «partidos del cambio». En su libro menciona que ese cambio fueron ustedes. ¿Es así?

– No nos han votado suficientemente pero el cambio lo hemos protagonizado. Cuantos más partidos haya que defiendan la pluralidad,

la independencia de la justicia, la regeneración..., mejor. No queremos ser los únicos que la defiendan y que la pongan en práctica, pero no puedes defender la transparencia para las instituciones democráticas españolas si tu partido no lo es. Hay que predicar con el ejemplo, y nosotros lo hemos hecho. Hacemos falta todos en democracia para hacer las grandes reformas que necesita España, pero los españoles en las urnas decidieron votar a alguien que prometió hacer algo que nosotros ya habíamos hecho. Es su derecho.

– ¿Cuándo empezó la «operación antipersona» para destruir a UPyD?

–Hay un momento en que cuando en un partido de una organización hay un liderazgo importante, no porque lo diga yo sino porque lo decían las encuestas, hay quien llega a la conclusión que para acabar con UPyD hay que acabar con Rosa Díez. Y como no se le puede acusar a Rosa Díez ni a UPyD de corrupción ni de ningún comportamiento, hay que ir a la persona.

La hemeroteca está ahí, que la gente lea las columnas que día tras día se publicaban sobre mi persona, descalificativos personales, porque afortunadamente no podían acosarme de comportamientos políticos inadecuados.

– ¿Se ha planteado volver a la política?

– Ahora mismo no lo espero, ni tampoco estoy en eso. Como ciudadana que soy no pienso dejar de opinar, escribir e implicarme, pero no estoy pensando en volver a la primera línea. Si alguna vez llego a la conclusión de que puedo prestar desde otra posición un servicio a

España, lo haré.

– Cuatro meses de pactos y no pactos, el 26-J es ya una realidad...

– Es normal que se repitan porque los cuatro líderes han fracasado en su forma de gestionar el encargo que le dieron los españoles. Ni ha fracasado la política, ni los pactos, ni los españoles cuando tomaron su decisión, sino ellos. Durante estos cuatro meses hemos escuchado hablar de aritmética pero no de política. No conozco ningún país en el que el partido que quedó segundo en las elecciones se niegue a hablar con el que quedó primero. Puede ocurrir que no llegues a ningún acuerdo pero no te puedes negar a hablar con el ganador de las elecciones porque es negarle la palabra a siete millones de españoles. También es inaudito que el que recibe el encargo por parte del jefe del Estado, de formar gobierno, ni lo intente. Hay que salir a ganar. Ahora, los españoles vamos a ir a las urnas con bastante más información sobre estos personajes que la que teníamos en diciembre. Vamos a poder juzgar no sólo lo que nos dicen, sino como se comportan.