El desafío independentista

Ruptura pública: Puigdemont acusa a Torrent de "deslealtad"

JxCat apunta a que no hay respuesta de ERC al Supremo y expone las tensiones en el Govern.

Puigdemont, ayer en un acto que convocó la ANC en Bruselas
Puigdemont, ayer en un acto que convocó la ANC en Bruselaslarazon

JxCat apunta a que no hay respuesta de ERC al Supremo y expone las tensiones en el Govern.

El independentismo político ha vuelto a implosionar coincidiendo con la respuesta a las sentencias del «procés» y la gestión de los impactantes disturbios que se suceden estos días en las calles catalanas. La tensión se ha disparado ahora a raíz de una reunión que mantuvo el sábado por la tarde el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), con la alcaldesa Ada Colau y diversos agentes económicos y sociales para crear un «espacio de diálogo transversal» en Cataluña. Un encuentro que no ha sentado nada bien en el seno de Junts per Catalunya, socio de los republicanos en el Govern. El propio Carles Puigdemont ha puesto voz a las críticas y ha acusado a Torrent de «deslealtad» de forma implícita en un nuevo episodio de división soberanista que ha llevado a JxCat a acusar aunque no de forma directa a ERC de que no haya respuesta institucional a la sentencia del Supremo.

«La deslealtad y la división intencionadas son un grave obstáculo, difícil de superar. Ningún cálculo partidista o personal lo justifica. Algunos se darán cuenta cuando ya sea demasiado tarde y descubrirán que la unidad que tanto reclamamos habría sido muy eficaz en estos momentos», escribió el ex president de la Generalitat en su cuenta de Twitter nada más conocerse la noticia del encuentro entre la alcaldesa y el presidente del Parlament.

También disparó contra Torrent el propio vicepresidente primero de la Cámara, Josep Costa. Dirigente de la máxima confianza de Puigdemont y diputado de JxCat, Costa tildó de «sectaria» la iniciativa, lamentó haber conocido la noticia por los «medios de comunicación» y denunció un supuesto «veto» a la ANC. Es más, desde el grupo parlamentario difundieron un comunicado anunciando que pedirán explicaciones a Torrent, otra vez en el punto de mira de los postconvergentes.

Tras el enfado de JxCat, fuentes del entorno de Torrent precisaron que no se convocó a ningún partido a la reunión porque era solo para entidades e instituciones y explicaron que se invitó al Govern, pero Torra no pudo asistir.

En medio de esta nueva crisis, Laura Borràs, la candidata de JxCat al Congreso, fue un paso más allá y lanzó ayer una crítica velada a ERC al sugerir que, si no ha habido una respuesta institucional a la sentencia del Tribunal Supremo en el caso del «procés», es porque «algunos no la querían».

«Esta es la verdad y no es justo que quien boicotea una respuesta a la sentencia se aproveche de la falta de unidad», sentenció Borràs en un discurso después de una reunión con los candidatos de JxCat al 10-N. Para la dirigente, era «importante que fuera unitaria» esa respuesta pero «quizás había otras personas sentadas a la mesa que tenían otras prioridades», dijo sin mencionar en ningún momento a los republicanos.

La crítica de Borràs, otra de las dirigentes más cercanas a Puigdemont, tiene un importante peso político ya que llega después de que el independentismo se haya pasado meses tratando de consensuar una hoja de ruta común ante la sentencia. La incapacidad de atar una estrategia política común es el síntoma y el resultado de la división permanente entre Esquerra y JxCat.

En este sentido, el propio Quim Torra evidenció el jueves de acuerdo constante entre partidos anunciando por su cuenta una propuesta de referéndum para «esta legislatura». Una iniciativa lanzada en el Parlament y de espaldas a los consejeros del Govern, a quienes no consultó ni comunicó sus intenciones en ningún momento.

Por si fuera poco, la gestión de los disturbios en la calle también ha mermado las relaciones entre espacios. Varios dirigentes de ERC han visto en los altercados la posibilidad de desgastar electoralmente a JxCat por la actuación de los Mossos. En concreto, el diputado de ERC y activista Rubén Wagensberg, que no tiene carné de partido, pidió la dimisión del conseller de Interior entre duras críticas coincidiendo con los disturbios del jueves.

De fondo también sigue la presión de los republicanos para forzar a Torra a convocar elecciones «cuanto antes», en palabras de Joan Tardà (ERC). «Hay que buscar alianzas más allá del independentismo sin renunciar a las actuales», aseguró ayer Junqueras en una entrevista a «El Periódico de Catalunya», sin entrar a hablar de comicios.