Reforma de estatutos

Sánchez reforma el Código Ético del PSOE y expulsará del partido a los consumidores de prostitución

El líder socialista comunicó la medida durante un encuentro en la sede de Ferraz con las responsables de Igualdad del partido, en un intento por contener el daño político tras los escándalos de corrupción que afectan a exaltos cargos

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La nueva redacción afirma que "solicitar, aceptar u obtener actos sexuales a cambio de remuneración" atenta contra los valores del partidoLa Razón

Esta reforma introducirá en el artículo 4.5 una cláusula que califica la prostitución como "violencia contra las mujeres" e "incompatible con los principios socialistas". El nuevo texto establece que el consumo de servicios sexuales será considerado falta muy grave, que conllevará la expulsión inmediata del partido.

En el último congreso federal del PSOE ya se había planteado una medida similar, aunque finalmente se aprobó una redacción más laxa.

Esta decisión llega en un contexto de creciente malestar interno, especialmente entre el electorado femenino, que representa el 59% de los votantes socialistas según el CIS, tras los casos de los exsecretarios de Organización José Luis Ábalos y Santos Cerdán, vinculados a presuntos pagos por servicios sexuales.

El nuevo código especifica que "solicitar, aceptar u obtener actos sexuales a cambio de remuneración" atenta contra los valores del partido, al "tratar a las mujeres como objetos en lugar de como sujetos de derechos". Con esta modificación, Sánchez pretende marcar distancia con los escándalos que han sacudido al partido en las últimas semanas.

La indignación recorre las filas socialistas

Los audios donde José Luis Ábalos y Koldo García hablan sobre servicios sexuales han encendido todas las alarmas en la cúpula socialista. Fuentes internas reconocen el grave riesgo para la imagen del partido, especialmente entre su base electoral feminista, de hecho, se prevé que el malestar de este colectivo se manifieste abiertamente durante el Comité Federal del sábado.

Según diferentes mediciones del CIS, el voto femenino representa entre el 58,9% y el 64% del electorado del partido socialista, el PSOE no puede permitirse fisuras en este flanco. La reforma exprés del código ético responde a esta urgencia: preservar los casi 8 millones de votos que las mujeres aportaron al partido en las últimas generales, un capital político que ahora peligra.