
Memoria Histórica
Contra las sepulturas del “golpista Milans y el general franquista Moscardó” en el Alcázar
La ARMH acusa a Defensa de “prevaricar” por no cumplir la Ley de Memoria Democrática

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARHM) vuelve a la carga contra los enterramientos en el Alcázar de Toledo del “golpista Jaime Milans del Bosch y el general franquista José Moscardó”, que también ha rechazado Compromís en ocasiones anteriores.
En esta ocasiónl, la ARMH ha acusado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, de prevaricar e incumplir la Ley de Memoria Democrática por no evitar casos como el de Jaime Milans del Bosch, "golpista en 1936 y en 1981", enterrado en la fortaleza sobre el Tajo.
La asociación, que inició la exhumación científica de desaparecidos por la represión franquista en el año 2000, se queja en un escrito de que Robles "ha hecho caso omiso de la Ley de Memoria Democrática que le obliga a tomar una serie de medidas que está incumpliendo desde hace treinta y cuatro meses".
Valores democráticos
La nota informa además de que han registrado una queja ante la Administración General del Estado en la que solicitan "que el Ministerio de Defensa deje de prevaricar con el incumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y lleve a cabo sus obligaciones que tiene con respecto a la aplicación de los valores democráticos y al respeto que merecen las víctimas de la dictadura franquista".
La asociación recuerda en su nota, que adjunta copia del registro, que el próximo octubre se cumplirán tres años de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática y que en esa norma se prohíbe que los militares golpistas reciban honor alguno, o tratamientos especiales, por parte de las administraciones públicas.
"Pero a pesar del dictado de la ley, el Ministerio de Defensa la incumple de manera permanente y reiterada en casos como el de Jaime Milans del Bosch, que continúa enterrado en el Alcázar de Toledo con honores y recursos de un Estado Democrático", añade la nota.
Para Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto del primer desaparecido republicano identificado genéticamente en España, "es muy grave que el mismo Gobierno que ha redactado una ley y ha promovido su aprobación parlamentaria la incumple demostrando su falta de voluntad política".
Añade que si el "Gobierno no cumple la ley no puede confrontar con las comunidades autónomas que también la incumplen".
La ARMH ha reclamado por derecho de acceso a la información pública documentación de las gestiones que el Ministerio de Defensa ha llevado a cabo para cumplir con la normativa estatal.
Y en especial aquellas dirigidas a que el cuerpo del dos veces golpista Jaime Milán del Bosch salga del Alcázar de Toledo, así como con el resto de militares franquistas que se encuentran enterrados con honores que no merecen por parte de un Gobierno democrático.
El "momento histórico"
Ya en diciembre de 2024 la ARMH denunció que «en la página web del Ministerio de Defensa se ofrece en diferentes formatos información sobre la historia del Alcázar de Toledo, donde en la actualidad se encuentra ubicado el Museo del Ejército. En algunas de esas informaciones se dice de la historia del Alcázar, tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936: “Durante la Guerra Civil, el Alcázar soportó un constante asedio durante 70 días que tuvo como resultado una nueva destrucción”. En otras ocasiones “se omite y oculta el momento histórico”», rezaba un escrito dirigido a la cartera de Margarita Robles.
El Alcázar de Toledo, continuaba el texto, «no sufrió “un asedio”. Tras el golpe de Estado de julio de 1936 los golpistas se atrincheraron en él, utilizando recursos públicos del Ejército para asaltar el poder violentamente, y el Gobierno democrático de la Segunda República hizo todo lo posible por recuperarlo y restablecer en él la legalidad».
Y, en septiembre del año pasado, la ARMH acusó al Gobierno de Castilla-La Mancha de «blanquear el franquismo» en su portal de Cultura, donde indicaba que el Alcázar de Toledo había sido utilizado «como punto defensivo» por el coronel Moscardó durante la Guerra Civil, cuando, en realidad, «era el atacante de un golpe de Estado».
Por otra parte, en 2021, el senador de Izquierda Confederal-Compromís Carles Mulet pidió al Gobierno que expulsara del Alcázar de Toledo los restos del general Moscardó y que terminara con los actos que allí organiza la Hermandad de Nuestra Señora Santa María del Alcázar, que cada 27 de septiembre conmemora la “liberación” del Alcázar en la Guerra Civil.
Para el senador, la cripta es “de uso privativo de golpistas” y un lugar “de exaltación del franquismo, aunque se tenga un acceso restrictivo”.
“Sin novedad en el Alcázar”
El asedio del Alcázar de Toledo fue un episodio muy simbólico en los comienzos de la Guerra Civil, una “gesta” buscada expresamente por Franco y que tuvo amplio eco en la prensa internacional. En la fortaleza se enfrentaron milicianos del Frente Popular y miembros de la Guardia de Asalto contra las tropas sublevadas de la guarnición, que se hicieron fuertes en su interior. Las fuerzas republicanas empezaron el cerco el 21 de julio de 1936 y lo levantaron el 27 de septiembre, con la llegada del Ejército de África al mando del general Varela, que se hizo cargo de la columna procedente de Badajoz que comandaba Yagüe hacia Madrid –relevado al protestar por el desvío–. Franco, que se empeñó en acabar con el asedio antes que alcanzar la capital, entró en la ciudad al día siguiente. Al ser liberados por las fuerzas de Varela, el entonces coronel Moscardó se dirigió a su superior en estos términos: «Mi general, sin novedad en el Alcázar». Se habían cumplido 69 días de implacable asedio.
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